Horror en las residencias de ancianos y apoyo al Rey
La segunda ola está provocando más muertes en las residencias que la primera en Andalucía, Asturias, Baleares, Canarias, Cataluña, Galicia y Murcia. El discurso del Rey gustó al 64% de la audiencia.
26 diciembre, 2020 08:49Sant Esteve. Prosiguen las celebraciones familiares. Según la tradición gastronómica, hoy es el día de los canelones, cocina de aprovechamiento de la carn d'olla. El Procicat tema un repunte de la ola vírica tras el inevitable contacto social de las últimas horas y alerta de que lo peor está por venir. Según los datos oficiales, ha habido 2.958 contagios y 49 defunciones en las últimas 24 horas. El riesgo de rebrote ha subido diez puntos, hasta los 345, una cifra en la zona roja. En el cómputo global de Cataluña, han padecido la enfermedad 383.743 personas, de las que 16.796 han fallecido. La buena noticia es que mañana comienza la vacunación. Se inocularán 1.595 dosis en varias residencias de ancianos.
El impacto de la pandemia en esos centros ha sido demoledor. En El País, I. Domínguez y M. Sosa Troya escriben una dura crónica sobre lo que ocurrió en las residencias: "Algunos de los testimonios son casi relatos de terror: “Mi padre era piel y huesos. Sus últimas palabras fueron: ‘Sácame de aquí, hay muchos muertos”. Este es el relato de Pedro, nombre ficticio de uno de los denunciantes de la residencia Elder de Tomelloso, en Ciudad Real, que prefiere no revelar su identidad: “El 8 de marzo me dijeron que mi padre tenía fiebre, pero no me dejaron hablar con él. Luego no cogían el teléfono. De repente un día aparece en rueda de prensa un alto cargo de Castilla-La Mancha [el director general de Salud Pública, Juan José Camacho] diciendo que en la residencia no había ni EPIS, ni protocolos, ni médico, nada. Así que lo sabían todo, y espero que lo confirmen en el juicio. Me quedé de piedra. Yo vivo lejos y estábamos confinados. Me llamaron el día 20 para decirme que mi padre había dado positivo. Solo el 27 pudimos hacer una videollamada, y no me quito la imagen de la cabeza: mi padre era piel y huesos, como de un campo de concentración. Fueron dos minutos, no aguanté más. Sus últimas palabras fueron: ‘Sácame de aquí, hay muchos muertos’. Pregunté con qué le estaban medicando, y me dijeron que con nada. No me dijeron si había un médico. En un hospital quizá se podía haber salvado, pero no le dejaron ninguna posibilidad. ¿Por qué no lo llevaron? ¿No tenía derecho a vivir por tener 92 años? Yo no dormía de la ansiedad, pensaba que yo era el culpable de la muerte de mi padre. No puede ser que viviera una guerra civil, una dictadura, y muera en una democracia como en una guerra”".
La pieza cuenta también que "el director, de 31 años, desapareció tras el primer positivo, el 10 de marzo, y dejó a los trabajadores a su suerte, sin protocolo y sin material, según la denuncia de ocho familiares. El personal tuvo que comprar mascarillas en un bazar chino, 50 para 120 trabajadores. El médico solo iba dos horas, y al cuarto día también se fue de baja. El director estuvo en paradero desconocido, no pudo localizarlo ni el servicio de salud autonómico, el Sescam, afirman los denunciantes. Al quinto día, con diez muertos, por fin apareció, pero solo para decir en Facebook que todo iba bien con las etiquetas “StopBulos” y “StopMaldad”. En seis días murieron 15 personas y el centro fue intervenido por el Gobierno de Castilla-La Mancha. Hasta junio fallecieron 74 ancianos, según el Ejecutivo regional. En otra residencia que está al lado y tomó medidas murieron ocho personas. La Fundación Elder, entidad sin ánimo de lucro propietaria del centro, no ha querido dar su versión".
En El Diario otra pieza abunda sobre la mortalidad de las personas mayores en España. "Siete comunidades registran ahora más muertes en residencias que en la primera ola de COVID-19" es el titular de la nota que suscribe Mónica Zas Marcos: "Más de 26.366 personas han fallecido en una residencia de mayores desde el comienzo de la pandemia. El que fuera epicentro de los daños en la primera ola ha vuelto a convertirse en uno de los principales puntos de transmisión de la enfermedad a finales de este 2020. Son siete las comunidades autónomas que registran desde junio más fallecidos que en el periodo anterior, el más letal de la crisis de la COVID-19: Andalucía, Asturias, Baleares, Canarias, Catalunya, Galicia y Murcia, que prácticamente lo iguala".
Sigue el texto: "Según los datos aportados por cada comunidad autónoma —salvo Madrid, que no los actualiza desde septiembre— y recogidos por elDiario.es, la mortalidad total de este colectivo se ha reducido mucho en esta segunda fase de la pandemia, pero hay regiones donde la incidencia se ha multiplicado. Hace poco más de un mes, la Secretaría de Estado de Derechos Sociales publicó por primera vez una estimación oficial de muertes en estos centros hasta el 23 de junio: 20.268 personas, lo que suponía el 44% de la mortalidad total de la población y un incremento notable respecto a los cálculos previos realizados por el Gobierno (que rondaban las 18.000)".
Antes de la pandemia se presumía mucho en España de la esperanza y calidad de vida. Entre ola y ola no parece que haya cambiado nada en las residencias de ancianos y ninguna instancia política, ni gobernantes, ni partidos, parece tomar en consideración el asunto del abandono de nuestros mayores en asilos que no cumplen los mínimos requisitos sanitarios y de humanidad, que son un mero negocio, un aparcamiento de abuelos.
Política. "El mensaje del Rey gustó al 64% y una gran mayoría vio "adecuada" la alusión a la conducta de su padre" titula El Español. Se trata de un sondeo de urgencia que revela un alto grado de aceptación del monarca. Escribe Alberto D. Prieto: "Según los datos del sondeo de SocioMétrica para El Español, el mensaje gustó a casi dos tercios de los ciudadanos (un 63,8%). El dato es muy revelador y, sobre todo, representativo, porque el sondeo confirma el interés que había suscitado el discurso, ya que hasta el 84,8% de los encuestados vio o escuchó el discurso del Rey. Además, si bajamos al desglose por recuerdo de voto, sólo entre los simpatizantes de Unidas Podemos es mayoritario el rechazo al mensaje de Don Felipe (76%), en contraste con los seguidores de su socio en el Gobierno de coalición: a los votantes del PSOE les gustó (47,5%) más que les disgustó (44,6%). En los partidos del centro y la derecha, las cifras de aprobación son abrumadoras entre el 91,3% del PP, el 87,7% de Ciudadanos y el 81,9% de Vox. Hasta los abstencionistas lo apoyan (72,2%)".
Pero el mensaje real también ha suscitado críticas fuera del ámbito del podemismo cabalgante. Alejandro Vara en Vozpópuli se muetra inclemente. Considera que la intervención fue blanda, inspirada sin duda por la factoría de contenidos de Iván Redondo. Arranca así el texto: "Presentado como el 'discurso más difícil de su reinado', resultó ser uno de los más melifluos e irrelevantes, dadas las tremendas circunstancias que nos toca vivir. Esto es, con un país al borde de la quiebra, con una economía agónica, desbaratada y sin futuro (los organismos internacionales nos sitúan a la cola de todos los furgones de cola). Por no hablar de los 70.000 muertos que el Gobierno desprecia e ignora. Fue un discurso más. La tópica palabrería emotiva y vana de Nochebuena emitida desde el despacho de la Zarzuela".
Apunta Vara además que "está rodeado el Monarca de un sólido equipo que, curiosamente, confía en que ofrecer un perfil mesurado, discreto, silente y casi ausente del Monarca, será el salvoconducto para evitar contratiempos y asegurar la continuidad de la Institución. Una estrategia que se antoja un tremendo error. Ni Sánchez cree en nada más que en convertirse en presidente de la República ni sus cofrades de Frankenstein piensan en otra cosa que en derribar la monarquía, principal sostén del edificio de la Transición".
La intervención del Rey provocó duras críticas en el independentismo, donde gracias al monarca fueron por una vez todos a una, según el apunte de Bernant Surroca en Nació Digital: "La legislatura ha deixat pocs moments d'unitat independentista, i més aviat ha estat marcada pels retrets i l'agror entre partits. Junts i ERC comparteixen objectiu però proposen camins diferents, i hi ha pocs elements que actuïn d'aglutinadors. Encara menys quan hi ha una campanya electoral a l'horitzó. Avui [por ayer 25 de diciembre], però, l'independentisme ha signat una treva per criticar de manera unànime el discurs de la nit de Nadal de Felip VI. Unes paraules que van passar de puntetes pels casos de corrupció que esquitxen el seu pare -fugat als Emirats Àrabs des de l'estiu- i va fer intocable, una vegada més, la Constitució i el règim de 1978".
Si el Rey tiene problemas no menos su archienemigo Pablo Iglesias, a quien piensa denunciar el abogado Calvente por la acusación archivada de acoso sexual, según cuenta en Vozpópuli Luca Constantini: "El exabogado de Podemos José Manuel Calvente está barajando acudir a los tribunales para defender su derecho al honor después de que la Audiencia Provincial de Madrid haya confirmado el archivo de la querella presentada por Marta Flor por presunto acoso sexual, laboral, hostigamiento, coacciones y lesiones. Según las fuentes de Podemos consultadas por Vozpópuli, el letrado todavía no ha decidido la vía de su demanda, pero sí se está planeando pedir responsabilidades a Pablo Iglesias y a otros dirigentes por sus acusaciones en los últimos meses. (...) Calvente fue despedido por Podemos hace un año, tras una polémica que llegó a los medios de comunicación y acusaciones de acoso sexual que pronunciaron miembros destacados del partido. Entre ellos del propio secretario general, Pablo Iglesias, quien desde el Congreso habló el 6 de diciembre de 2019 de “acoso sexual muy grave”, después de retar a los abogados cesados acudir a los tribunales si, tal y como ellos afirmaban, el partido había actuado de manera delictiva en la reforma de la nueva sede, la contratación de la campaña electoral y los sueldos recibidos por miembros de la cúpula morada".
Reformas en la Moncloa, pero del hogar presidencial. Pedro Sánchez se gasta 64.700 euros en los jardines de la residencia oficial, según una información de Marina Pina en El Mundo: "Pedro Sánchez parece haber puesto especial interés en esas zonas comunes desde que llegó al poder el 2 de junio de 2018. Lo primero que hizo fue cambiar el colchón, costumbre de todos los presidentes. A continuación, una mano de pintura por 41.589,03 euros y reacomodar muebles de las zonas privadas. Sánchez, además, se preocupó por poner los jardines a punto. Primero, el presidente del Gobierno invirtió 23.835 euros en las obras de reparación del estanque que hay en Moncloa".
Continúa Pina: "Todos estos datos son públicos y se pueden consultar en el portal de Contrataciones del Estado. En estos dos años y medio en el Palacio, han sido varias las empresas con las que ha contado el presidente para distintas reformas. En 2018, Sánchez se gastó 41.589,03 euros en pintar, 16.000 en la copa de Navidad y 8.211,78 en plantas para los jardines. En 2019 fueron 9.020,56 euros los que se destinaron al mantenimiento de los jardines y 8.591 para la instalación de unos toldos en el edificio. A lo largo de este año de pandemia, además de los ya citados 23.835 euros en las obras de reparación del estanque, el presidente ha solicitado una reforma de reordenación del arbolado de los jardines, con un coste de 18.619,60 euros. Además de llevar a cabo unas obras de reparación y sustitución en la red de agua potable de todo el complejo por 28.742,73 euros".
26 de diciembre, santoral: San Esteban, el primer mártir del cristianismo. Arquelao, Dionisio papa, Eutimio, Zenón obispo y Zósimo papa.