El paro ha bajado por primera vez de tres millones de personas desde 2008. La vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, presume de datos. Simboliza Díaz esa parte de la izquierda radical que es algo más seria que la de Garzón, el ministro de Consumo. Cien mil personas encontraron trabajo en mayo. El contraste entre la inflación y el funcionamiento del mercado laboral hace concebir esperanzas al Gobierno de surfear la crisis de la invasión rusa de Ucrania con un balance de daños económicos asumible.
Falta mano de obra en sectores como la hostelería o el campo. Tampoco hay los albañiles suficientes. El despegue de la pospandemia requiere de una fuerza de trabajo que vendrá del exterior. "Escrivá planea incorporar a miles de trabajadores extranjeros en el mercado laboral", reza el titular de apertura de El País. El texto es de María Martín: "Pequeña revolución en la política migratoria, que es de paso una pequeña revolución en la política económica. El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha puesto en marcha una reforma normativa que allana el camino para que los extranjeros puedan trabajar legalmente en España. La iniciativa, que implica modificar el reglamento de la ley de Extranjería, es un hito que potencialmente facilitará la vida de miles de inmigrantes, pero tiene una motivación fundamentalmente económica: que se incorporen a sectores donde la falta de mano de obra está estrangulando el funcionamiento de la economía".
Sigue la nota: "La normativa de extranjería actual, dicen fuentes gubernamentales, "no es suficientemente ágil para responder a los cuellos de botella en el mercado laboral". El transporte, el campo, la hostelería y la construcción son los sectores más afectados. El borrador de reglamento señala que la regulación actual fomenta la "incorporación irregular al mercado de trabajo", lo que supone "altos costes sociales, económicos y de gestión"".
En el plano político, el independentismo ha abierto un nuevo frente de agravio y reclama más inversiones y que el Ejecutivo ejecute más porcentaje de los Presupuestos en Cataluña. Barra libre en la llorería, crujir de mandíbulas y rasgado de vestiduras. Efluvios de aquel "España nos roba" que tanta fortuna hizo entre el sector independentista de la sociedad catalana. Pues resulta que "La ejecución en infraestructuras en Cataluña calca la media estatal desde 2015", según advierte Crónica Global. La pieza viene con la firma de Raúl Pozo y arranca así: "La ejecución presupuestaria de los diferentes gobiernos que han desfilado por el Palacio de la Moncloa en los últimos años ha sido mejorable, en especial en lo referido al capítulo de infraestructuras, aunque no ha sido precisamente Cataluña la más perjudicada por esta circunstancia, pese a la aceradas críticas de la Generalitat en las últimas horas. Los números ilustran que la inversión real del Estado en Cataluña desde mediados de la pasada década es proporcionalmente idéntica a la media del conjunto de las comunidades autónomas. En concreto, la inversión real de las empresas públicas del Estado (que acaparan el grueso de las referidas a infraestructuras y transportes) en Cataluña desde 2015 suma un total de 3.970 millones de euros, lo que supone un 49,89% de la cantidad consignada a tal efecto en los diferentes Presupuestos Generales".
Y: "Por su parte, en este mismo periodo, la ejecución presupuestaria media en el conjunto de las Comunidades Autónomas fue del 49,84%, toda vez que en estos siete últimos años completos el Estado efectuó inversiones reales por valor de 24.720 millones de euros, frente a una cifra presupuestada que superó ligeramente los 49.595 millones".
Arranca la campaña electoral en Andalucía con unas encuestas muy favorables a Juanma Moreno Bonilla, el presidente de la Junta y aspirante por el PP a la reelección. La campaña de los populares gira en torno a si podrán gobernar sin el concurso de Vox. La izquierda parece no contar. "Alarma en el PSOE en Andalucía al verse incapaz de movilizar a su electorado", titula El Mundo. El texto es de Raúl Piña y Vicente Coll: "En el PSOE echaron la red, pero hace semanas que vieron que no atrapan votantes. Todos los cargos socialistas han repetido un mantra hasta la extenuación: «Si votamos, ganamos». Una llamada a la movilización del electorado de izquierdas que no está teniendo éxito y ha desatado las alarmas. Pronto constataron que el perfil de Juan Espadas, apuesta de Ferraz para destronar a Susana Díaz, no era competitivo, pese a su labor en el Ayuntamiento de Sevilla, frente a Juanma Moreno en valores como moderación o gestión. «Movilización masiva» repiten los alcaldes y cargos socialistas andaluces. Pero, según la demoscopia, no logran nuevos votantes. Es más, según el Centro de Estudios Andaluces (24,2% y 31-32 escaños) y el CIS (25,2% y 32-36 escaños) perderían respaldo respecto a 2018 (27,94% y 33 escaños), si bien no tantos escaños. Es más, la encuesta preelectoral del Centro de Estudios Andaluces señala que la participación respecto a 2018 subiría tres puntos, para situarse en torno al 60%, pero los socialistas no crecerían. Y eso que entre las elecciones de 2015 y las de 2018 medio millón de votantes se fueron a la abstención, la mayoría socialistas".
De vuelta a Cataluña, novedades paranormales sobre el proceso. Delirante interrogatorio a Víctor Terradellas, al que en sorna se ha llegado a llamar el James Bond de Puigdemont. Según Terradellas, Puigdemont se cagó (perdón) en las bragas cuando los rusos le propusieron traer diez mil soldados o invertir en bitcoins. Y al juez le entró una curiosidad escatológica y profunda sobre la naturaleza humana y sus excrementos. Del texto de Marta Lasalas en El Nacional: "Como se puede escuchar, durante el interrogatorio, el juez reprocha a Terradellas que está intentando "blanquear" la figura de Puigdemont, diciendo que no estaba de acuerdo con estas propuestas, pero añade "una cosa es eso y otra es que es va cagar a les calces". "Sí, sí, ría porque es para reír. Sé que, en catalán, no le diré quién, pero bien, una persona próxima a mí, me dice: no, es que la expresión en catalán 'es va cagar a les calces' referida a un hombre es como especialmente humillante, porque los hombres no llevan bragas, llevan calzoncillos. Entonces cuando se dice 'es va cagar a les calces', quiere decir, es que es una persona como débil, cobarde...", añade el juez, que hace una particular interpretación de la expresión. Acto seguido, el juez insiste: "¿Entró en pánico? Eso lo dijo más o menos, si quiere hablar fino se traduce esta expresión por, en vez de 'es va cagar a les calces', entró en pánico, y cuando uno entra en pánico se caga encima, ¿no?, pues ya está, ¿eh?". "Y como entró en pánico hizo la DUI, que suspendió y no se sabía qué hizo y se marchó en el maletero del coche," siguió en el interrogatorio".
Mientras tanto Terradellas reía. Ni Tarantino podría imaginar una interrogatorio de ese nivel.
Internacional. Se cumplen cien días de la invasión rusa de Ucrania y crece la alarma ante el riesgo cada vez más severo de una crisis alimentaria mundial. "Las exportaciones de trigo se reducen un 40% y disparan el proteccionismo", apunta La Vanguardia. Escribe Xavier Mas de Xaxàs: "La peor consecuencia de la guerra en Ucrania, más grave que el alza del precio de la energía, es el encarecimiento del trigo. El G-7 advierte del riesgo de una crisis alimentaria global y los conflictos, como recuerda António Guterres, secretario general de la ONU, hunden sus raíces en la falta de alimentos. En los últimos cuatro años ha crecido un 88% el número de personas en lugares donde el conflicto es la causa principal de la falta de alimentos. Cerca de 140 millones de personas viven ahora en regiones azotadas por las guerras y con severas dificultades para alimentarse. La invasión rusa de Ucrania ha empeorado la vida de estas y otras muchas personas en todo el mundo. Los alimentos básicos se han encarecido un 30% por el aumento del precio del trigo. La oferta está muy por debajo de la demanda y va a seguir estándolo durante bastante tiempo, según el último informe del Instituto Peterson de Economía Internacional. La crisis climática y la pandemia contribuyen a crear una “tormenta perfecta” que Rusia ha agravado".
3 de junio, santoral: Carlos Lwanga y compañeros, Cecilio de Cartago, Clotilde, Cono de Lucania, Davino armenio, Genesio de Clermont, Hilario de Carcasonne, Juan Grande, Kevin de Glendalough, Lifardo, Morando, Olivia de Anagni y Pedro Dong.