Los posados de Puigdemont en la red de Musk
El sector más intransigente de Junts rema a favor de la repetición de las elecciones con el beneplácito del hombre de Waterloo. La Guardia Civil, bajo mínimos en Barcelona
7 agosto, 2023 08:06Con todo el mundo pendiente de Carles Puigdemont en el verano más atípico desde 2017, la política se balancea entre las hipótesis, las especulaciones y el análisis de los signos astrales. La mirada de los cronistas se centra en la figura del caballero de Waterloo, que ha convertido la red social del excéntrico Elon Musk en la plataforma de sus posados veraniegos y en los higadillos de pollo donde los augures rastrean el futuro de España. La gestión de la incertidumbre es un ejercicio de maestría por parte del expresidente de la Generalitat prófugo, un alarde de política de la duda y de creación de expectativas.
De momento y a falta de diez días para la constitución del Congreso de los Diputados, nadie mueve ficha en un tablero que según las horas es de parchís, de ajedrez o del "Stratego", el mítico juego de mesa. "Las ofertas del PSOE no ablandan a un JxCat convencido de que el bloqueo no les penaliza", apunta Iva Anguera de Sojo en El Independiente. Su texto arranca así: "JxCat no teme a la repetición electoral. Este será el gran escollo de la negociación para la investidura de Pedro Sánchez. Un escollo que los socialistas intentan obviar, pero que está muy presente en las deliberaciones de todos los actores políticos catalanes. Lo saben en Esquerra, que intenta arrastrar a Junts a una negociación conjunta para garantizar el pacto. También en el PSC, que guarda extrema discreción para no verse afectado en caso de nuevas elecciones. Y lo saben los pragmáticos de Junts, pese a los intentos de algunos por facilitar el diálogo con el PSOE".
Sigue Anguera: "El partido socialista ha mostrado ya la primera de sus cartas: mejora del sistema de financiación, incluso una quita del FLA que aligere a la Generalitat de su pesada carga financiera con el Estado. Entre bambalinas se habla también de "soluciones judiciales" para Carles Puigdemont, quizá ampliables al resto de los fugados en octubre del 2017. Y Yolanda Díaz ha añadido avances en el reconocimiento del catalán a la puja. Son propuestas que podrían convencer a Esquerra, si el PSOE ofrece suficientes garantías. Y también a los pragmáticos de Junts, que coinciden con los republicanos en la "oportunidad histórica" que ofrecen los resultados del 23J al independentismo catalán. "Podríamos dar un salto de diez o quince años" reconoce un reputado dirigente de esa familia de Junts. Pero Puigdemont no está en esa dinámica. Y el ex president será quien decante la balanza del pacto con el PSOE. La cúpula de Junts -que lidera Puigdemont pese a no ostentar cargos orgánicos- está convencida de que pueden presentar como un triunfo la repetición electoral ante sus seguidores. No les preocupa la posible pérdida de más apoyos en una nueva cita con las urnas. Dirán, apuntan desde el sector pragmático de Junts, que "hemos obligado a repetir las elecciones y demostraremos que no somos como Esquerra, no cedemos ante los partidos de obediencia española". Una carta de presentación de cara a unas nuevas elecciones que podría dar el impulso necesario a los de Puigdemont para derrotar a Esquerra".
En El País también reparan en las dificultades de negociar con un Puigdemont resabiado por seis años de aislamiento y decepciones, muchas de ellas procedentes de sus mismos espacios. "El independentismo exige un marco de confianza con Sánchez antes de negociar" es el titular de la pieza que firma Camilo S. Baquero: "“Pagar por adelantado a un tío al que no le comprarías un coche de segunda mano es un deporte de riesgo”. Así se refirió el expresident Carles Puigdemont, el pasado mes de julio, al aspirante a la reelección como jefe del Gobierno, Pedro Sánchez. La metáfora del mundo del motor revela una de las grandes falencias (errores) del incierto proceso de negociación para que el PSOE y Sumar repitan en La Moncloa: sin generar un marco de confianza previo, los independentistas ven aún más difícil pasar al resto. Confianza. En el entorno del expresident, en estos días bunkerizado entre la pausa estival y los llamamientos a “máxima precaución”, ponen de momento más en el cómo que en el qué el primer escollo real para negociar en serio. El regreso de Jordi Turull, número dos de Junts, tras unos días en Brasil hará que cierto aire corra pero no altera el guion: Puigdemont bajo los focos y Sánchez, al tener las fichas blancas, es quien debe mover primero. “Que empiece por poner una propuesta, no por intentar limitar a lo que aspiramos”, reflexiona una voz cercana al expresident y que responde a las quejas de “maximalismo” con las que el ministro Félix Bolaños se refería a la exigencia de la amnistía y el referéndum".
Líneas después añade Baquero que "la relación entre Sánchez y Puigdemont no es nula. Incluso compartieron sofá en marzo de 2016. El socialista visitó el Palau de la Generalitat, con ánimos de “deshielo” y tuvieron tiempo para hablar de la Constitución y del Estatut y entonces ya el presidente en funciones dejó clara sus líneas rojas. En ese encuentro, el líder catalán, midió el aceite a un socialista que después tuvo que probar su valía a los suyos y apoyar la aplicación del artículo 155".
De modo que los precedentes no animan al optimismo entre quienes laboran por un pacto entre socialistas e independentistas. No obstante, un sector de la prensa editada en Madrid insiste en que todo es una cuestión de dinero y nada más. He ahí este titular de La Razón: "Cataluña presentará a Sánchez una factura de 92.000 millones por sus votos". Escribe Javier de Antonio: "La tercera investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno puede tener el coste económico más alto de la historia reciente para las arcas del Estado. El apoyo de Junts y ERC al candidato socialista no solo pasa por ceder a sus exigencias secesionistas, sino que sus pretensiones van acompañadas de una reclamación económica que supera los 92.000 millones de euros, que tendría que asumir el erario público y, por tanto, todos lo contribuyentes españoles, incluidos los catalanes. El grueso de esta factura que van presentar tanto los republicanos como el partido del huido expresidente catalán, Carles Puigdemont, corresponde a la deuda que Cataluña ha contraído con el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), que suma a día de hoy 71.852 millones, correspondientes a las transferencias que durante los últimos años ha enviado este organismo –creado por el PP en 2012 para sostener las finanzas autonómicas ante la imposibilidad de financiarse en los mercados financieros– para solventar los problemas de liquidez de los gobiernos catalanes, y por el denominado déficit fiscal catalán".
Y: "A esa cifra habría que sumar una más. El frente secesionista pretende aprovechar su posición de fuerza para hacer caja y quitarse de un plumazo tanto la mayor parte de su deuda como ese déficit fiscal, que el Gobierno de Pere Aragonés ya cifró el año pasado en 20.200 millones de euros, cifra equivalente al 8,5 % del PIB catalán, y que exigen sea asumido por el Estado porque de no ser así «perjudicaría los servicios públicos y el Estado del Bienestar al impedirnos disponer de unos recursos que generamos y que luego no podemos destinar a lo que la ciudadanía de Cataluña se merece. Hay que acabar con este sistema que perjudica Cataluña», defendió ayer la secretaria general adjunta y portavoz de ERC, Marta Vilalta".
Mientras tanto, El Mundo pone sobre la mesa uno de los expedientes que sombrean la figura del hombre del momento. "Un juzgado rastrea los vínculos de Carles Puigdemont con espías rusos por el 1-O", recuerda el diario de Unedisa. La pieza es de Germán González: "El Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona mantiene abierta una investigación por la presunta injerencia de Rusia en el proceso independentista que acabó con la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) y la posterior aplicación del 155 en Cataluña. El epicentro de las indagaciones se centra en los contactos que tuvo el ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y sus colaboradores cercanos con intermediarios vinculados al Kremlin. El juzgado está a la espera de recibir nueva documentación sobre el caso que reactive estas investigaciones después de constatar las reuniones mantenidas en antes y después de la DUI por dirigentes soberanistas, con Puigdemont a la cabeza, con estos supuestos emisarios de Vladimir Putin".
Prosigue González: "Según queda acreditado de la investigación judicial el día antes de la DUI, Puigdemont tuvo encuentros con intermediarios rusos, entre ellos el empresario Nikolay Sadovnikov, quien tiene varias sociedades domiciliadas en la plaza Roja y es una persona muy próxima a Putin. En esta reunión los emisarios rusos se ofrecieron ayudar a pagar la deuda pública que Cataluña tenía con España, una vez conseguida la secesión, con criptomonedas y prometieron 10.000 soldados rusos si eran necesarios una vez fuese territorio catalán estado independiente. Puigdemont se quedó "anonadado", consideró estos ofrecimientos como una "broma de mal gusto" y no dio crédito a las ofertas, según declaró en el juzgado el ex secretario de Exteriores de Convergència Víctor Terradellas, presente en los encuentros".
Un párrafo después se apunta que "entre el 21 y el 24 de octubre de 2017, Carles Puigdemont envió a la entonces secretaria general Elsa Artadi, y después consejera, a una reunión con emisarios rusos para hablar de criptomonedas, tal y como ella misma reconoció ante el juez. También estuvo presente Terradellas junto con un emisario ruso y un empresario catalán con vínculos con Moscú. Artadi declaró que dejó claro que el Govern no tenía intención de usar moneda virtual y que estuvo presente en otro breve encuentro con las mismas personas y Puigdemont poco después en la Casa dels Canonges, la residencia oficial de los presidentes de la Generalitat".
Al tiempo, "Carles Puigdemont denuncia nuevas amenazas de muerte en las redes sociales", apunta El Nacional. El texto viene con la firma de Vicenç Pagès: "El presidente Carles Puigdemont ha denunciado nuevas amenazas de muerte en su cuenta de Instagram. En dos historias de la red social de Meta, el presidente en el exilio asegura que estas amenazas son el "pan de cada día". "Eres la puta escoria de España. No vuelvas por aquí porque te mataremos, puto mierda", decía uno de los mensajes que han enviado al presidente. Puigdemont ha recibido estos mensajes del españolismo más radical en los mensajes privados de Instagram".
Sigue Pagès: "De hecho, estos mensajes son una constante desde que el presidente está en el exilio y, de vez en cuando, los va denunciando. En otro mensaje, un usuario le escribe un mensaje de lo más largo. "Me cago con tus muertos, puto payaso de mierda independentista, asqueroso, te tendrías que morir hoy mismo agonizante de dolor por corrupto de mierda e hijo de puta", decía el mensaje lleno de faltas de ortografía y sin ninguna coma. De hecho, no eso acaba aquí, y sigue el texto con nuevas amenazas de muerte: "Si te veo alguna vez por aquí te reviento para avanzar tu muerte, que espero que sea pronto". Otros mensajes de otros usuarios también van en esta dirección, amenazándolo de muerto e insultante y calumniando a su familia. "Carles, la única cosa que se independizará serán tus piernas del resto de su cuerpo cuando te las aparte. Peluca cara sardina", decía un mensaje, que acaba con un "Viva España"".
Hay más noticias. "La Guardia Civil, bajo mínimos en Barcelona: “La cosa va a peor, todo el mundo huye de aquí”", apunta el titular de apertura de Metrópoli Abierta. Se trata de una información de A. Fernández: "La Guardia Civil está bajo mínimos en Barcelona. Faltan efectivos, los agentes huyen de la capital catalana y las unidades operativas se encuentran cada día más adelgazadas de personal. Entre asociaciones y cuadros de la Benemérita hay enfado por la actuación de los políticos: el Gobierno catalán dicta normas y decretos que invaden competencias de la Guardia Civil sin que el Gobierno central tome medidas para evitarlo. Hace poco más de un mes que la Audiencia Nacional resolvió que los agentes de la Benemérita debían equipararse en salarios a los de los restantes cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, porque hasta hace poco eran los peor pagados y los que tenían el peor trabajo, habida cuenta del carácter militar del cuerpo. Según fuentes internas del instituto armado, en estos momentos sus salarios están ya casi equiparados a los de los Mossos d’Esquadra, lo que es un logro histórico. Pero mientras la justicia les reconoce sus derechos, los políticos les dan la espalda. El Gobierno catalán publicó el decreto 57/2023, que entró en vigor el pasado 24 de abril, por el que se arrogaba que los Mossos desarrollarán “funciones de seguridad ciudadana, vigilancia de la navegación, vigilancias de acontecimientos que se realicen en el mar, vigilancia de las zonas marítimas protegidas y de las infraestructuras portuarias e instalaciones acústicas”. El decreto está pensado para que los Mossos realicen tareas de seguridad en la Copa América, el principal acontecimiento deportivo del año en todo el mundo, que se celebrará en 2024 en aguas de Barcelona".
Y: "Pero los acontecimientos en aguas marinas, según la ley orgánica 2/1986 de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad dice claramente que “la competencia en materia de policía judicial en los espacios marítimos recae exclusivamente en la Guardia Civil”. Pese a la claridad y la contundencia de la ley, el Gobierno central no ha hecho nada para advertir a la Generalitat de que se extralimita con su decreto e invade competencias ajenas. “Los Mossos compran embarcaciones para hacernos la competencia como si eso fuese normal, mientras el Gobierno español no hace nada y lo permite. En estos momentos, no sabemos qué va a pasar”, explican fuentes internas de la Benemérita a Metrópoli. La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) denuncia que lo mismo pasa con el servicio de Seprona: según esta plataforma, el Govern de Pere Aragonès tiene la “clara intencionalidad de ir acaparando poco a poco competencias asumidas por la Guardia Civil”. Ya hace un año que esta asociación denunció que había un acuerdo entre gobiernos según el cual, a cambio de que ERC apoyase los presupuestos del Gobierno central, las competencias del Seprona fuesen asumidas por el Cuerpo de Agentes Rurales. El traspaso de competencias no se materializó, pero el peligro está ahí".
7 de agosto, santoral: Cayetano de Thiene, Sixto II papa, Afra de Augsburgo, Alberto degli Abbati, Donaciano de Arezzo, Donato de Besançon, Miguel de la Mora y Victricio de Rouen.