Reunión estéril entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. El primero reclamó al segundo la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), varado en la interinidad desde 2018. El segundo ofreció al primero una legislatura de sólo dos años y un pacto para frenar la influencia de ERC, Junts per Catalunya (JxCat) y Bildu. Cualquier extracción de una muela del juicio es menos tensa que una cita entre el presidente del Gobierno en funciones y el aspirante del PP en el debate de investidura.
Acaba agosto, el mes de la política sin grandes novedades en el frente. El PSOE negocia con los independentistas y el PP intenta negociar con los independentistas. No se descarta una repetición electoral, pero los socialistas avanzan ajenos a las peripecias de Núñez Feijóo, que constata la posición subalterna de su partido y las dificultades de conexión con el exterior. Sus rivales se manejan con suma cautela, pero firmes en la intención de abortar cualquier expectativa sobre un Gobierno de derechas. El silencio y la prudencia presiden las maniobras de la contraparte.
"Ferraz se agarra a la discreción de ERC y JxCAT para abonar una negociación exitosa", apunta al respecto El Confidencial. El texto es de Iván Gil: "Si hay discreción, hay voluntad de buscar un acuerdo. Las formas son casi tan importantes como el fondo para construir una negociación política exitosa, y desde la cúpula del PSOE valoran positivamente la actitud de los partidos independentistas en esta fase de las conversaciones de cara a una posible investidura de Pedro Sánchez. Fuentes de la dirección de Ferraz destacan un giro en el partido de Carles Puigdemont, al no estar haciendo "ni ruido ni declaraciones" que puedan enturbiar los "trabajos". Todo ello, cuando durante toda la pasada legislatura los posconvergentes mantuvieron una actitud beligerante con la prioridad de visibilizar los choques. Tampoco hay ruido desde ERC, aunque los republicanos ya optaron por una vía más pragmática tras facilitar la anterior investidura de Sánchez.
Estos últimos se están limitando a celebrar que el PSOE ponga sobre la mesa la carpeta de la amnistía o a conceder entrevistas de segundos espadas sobre sus reivindicaciones. Signos de buena voluntad que llevan a los socialistas a valorar una cierta disposición en sus potenciales socios para abonar unas negociaciones fructuosas. La reunión de la ejecutiva del PSOE celebrada este miércoles tras el encuentro entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo sirvió para reforzar su hoja de ruta y avanzar en los contactos, con el convencimiento de que son los únicos con capacidad para sumar una mayoría".
Y: ""Nosotros trabajaremos y plantearemos una investidura que dé estabilidad", contraponía la portavoz y ministra de Educación en funciones, Pilar Alegría, quien subrayó que "lo que sí tiene Feijóo es una mayoría en contra de su investidura". El encaje legal de una amnistía que sirva para hacer borrón y cuenta nueva a los encausados del procés es la principal imposición de los independentistas y sobre la que están abriendo camino desde Sumar, sus potenciales socios de coalición. El encargado para estas negociaciones desde el partido de Yolanda Díaz, Jaume Asens, reprochaba la lentitud de los socialistas en las negociaciones, poniendo como ejemplo que "llegaron tarde" en el acuerdo para la Mesa del Congreso, y añadía que por el momento no habrían puesto sobre la mesa ninguna propuesta concreta sobre una ley de amnistía. El senador de ERC Joan Queralt reconocía este miércoles durante una entrevista en Onda Cero que actualmente hay "varias" negociaciones "multilaterales y paralelas" con el bloque progresista, aunque reconocía que el panorama está "poco claro"".
Más claro parece que Núñez Feijóo no va a lograr ninguna grieta en los partidos contrarios a su investidura. Mientras el PNV le da largas, el lendakari Urkullu apuesta por una revisión de la Constitución sin reformar la Constitución que otorgue a Cataluña, País Vasco y Galicia más competencias y "capacidad de decidir". Es la apertura de El País, que se sustenta en un artículo del propio dirigente vasco del que destacan estos párrafos: "Sugiero explorar, en este contexto, la figura de la convención constitucional. Un recurso utilizado en la cultura política anglosajona, para cuya aplicación en nuestro caso no habría impedimento expreso. No se trataría de una convención constitucional general sino de una limitada o específica para actualizar la interpretación acordada de una parte de su contenido. Una convención constitucional para pactar una interpretación sobre aquello que la Constitución de 1978 no ha resuelto bien en relación con la cuestión “territorial”. No sería una fórmula mágica ni un camino expedito, pero podría abrir nuevas posibilidades de desarrollo futuro".
Sigue Urkullu: "La propuesta es tomar la iniciativa con un planteamiento novedoso y viable desde el punto de vista de su constitucionalidad, planteando un doble pacto. Primero, firmar un acuerdo preliminar de bases para la convocatoria y desarrollo de una convención constitucional sobre el autogobierno, incluyendo principios como el cumplimiento íntegro de los marcos estatutarios, el reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado, la bilateralidad, el sistema de garantías o la capacidad de decidir pactada. Segundo, celebrar una convención constitucional en el plazo de un año para analizar "el alcance actual y futuro de la disposición adicional primera de la Constitución", "el autogobierno de las comunidades de raíz foral" o, incluso, "el autogobierno de las nacionalidades históricas".
Y: "Esta propuesta de convención constitucional podría constituir una forma flexible y creativa de plantear una salida a la actual encrucijada política. Una propuesta para pactar una interpretación constitucional específica que, sin necesidad de modificación previa de la Constitución, hiciese posible un avance sustancial en el carácter plurinacional del Estado y en el desarrollo nacional del autogobierno de Euskadi y, en su caso, también de Navarra y el resto de comunidades históricas. Es decir, de aquellas que contaban con un modelo de autogobierno previo a la Constitución de 1978. Una convención que podría incluir también otras materias presentes en la agenda de debate político en el Estado".
A todas estas, "Feijóo cree que hablar con Junts acerca la repetición electoral: 'Tras nuestro 'no', el precio a Sánchez subirá'", apunta Vozpópuli. Al parecer, el líder popular no arroja la toalla a pesar de tener todos los elementos en contra. El texto es de Jesús Ortega: "Alberto Núñez Feijóo va a mantener su apuesta de incluir a Junts en la ronda de contactos con los partidos de cara a su investidura pese a la corriente crítica a esta decisión, liderada por el presidente del PP en Cataluña, Alejandro Fernández. El dirigente popular cree que hablar con el partido de Puigdemont acerca la repetición electoral porque, entre otras cosas, aleja el acuerdo de los independentistas con un Sánchez "cada vez más nervioso" por la falta de apoyos: "Tras nuestro 'no' a Junts, su precio para apoyar a Sánchez subirá más y puede ser impagable". Así de contundentes se muestran cargos del partido próximos al presidente nacional del PP, que sitúan la interlocución con Junts dentro de la "lógica", tanto "institucional" como "negociadora". Así, desde Génova afirman que "hemos recibido el encargo del Rey de ir a la investidura y, por tanto, tenemos que hablar con todos". Y, además, "el hecho de tener pendiente esa conversación con Junts hace que Pedro Sánchez se mantenga a la espera"".
Y: "Las mismas fuentes, consultadas por Vozpópuli, explican que "a Sánchez se lo pondríamos mucho más fácil si decimos que no nos vamos a reunir con Junts". De esa forma, "él se vería menos obligado a hacer ofertas a Puigdemont". Ahora, sin embargo, el presidente en funciones "no está tranquilo", porque "de momento solo se habla de una reunión de Junts con nosotros y él no tiene los apoyos necesarios".
El acuerdo del PP con Junts, en todo caso, es "imposible" si se confirma que "piden cosas fuera de la Constitución". Ahí, "no podemos competir con Sánchez", pero "nuestro relato mejora diciéndoles que 'no' a la cara a esas peticiones". A partir de ese momento, destacan los cargo del PP consultados, "empieza una nueva partida" en la que Junts encarecerá su apoyo a Pedro Sánchez: "Ellos nos usan de elemento de presión al PSOE y suben el precio. Mientras Junts no nos diga que no, Sánchez no puede contar con su apoyo. Y, hasta que no lo tenga, encarecerá el precio"".
Pensamiento "mágico" en el PP. Los estrategas de Génova deben contemplar parámetros invisibles para el resto de los mortales en Junts.
Mientras tanto, "PSOE y ERC ultiman una reforma del reglamento para usar el catalán, gallego y euskera en el Congreso", advierte El Diario en una pieza firmada por Arturo Puente: "PSOE y ERC ya tienen un borrador sobre la reforma del reglamento del Congreso para permitir el uso de catalán, gallego y euskera en el Congreso de los Diputados, según ha avanzado El Periódico y ha confirmado elDiario.es. Los republicanos indican que, pese a que se ha consensuado un primer texto, aún quedan flecos en la negociación. Pese a eso la intención es que la propuesta de modificación se registre esta misma semana para permitir, si se aprueba, que las lenguas oficiales diferentes al castellano puedan usarse desde ese mismo momento en las sesiones plenarias, las comisiones y el registro escrito de iniciativas parlamentarias. La idea inicial es que, en el caso de las iniciativas parlamentarias, los grupos deban registrar los textos acompañados de su versión en castellano. También se incorporarán las iniciativas en lengua cooficial en el Boletín Oficial de la Cámara".
Puigdemont negocia con mano firme. Desde el 23-J es el jefe de Junts y no quiere interferencias. Máxima disciplina en el partido. Para evitarse líos ha decidido, además, desmantelar la "asamblea de representantes del Consejo de la República, decorativo órgano formado por independentistas de piedra picada como el mosso Donaire, el payaso Pesarrodona, la irredenta Feliu y toda la cofradía de la santa urna del 1-O. "Las bases del CxR se rebelan contra la disolución de su asamblea decretada por Puigdemont", comenta El Independiente. La autora de la pieza es Iva Anguera de Sojo: "En plenas negociaciones con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez, Carles Puigdemont ha decidido disolver la Asamblea de Representantes que actúa como una suerte de parlamento en el exterior en la estructura de su Consejo de la República (CxR). Y la idea no ha gustado a los miembros de la asamblea, representantes del sector más ortodoxo del independentismo. Tampoco las formas. (...) El mosso Albert Donaire, miembro de la Asamblea, denunciaba en redes la "hipocresía y doble juego" de Puigdemont. Mientras otra electa, Mercè Zamora, recomienda al ex president que "antes de deshacerte de la Asamblea tendrías que haberlo hecho de Toni Comin". Un tercero, Jaume Sastre, relaciona directamente la decisión con las negociaciones con el PSOE y sus seguidores señalan la "pésima influencia" de Jaume Asens, negociador en nombre de Sumar. Fuentes del gobierno del CxR argumentan, sin embargo, que han querido aprovechar el fin del mandato para hacer "una reforma a fondo" antes de convocar nuevas elecciones entre sus abonados y lo desvinculan de las negociaciones con el PSOE. Reducen además el malestar expresado en las redes a la veintena de representantes críticos "que ya estaban enfrentados al gobierno" del CxR".
En el plano práctico, se acaban las vacaciones y comienza el cole, o no. "La Generalitat intenta frenar la huelga de profesores antes del inicio de curso", advierte El País en un texto de agencias: "La consejera de Educación, Anna Simó, ha convocado in extremis a tres sindicatos de la escuela pública catalana este martes 5 de septiembre para evitar otra huelga de profesores un día antes del inicio del curso 2023-24. La última gran movilización de los docentes se produjo el 25 de enero, junto con médicos y taxistas, en una reivindicación de los servicios públicos antes de la aprobación de los presupuestos autonómicos. Ustec, el sindicato mayoritario, ha anunciado esta semana que mantiene los paros convocados desde junio a los que se han sumado CGT e Intersindical. La segunda y tercera entidad con más representación, Aspepc y CCOO, no participarán. La portavoz de Ustec Iolanda Segura ha explicado este lunes en la ACN que se demanda, entre otros aspectos, “el reconocimiento de la deuda por los estadios dejados de cobrar y un plazo de cobro; la equiparación salarial para el profesorado de la FP y la reducción de dos horas lectivas para los mayores de 55 años". Segura ha admitido que no se prevé “una gran movilización”, pero defiende la protesta como un "toque de atención" si no se avanza en las negociaciones con la Generalitat, que fracasaron el pasado 30 de junio".
31 de agosto, santoral: Ramón Nonato, Aidano de Lindisfarne, Arístides de Atenas y Paulino de Tréveris.