Ucrania, 18 días bajo las bombas. La diplomacia no funciona con Putin. Se filtran purgas en el Kremlin. Vladimir Vladimirovich culpa a sus servicios secretos de haber elaborado informes erróneos sobre la capacidad de resistencia de las fuerzas ucranianas. El fracaso de la guerra relámpago, el impacto de las sanciones económicas, las dificultades de los oligarcas rusos para desarrollar negocios y "dolce vita" fuera de Rusia, ese Zelensky que ha resultado ser un titán... Las "buenas" noticias para Putin son las masacres de civiles y que sus tropas ya rodean Kiev y preparan un asedio brutal. Sin embargo, cunde la impresión de que la capital de Ucrania se va a convertir en el último Stalingrado. En el penúltimo perdieron los invasores.
En España, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha retrasado su viaje a La Palma para no coincidir con el Rey. Mientras tanto, ERC sienta las bases de su conversión en la nueva Convergència del peix al cove y el pollo a'last, ese nacionalismo de qui dia passa, any empeny. Por otra parte, Alberto Núñez Feijóo, a la sazón presidente de la Xunta y presidente in pectore del PP, coincidirá hoy con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la cumbre de La Palma. Dicen que Feijóo exigirá a Sánchez una bajada general de impuestos. Estilo tecnocrático.
De vuelta a la invasión. En su crónica para El Mundo Quico Alsedo subraya las estériles conversaciones de Emmanuel Macron y Olaf Scholz con Putin, que se niega a aceptar un alto el fuego. Del texto de Alsedo: "Vladimir Putin va poco a poco estrechando cada vez más en torno a Kiev la tenaza del ejército ruso, ya a unos 25 kilómetros de la capital y avanzando, mientras el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, casi le retó este sábado en declaraciones a varios medios: "Va a tener que arrasar Kiev y matar a sus habitantes si quiere tomarla. Si es su meta, dejadle que venga". Es la dialéctica, del todo o nada, en la que poco a poco se va instalando la invasión rusa de Ucrania, ya en su décimo octavo día y en una espiral francamente negativa, conforme la superioridad de medios rusa, con un ejército desproporcionadamente mayor que el ucraniano, no termina de plasmarse en hechos".Continúa la pieza: "Así, y con un cada vez más cercano asedio de la capital -este sábado Rusia destruyó el aeropuerto de Valsylkiv, a 40 kilómetros-, además de ciertos avances de la agresión en sur y este, pero ninguno en el frente de la diplomacia: Emmanuel Macron y Olaf Scholz, primer ministro francés y canciller alemán, respectivamente hablaron por espacio de 75 minutos con el presidente ruso y transmitieron luego que las posibilidades de un alto el fuego son, hoy por hoy, cero. Mientras, los ucranianos del este sufren un importante castigo -con mención especial para Mariupol, cuyos habitantes llevan días bebiendo el agua de la lluvia, según algunos testimonios-, y la inquietud empieza a calar en los del oeste, que comienzan a recibir esporádicos misiles enviados desde la cercana y pro Kremlin Bielorrusia: en Leópolis, donde la gente ya ni siquiera se levanta por la noche para esconderse al escuchar las sirenas de ataque aéreo".
Zelensky pide armas y Putin amenaza con bombardear los convoyes con el material de guerra occidental. Biden, Borrell y demás actores de la crisis bélica alertan sobre el riesgo de una III Guerra Mundial combinada con una emergencia nuclear.
En el plano económico, El País anuncia que "España se prepara para una economía de batalla" y que "El conflicto desarma todos los planes y requerirá una enorme inversión pública". Escribe Carlos E. Cué: "La nueva normalidad duró apenas un par de meses en La Moncloa. Justo cuando los datos empezaban a ser muy positivos y el Ejecutivo enfocaba la segunda parte de la legislatura con la recuperación ya tomando ritmo de crucero, la guerra en Ucrania ha provocado que el Gobierno vuelva al modo de alarma total similar al de 2020. La economía no se ha parado por completo como entonces, pero todos los interlocutores del Gobierno trasladan una gran preocupación. Ya hay empresas que están parando porque les faltan materiales y otras que se lo están pensando por los precios disparados de la energía. El presidente, Pedro Sánchez, no ha ocultado la gravedad de la situación, que parece ir para largo".
Sigue la nota: "Mientras él prepara una ronda de viajes europeos para convencer a los socios de que hagan algo ya para poner topes a los precios de la electricidad y cambiar un mercado energético descontrolado, sus ministros multiplican gestiones para intentar paliar lo que viene: un frenazo importante, sobre todo en algunos sectores. De nuevo, como en la pandemia, el Ejecutivo prepara toneladas de dinero público para salvar trabajadores, empresas y personas especialmente vulnerables. De la economía hibernada en pandemia se pasa a una economía prácticamente de guerra pese a que el conflicto esté a cuatro horas de avión de Madrid".
Como los ricos también lloran, Crónica Global destaca el "éxodo" de los potentados. "Llegan 'los otros refugiados': la clase alta abandona Rusia ante la amenaza de cierre de fronteras" es el titular de lapieza que firman Ignasi Jorro y Víctor Recacha: ""¿Por qué solo has comprado un billete de ida? ¿No vas a volver para defender a tu país?" Preguntas como estas forman parte del interrogatorio de 20 minutos al que se ven sometidos los rusos que han decidido abandonar su tierra tras la invasión de Ucrania. Se añaden a los ucranianos con dinero que, lejos de los focos, se establecen en la costa de Barcelona mientras duran las hostilidades. En los principales aeropuertos de Rusia, cada vez se forman colas mayores: las mujeres y los niños logran cruzar los controles de forma rápida, pero los hombres se encuentran mayores dificultades. Muchos temen que el Kremlin puede llegar a cerrar las fronteras a los varones adultos en las próximas semanas, tal y como ya ha hecho el país invadido".
Continúa la pieza un párrafo después: "El hecho de que Europa haya dado la espalda a la población rusa, con sanciones cada vez más duras y restricciones en la concesión de visados, ha complicado el éxodo de aquellos que tratan de huir. "Todos esperamos que no cierren las fronteras, pero mucha gente está abandonando el país, sobre todo para ir a Georgia, Armenia y Turquía, porque no necesitamos un visado y podemos permanecer allí legalmente durante un año", señala un periodista de Moscú que también se ha planteado escapar por temor al régimen de Vladimir Putin".
El desastre económico mundial ya está consumado. Hay un desplazamiento general de placas y ejes. "La invasión de Ucrania alumbra una nueva Guerra Fría económica entre los bloques de China y EEUU", apunta El Diario, que incluye un nuevo término en el diccionario de las catástrofes: "El ‘decoupling’ o el abandono del ensamblaje que ha mantenido unidos los ciclos de negocios de EEUU y China empieza a tener visos de realidad". El análisis es de Ignacio J. Domingo: "Vladímir Putin y Xi Jinping lo propagaron en Pekín a los cuatro vientos en su primera reunión presencial, a comienzos de febrero, veinte días antes del inicio de la invasión rusa de Ucrania: no hay límites en la entente cordiale de dos enemigos irreconciliables durante las largas décadas de Guerra Fría en el entonces denominado bloque comunista oriental. Es una alianza que han forjado ambos jefes de Estado a lo largo del último lustro, sin prisa pero sin pausa, al más puro estilo confucionista, pero de indudable pragmatismo. Así lo revelan las maniobras militares conjuntas y los pactos de cooperación económica o de desarrollo tecnológico y espacial entre ambas potencias nucleares desde el estallido de las hostilidades arancelarias auspiciadas desde la Casa Blanca de Donald Trump. Este partenariado ha coincidido con el emblemático aniversario de la restauración de las relaciones bilaterales entre EEUU y China hace medio siglo".
Y: "Otro botón de muestra de que el concordato entre los presidentes de Rusia y China parece resistente es la ruta del gas y el petróleo ruso hacia el gigante asiático, al que la Administración Biden sondea imponer nuevas restricciones comerciales. Durante la celebración de los recientes Juegos Olímpicos de Invierno, Gazprom inició el envío por nuevas rutas de transporte a China de 10.000 millones de metros cúbicos (10Bcm) de gas desde el gaseoducto Far East. El acuerdo es para los próximos 25 años y entrega en las regiones del norte de China, lo que hace “estratégicamente atractivo el proyecto” para el régimen de Pekín, explica Ron Smith, de BCS Global Markets a Bloomberg, porque supone una “clara alternativa de abaratamiento de costes al casi prohibitivo precio del gas natural licuado”".
Así, las cosas, el retrato electoral del instante en la parte española del solar ibérico viene en Vozpópuli. Estos son los datos de su encuesta: PSOE, 101 (26,3%); PP, 98 (23,5%); Vox, 78 (20,4%); UP, 26 (10%); ERC, 12 (3,2%$); MP, 4 (2,6%); JxCat, 8 (2,2%); PNV, 6 (1,5%); Otros, 17 (12,9%).
Sostiene el titular que "El PSOE supera al PP, pero el auge de Vox 'blinda' la victoria del bloque de la derecha". El análisis es de Marina Alías y arranca así: "El PSOE superaría en tres escaños al PP si hoy se celebrasen elecciones generales. Y Vox se dispara. Así lo refleja la encuesta realizada por Hamalgama Métrica para Vozpópuli entre los días del 3 al 9 de marzo, periodo que coincide con el cierre de filas en torno a Alberto Núñez Feijóo después de que Pablo Casado accediese a convocar un congreso extraordinario. Aunque el PSOE acusa desgaste y pasa de los 120 diputados que logró en los comicios del 10 de noviembre de 2019 a los 101 escaños de ahora, es la primera vez que los socialistas adelantan al PP en la serie de sondeos publicada por este diario. La guerra entre Casado y Ayuso hace mella a los 'populares'. Sin embargo, el leve avance del PSOE no es suficiente para reflotar el bloque de la izquierda, pues la fuga de votos del PP va a parar a las urnas de Vox. Santiago Abascal lograría 1.200.719 papeletas más que el 10-N disparándose hasta los 78 escaños en el Congreso de los Diputados. La suma de PP y Vox daría los 176 diputados que necesita cualquier partido que aspire a gobernar con mayoría absoluta".
13 de marzo, santoral: Cristina, Ansovino, Eldrado, Pientio, Ramiro y compañeros mártires y Sabino de Egipto.