Test de soberanía. España y Portugal han mandado ya a Bruselas su propuesta para topar el precio del gas. Se supone que los eurócratas no dejarán en ridículo a los líderes políticos de la alianza ibérica en pro de la excepcionalidad peninsular. La intervención pública en el mercado gasista es la principal maniobra económica para contener la inflación. Se entiende que si el recibo de la luz baja a la mitad, el hecho tendrá consecuencias de calado en el resto de precios. No está escrito que eso tenga que ser así. El tope para el precio del gas, de 30 euros por megavatio hora, duraría hasta diciembre, según el plan hispano-luso.
Con la conmoción todavía en el ambiente por el dato de la inflación, ese 9,8% que no se daba desde 1985, se confía en que la rebaja de veinte céntimos en los carburantes y, sobre todo, en que el "desacople" del gas y la electricidad temple los precios y reduzca el galope inflacionista. En El País acentúan en un sumario que "Bruselas debe autorizar el pacto del Gobierno con Portugal para fijar un máximo del combustible, que tendría gran impacto en la factura eléctrica". El texto es de Ignacio Fariza: "Los gobiernos de España y Portugal han remitido a Bruselas una propuesta para limitar el precio máximo del gas a 30 euros por megavatio hora (MWh) para las centrales de generación eléctrica, frente a los más de 120 euros a los que cotiza ahora. Fuentes del sector calculan que esta medida rebajaría el precio medio del mercado mayorista de la electricidad —que se traslada directamente a las facturas de los contratos regulados, conocidos como PVPC— hasta los 120 o 130 euros por MWh, cuando en marzo la media fue de 284 por MWh. La propuesta hispanolusa, que responde a la “excepción ibérica” en el mercado energético que acordó el Consejo Europeo, no llevaría aparejado un aumento del déficit de tarifa ni tendría impacto en las cuentas públicas, pues sería absorbido por el sistema. En Bruselas, que debe autorizar la medida, se teme que si esta cuaja y logra rebajar el precio de la luz, otros países quieran sumarse a la “excepción” prevista para Madrid y Lisboa".
A la espera del visto bueno de Bruselas, en España comienza el congreso extraordinario del PP que designará a Alberto Nñuñez Feijóo como presidente del partido conservador. Según una encuesta de El Mundo "el 80% de los votantes del PP ve a Feijóo el 'mejor posible' para presidir el partido". Viento de cola par Feijóo, pues. De momento ya ha designado secretaria general. Será Cuca Gamarra, exalcaldesa de Logroño y portavoz en el Congreso. Se vinculaba su figura con Casado, pero la dirigente ha sabido surfear sobre la crisis de su partido sin mojarse.
En La Razón, Carmen Morodo traza la previa del evento congresual: "La confirmación del nuevo tiempo se notará en el organigrama y también en el posicionamiento del PP en el tablero de la oposición. No habrá acercamientos a Vox, para luego romper abruptamente con ellos como hizo el equipo anterior en la moción de censura a Sánchez. El calendario obliga a que Feijóo se ajuste desde ya a un escenario electoral en el que, por más que lo nieguen en Moncloa, el PP asume que debe estar preparado para una convocatoria de generales fuera de plazo. Feijóo tendrá nuevos portavoces en el Congreso, en el Senado y en el Parlamento Europeo. También quiere renovar las caras que le representan en dos puntos territoriales claves, Cataluña y País Vasco. La situación del partido en estos enclaves es dramática, frente a un Feijóo que viene de un feudo, como el gallego, en el que la existencia de partidos nacionalistas no ha impedido que acumule cuatro mayorías absolutas".
Al respecto de Cataluña en Ok Diario se da por sentado que cae Alejandro Fernández y que su sustituta será Dolors Montserrat.
Todavía quedan en los medios ecos de la "conspiración" que terminó con el mandato interno de Casado. "Feijóo y Rajoy llamaron a dirigentes del PP para pedir la cabeza de Casado y precipitar su caída", se afirma en Vozpópuli. La pieza es de Jesús Ortega y arranca así: "Alberto Núñez Feijóo, Mariano Rajoy y Pablo Casado protagonizarán este viernes, junto a José María Aznar, una de las fotos más esperadas del congreso extraordinario: la del nuevo presidente del PP junto a sus tres predecesores. El objetivo es dar una imagen de unidad que se desquebrajó en los días previos al comité de dirección en el que Casado empezó a asumir el final de su mandato. En el fin de semana previo a ese cónclave, y también durante ese lunes tanto Feijóo como Rajoy contactaron con importantes cargos del partido para precipitar la caída del presidente e iniciar, cuanto antes, una nueva etapa. Así lo confirman a Vozpópuli integrantes del comité de dirección saliente y cargos del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, que conocen de primera mano las llamadas realizadas por el expresidente del PP y el futuro presidente. En apenas 72 horas, las que van del sábado posterior a la cumbre de Casado y Ayuso en Génova al lunes de la reunión de la ejecutiva del partido, se produjeron un número significativo de llamadas telefónicas que acabaron con el anuncio de una junta directiva nacional para convocar un congreso extraordinario urgente".
Internacional. "Alemania, Francia e Italia se plantan ante Putin y aseguran que pagarán el gas en euros", avisa el Abc. Qué bárbaros alemanes, franceses e italianos. En vez de no pagar, pagarán en euros y no en rublos. Tremendos estos occidentales. Escribe en el diario monárquico Rosalía Sánchez: "El canciller alemán, Olaf Scholz, confirmó este viernes que Alemania seguirá pagando en euros el gas ruso, a pesar de las últimas declaraciones de Putin, en las que amenazaba con cortar el suministro a los países ‘no amistosos’ que se nieguen a pagar en rublos, en cumplimiento del decreto que acaba de firmar y que contempla la suspensión de las ventas de gas a los compradores que no paguen en moneda rusa. Putin presentó ayer en un discurso televisado el nuevo decreto y agregó que la falta de pagos en moneda rusa daría lugar a la «detención de los contratos existentes». «El incumplimiento de estos pagos se considerará un incumplimiento del deber del comprador y tendrá todas las consecuencias necesarias», dijo".
Sigue el texto: "En una primera reacción a estas declaraciones, Scholz se remitió a la conversación telefónica que ambos mantuvieron en la tarde del miércoles, a petición del Kremlin, en la que Putin le explicó personalmente que promulgaría una ley según la cual las entregas de gas tendrán que pagarse en rublos a partir del 1 de abril, pero enfatizando que nada cambiará para los socios contractuales europeos, puesto que los pagos que les correspondan se seguirán realizando exclusivamente en euros y se transferirán como de costumbre a Gazprom Bank. Este banco, que no se ve afectado por las sanciones, será el encargado de convertir el dinero en rublos en una subasta en la bolsa de valores de Moscú. No está todavía claro si esto significaría que los clientes europeos tendrán que pasar por el aro de abrir una cuenta en rublos, vender indirectamente euros o dólares en la bolsa de Moscú, o ingresar euros en una cuenta en rublos que serían transferidos al cambio a Moscú. En cualquier caso, se trata de un enjuague aparentemente improvisado por Putin para poder seguir vendiendo gas a Europa a pesar de la negativa a cumplir su decreto, que según fuentes del Gobierno alemán ha sido anunciado «como parte de la propaganda interna» y establece incluso que los compradores están exentos del procedimiento con la bendición de una comisión del Gobierno ruso, por lo que el Kremlin mantiene abiertas varias posibilidades".
La prensa acentúa las disensiones internas en el bando ruso. Es el nuevo filón mediático. Tras unas semanas blandiendo la teoría de que Putin está chalado ahora llega el Putin aislado, engañado por sus subordinados y con el Kremlin medio en llamas. "Putin se enfrenta a una insurrección en su propio ejército, según la Inteligencia británica", es el llamativo titular de una crónica de Carlos Fresneda en El Mundo: "El presidente ruso, Vladimir Putin, podría estar haciendo frente a actos de autosabotaje y a una creciente insurrección en su propio ejército en Ucrania, según ha revelado Sir Jeremy Fleming, uno de los máximos responsables de los servicios de Inteligencia británicos, al frente del Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno (GCHQ). "El comando y el control de las operaciones son en un completo caos", declaró Fleming en un discurso en la Universidad de Canberra en Australia. "A los soldados les faltan municiones y están con la moral muy baja. No obedecen órdenes, están saboteando sus propios equipos e incluso han llegado a derribar accidentalmente uno de sus aviones"".
Continúa la nota: "Según Fleming, el presidente ruso ha cometido "un grandísimo error de cálculo" con la invasión. El director del GCHQ aseguró que Putin "no anticipó la resistencia del pueblo ucraniano, sobreestimó la capacidad de su ejército para una victoria rápida y subestimó la fuerza de la coalición contra sus intereses y el impacto de las sanciones económicas en su régimen". Fleming advirtió de que Putin está perdiendo su "guerra personal" y que está siendo incluso engañado por sus altos mandos militares, que no le informan sobre los fiascos en la campaña. La OTAN estima que el ejército ruso ha perdido entre 7.000 y 15.000 soldados en el primer mes de guerra (aunque oficialmente sólo se han reconocido 1.800 bajas). El ejército ruso está usando crematorios móviles o incluso abandonando los cadáveres de sus soldados en el campo de batalla, según el Gobierno ucraniano".
De vuelta a España y más concretamente a Cataluña, a Vicent Sanchís le quedan quince telenotícies como jefe de TV3, según explica Antoni Maria Piqué en El Nacional: "Un Consejo de Gobierno de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA) relevará el 15 de abril a los directores de TV3 y de Catalunya Ràdio, Vicent Sanchis y Saül Gordillo, y a los jefes de informativos de ambos medios públicos, David Bassa (TV3) y Francesc Cano (Catalunya Ràdio), según han confirmado fuentes del Govern y de los partidos implicados en las negociaciones. Hay una mayoría en favor de esta decisión, compuesta por los consejeros del PSC (Lluís Garriga, Gemma Ribas y Carme Figueras) y de Junts (Àngels Ponsa, vicepresidenta, y Pep Riera). Interinamente, pues, la dirección de TV3 pasará a Sigfrid Gras, el número dos de Sanchis, y la de Catalunya Ràdio, a Jordi Borda, número dos de Gordillo. Las direcciones de informativos quedarán a cargo de alguien del actual equipo. Los dos consejeros restantes, nombrados a instancias de Esquerra Republicana, Rosa Romà —presidenta del Consejo— y Lluís Noguera, apoyarán la medida que se negoció durante todo este jueves a pesar de que preferían hacer el relevo una vez definido y convocado el procedimiento público por el cual se tienen que proveer estos dos cargos y no antes, y también porque los republicanos quieren retocar el organigrama de cargos, una "segunda capa" de los acuerdos".
1 de abril, santoral: Hugo de Grenoble, Agape, Celso, Gilberto de Caihness, Pedro Calungsod, Quionia, Valerio de Lauconay y Venancio y compañeros.