La parte socialista del Gobierno ha cambiado el paradigma sobre los presupuestos en Defensa, que ya no son gasto, sino inversión. Hasta Unidas Podemos sería partidaria del nuevo enfoque si el incremento extraordinario de mil millones en la partida de Defensa estuviera destinado a aumentar la capacidad productiva de los astilleros de El Ferrol o Cádiz. Sin embargo, aduce que la paga extra para el ministerio de Margarita Robles es para comprar armas ofensivas, no defensivas. Sutil distinción de los nuevos estrategas convocados en torno a la capitana Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Ejecutivo.
La situación económica es un campo minado que incita a la prudencia. Los mil millones en Defensa son un compromiso obligado con la OTAN y España aún está muy lejos de destinar el 2% del PIB a sus ejércitos. Se practica el encaje de bolillos con los números, que es como decir que se hace lo que se puede al abrigo de unas circunstancias extremadamente volátiles. De ahí el titular de apertura de El País: "El Gobierno aplaza la reforma fiscal completa ante las dudas con la economía". El texto es de Antonio Maqueda: "El Gobierno ha decidido aplazar a la próxima legislatura la gran reforma fiscal. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, considera que no es el momento de abordar un cambio en profundidad del modelo tributario en plena guerra en Ucrania y con la inflación en el 10%. España acordó con Bruselas aprobar una reforma fiscal basada en el informe presentado en marzo por un grupo de expertos, enfocada a reducir el déficit público y que debería estar en vigor para el 31 de marzo del año próximo. Dados los plazos, la norma debería haberse publicado en audiencia pública como paso previo a la aprobación de un proyecto de ley. Fuentes de Hacienda afirman que la prioridad ahora es bajar la inflación. Para cumplir con la UE, según fuentes gubernamentales, bastarán algunas medidas quirúrgicas como el previsto gravamen sobre el beneficio extraordinario de las energéticas. Podrían hacerse también retoques puntuales como reformas en materia medioambiental".
En paralelo, la antecitada Yolanda Díaz ha comenzado su "proceso de escucha", paso previo a encabezar la candidatura de la izquierda a la izquierda del PSOE. Al igual que sucede con las derechas, el principal rival de Díaz no parece la oposición que avanza imparable, según las encuestas, desde Andalucía hacía Despeñaperros, sino el PSOE. Lucha fratricida.
"Moncloa teme que Yolanda Díaz provoque una crisis profunda en el Gobierno", avisa El Mundo. Escriben Raúl Piña y Vicente Coll: "Cuando Pablo Iglesias señaló con su dedo que Yolanda Díaz ocuparía su lugar en el Gobierno, en el sector socialista muchos lanzaron un suspiro de alivio. Preveían una relación más discreta, más de puertas hacia dentro en la coalición, bajar el «ruido». Así lo han vivido, en general, hasta ahora. El giro emprendido por la vicepresidenta segunda, que en los últimos días ha amplificado y lanzado a la esfera pública las desavenencias de Unidas Podemos con el PSOE e, incluso, su decisión de confrontar directamente con la ministra Margarita Robles, hacen temer en La Moncloa que si Díaz persiste con este rol se complique aún más la convivencia en la coalición".
Sigue la nota: "Hay que «dejar de hablar de nosotros». Es el mensaje que mandan en La Moncloa a Yolanda Díaz. Ni quieren ni gusta que se aireen los trapos sucios. Se teme ese «ruido», que no gusta y enfada a Pedro Sánchez, profundice la sensación de disputa permanente en el Ejecutivo, de choque sostenido en el tiempo, inestabilidad, justo en un momento en el que, además, el presidente del Gobierno ha ordenado a los suyos defender y difundir la acción del Ejecutivo, sus medidas por encima de todo. Una estrategia que él mismo abanderará en el próximo debate sobre el estado de la Nación. Lo dejó claro el propio Sánchez en el Congreso, en un mensaje y una advertencia directa a sus socios: «Subrayar las diferencias y no las alianzas» desmoviliza a la izquierda. Y ahora se encuentra que su interlocutora en la coalición es quien airea estas diferencias".
A todas estas, la encuesta del día viene en El Confidencial. Este es su reparto de escaños: PP, 128; PSOE, 95; Vox, 55; UP, 23; MP, Cs, 0. "Feijóo se dispara y PSOE y Podemos se hunden en plena crisis de la coalición" es el titular que acompaña a los números. El análisis es de Pilar Gómez e Itziar Reyero y dice así: "Los dos partidos que forman el Gobierno se están hundiendo de la mano en intención de voto. Quizás esta tendencia, que se ha acelerado tras la arrolladora mayoría absoluta de Juanma Moreno en Andalucía, explique que la tensión entre los socios de coalición haya llegado a su momento más álgido. La exigencia de la vicepresidenta Yolanda Díaz de convocar de manera “urgente” la Comisión de Seguimiento del pacto por el choque en el gasto militar evidencia una crisis que amenaza con hacerse crónica ante el calendario electoral de 2023. Tras las andaluzas, el PP, liderado por Alberto Núñez Feijóo, ha disparado sus expectativas electorales y en apenas unas semanas ha crecido cinco puntos en estimación de voto, hasta el 30,3%, lo que le otorga 128 escaños y una ventaja de 33 diputados sobre Pedro Sánchez. Según la última encuesta de IMOP-Insights para El Confidencial, el efecto arrastre de los comicios del 19-J confirma también el hundimiento de la izquierda, y en concreto de los dos partidos del Gobierno, PSOE y Unidas Podemos, que caen por debajo del 25% y del 10%, respectivamente".
Actualidad catalana. Laura Borràs, presidenta del Parlament y de Junts per Catalunya (JxCat) no dimite y se aferra al cargo como un percebe a la roca en medio del batir de las olas. Está acusada de cuatro delitos relacionados con la corrupción. A saber: prevaricación, malversación, fraude y falsedad documental. Todo ello por fraccionar 18 contratos para favorecer supuestamente a un amigo dedicado a actividades informáticas, falsificación de billetes y venta de estupefacientes.
María Jesús Cañizares detalla en Crónica Global cinco mentiras en el discurso exculpatorio de la presidenta de la cámara. Para empezar, "una revelación de secretos, una purga en la Consejería de Interior y un intento de cambiar la normativa del Parlament son algunos de los hechos omitidos o tergiversados por la presidenta de la Cámara", según esta información.
Lo llevan claro en ERC si piensan que prescindir de Borràs será fácil. Ella ya ha dejado claro que el reglamento de la propia cámara le importa menos que un higo. Ese controvertido punto 25.4 de las normas del Parlament dice exactamente que "en los casos en que la acusación sea por delitos vinculados a la corrupción, la Mesa del Parlament, una vez sea firme el auto de apertura del juicio oral y tenga conocimiento del mismo, debe acordar la suspensión de los derechos y deberes parlamentarios de forma inmediata. Si se plantean dudas sobre el tipo de delito o sobre el régimen de incompatibilidades aplicable a lo largo de la suspensión, es necesario el dictamen de la Comisión del Estatuto de los Diputados". Pero eso no va con ella.
Sin salir del Parlament, la Mesa se prepara para ejecutar en el pleno de este miércoles otro ejercicio de supuesta desobediencia de cara a la galería a cuenta del voto delegado del fugado Lluís Puig. La astucia consistirá, cuenta Sara González en Nació Digital, en que "el sufragi del dirigent de Junts serà comptabilitzat verbalment al ple per Borràs si no apareix al comptador electrònic. El dubte, però, és com serà registrat de forma oficial. La primera votació està prevista aquest dimecres al migdia. Segons els serveis de la cambra, l'acord assolit per la majoria independentista de la mesa --el PSC s'hi ha oposat-- passa per estalviar la intervenció dels funcionaris i, per tant, es votarà de la mateixa manera que es delegava el vot l'any 2019, quan no existia el vot a distància. En aquest cas, és la portaveu de Junts, Mònica Sales, l'encarregada de traslladar a l'hemicicle el vot de Puig".
Sociedad. Adiós al Covid-19, bienvenido Covid-22. La pandemia evoluciona y la nueva variante del coronavirus se muestra mucho más eficaz en su expansión. Del texto de Celeste López en La Vanguardia: "Sí, seguimos en pandemia, la de la covid, pero la enfermedad ha variado y ya tiene poco que ver con la de las primeras olas. La ómicron ha cambiado el panorama e, incluso, dentro de esta variante, la aparición de los linajes (BA.4 y BA.5), lo que lo ha complicado aún más porque casi no se parecen a los anteriores. No por gravedad, porque las vacunas siguen siendo un buen escudo, sino por la sintomatología y sus consecuencias".
Líneas después López aclara: "¿Es la actual ola diferente de las anteriores? Sí, asegura José Miguel Cisneros, microbiólogo del hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla. “Lo que estamos viendo ahora es otro tipo de enfermedad. El motivo de la hospitalización de personas con SARS-CoV2 ahora es la descompensación de una patología crónica, de manera que los casos con insuficiencia respiratoria y neumonía primaria que eran lo habitual al inicio de la pandemia y se prolongaron un año y medio ya no se ven”. Zapatero lo explica así: “Estamos en un momento de alta transmisión por BA.4 y BA.5, pero es el momento con menor número de pacientes en las ucis, y muy pocos con ventilación mecánica. Es una enfermedad distinta, debido al estado inmunitario de la población”".
6 de julio, santoral: María Goretti, Ciriaca de Nicomedia, Dominica de Tropea, Goar, Justo de Condat, Monena, Paladio de Escocia, Pedro Wang Zuolong, Rómulo de Fiésole y Sísoes de Egipto.