El coronavirus no da tregua y los científicos empecinados predicen abruptos rebrotes de la pandemia en un futuro inmediato. A mayor abundamiento, los Estados Unidos han decidido acaparar el medicamento remdesivir, eficaz para paliar los efectos del virus. El órdago estadounidense genera oleadas de desconfianza en la Unión Europea. Las viejas alianzas y equilibrios globales se quiebran. La política internacional ya no es lo que era. Media Europa se alinea con China a pesar de la brutal represión en Hong Kong. La otra media da la espalda a los Estados Unidos porque considera que Trump es un macarra en rusticolandia.
En España, el ministerio de Sanidad asegura que se dispone de la cantidad necesaria del citado remdesivir para afrontar una nueva oleada del coronavirus. Grata previsión, aunque según anota el diario El País, en el ministerio no quieren ofrecer detalle alguno sobre la dimensión de tal stock. Del diario de Prisa es también la información sobre la gira que prepara Pedro Sánchez por las Europas para atar la creación de un fondo paliativo. Está dispuesto a llegar hasta Holanda y Suecia, países que en la absurda retórica comunitaria se definen como "frugales".
La pieza es de Carlos E. Cue, que escribe: "Los líderes europeos intensificarían así sus contactos con vistas a la cumbre de los días 17 y 18 de julio, la primera de los 27 que se celebrará de forma presencial tras la pandemia. El mes de julio definirá buena parte del futuro político y económico de España. Y no será en el Congreso donde se juegue esa gran partida: allí poco a poco se va rebajando la tensión política, pero la verdadera batalla está ahora en otro lado. El presidente Pedro Sánchez se volcará en su agenda internacional durante los próximos días para rematar la negociación sobre el gran fondo europeo anticrisis. Sánchez está preparando visitas a Berlín, pero sobre todo a Países Bajos y Suecia —dos de los países más reacios— para allanar el camino de ese fondo, crucial para los países más golpeados por la pandemia. Esos viajes aún no están cerrados".
Sigue la nota: "Toda la agenda de Sánchez está concentrada en esta crucial batalla europea. El presidente del Gobierno está preparando la posibilidad de acudir a Alemania para ver a la negociadora clave, Angela Merkel —aunque aún no es seguro que ella quiera recibir primeros ministros en un momento en que tiene que mantener una cierta neutralidad al asumir la presidencia semestral de la UE—. También está intentando cerrar dos viajes más complicados: uno a Holanda, el país más duro, en manos del liberal Mark Rutte, y otro a Suecia, donde gobierna el socialdemócrata Stefan Löfven, también en el grupo de los llamados frugales, que se resisten a aceptar el gran fondo de reconstrucción".
En el plano nacional, los medios constatan la buena sintonía entre el PSOE y Ciudadanos, lo que da pie a benéficas teorías sobre una fácil aprobación de unos hipotéticos presupuestos. En El Mundo se asegura que a Ciudadanos no le importa que el Gobierno tenga tratos con los independentistas y prepare una nueva reunión de la mesa de diálogo. En La Razón se afirma que PSOE y Ciudadanos "reafirman su alianza de cara a los presupuestos".
Es la misma tesis que defiende Ana Belén Ramos en El Independiente. "Ciudadanos ve a Sánchez más cerca de ellos que de ERC tras negociar la reconstrucción" es el titular de la crónica de la que son estas líneas: "En Ciudadanos valoraron como un gesto 'muy positivo' el hecho de que el Gobierno moderase las exigencias económicas demandadas por el ala más izquierdista de la coalición en aras de alcanzar acuerdos para la reconstrucción y atraer no sólo a los naranjas, sino también el PP. En concreto, Podemos cedió aparcar el denominado como ‘impuesto a los ricos’ del documento conjunto consensuado con el PSOE, en el que tampoco hay referencias a asuntos espinosos, como la derogación de la reforma laboral, mientras se pasa de puntillas por las subidas fiscales que defienden especialmente en la formación morada. Todo ello a sabiendas de que, de no hacerlo, no sólo tendrían a Casado enfrente, sino que cerrarían el carril naranja para aprobar las cuentas públicas si la vía nacionalista se vuelve intransitable".
Sigue Ramos: "Y la formación que lidera Inés Arrimadas respondió al guiño de Sánchez con otro acto de buena fe, moderando en este caso su política fiscal y sus exigencias económicas para alumbrar el primer gran acuerdo entre ambas formaciones, que podrían ser la pista para negociar los Presupuestos. En concreto, en su plan para la reconstrucción económica, Ciudadanos transitó de la bajada fiscal generalizada a la revisión de algunos tributos, como el impuesto de sociedades. La buena sintonía entre PSOE y Cs contrasta con el alejamiento manifiesto de posturas con sus socios de investidura, no tanto con el PNV que se ha mantenido fiel a cambio de cesiones durante prácticamente toda la crisis, sino con ERC. Los republicanos escribieron unas conclusiones de máximos que ahora son prácticamente imposibles de cumplir por parte del Ejecutivo, con peticiones como la derogación «inmediata» de la totalidad de la reforma laboral o seguir adelante con la tasa a los ricos".
En El Confidencial, Fernando Garea sostiene una versión alterativa y asegura que "Sánchez utiliza a Cs y PP para presionar a ERC, y el Gobierno considera que no puede cerrar acuerdos con los independentistas hasta después de las elecciones catalanas". También escribe que "sí hay inquietud en algunos ministros sobre las noticias que apuntan a giros o cambios de posición para favorecer acuerdos con Ciudadanos y hasta con el PP y los desencuentros con ERC. Además, las conclusiones económicas de la comisión de reconstrucción del Congreso muestran la dificultad de la transversalidad de la que habla Sánchez para los Presupuestos; la incompatibilidad entre Ciudadanos y ERC; la imposibilidad de que el PP acuerde medidas económicas, y la necesidad de que Unidas Podemos sea forzado a renunciar a su programa para alcanzar acuerdos. Esto último ha sido posible en parte en esta comisión, pero no lo será en Presupuestos, según fuentes del partido de Pablo Iglesias, que explican, además, que Unidas Podemos ha votado enmiendas con partidos de izquierdas, frente a PP y Ciudadanos, como por ejemplo las referidas a subidas de impuestos para rentas altas o reforma laboral. De hecho, el PNV no ha apoyado esta vez las propuestas del Gobierno por inconcretas".
Continúa Garea: "Fuentes del núcleo duro del Gobierno explican que, en realidad, no hay cambio alguno, solo lo que llaman “guerra de posiciones”, para ver cómo llega cada uno y para preparar la decisión futura cuando se acerque el momento, teniendo todas las opciones abiertas. La idea sigue siendo pactar los Presupuestos con el bloque de investidura, pero manteniendo hasta entonces sobre la mesa la opción de Ciudadanos, machacando en la posibilidad de implicar al PP y, en todo caso, a la espera de acontecimientos como las decisiones de Europa y, sobre todo, las elecciones catalanas previstas para otoño. 'Con ERC, es imposible pactar nada hasta después de esas elecciones”, explica un destacado miembro del Gobierno. Y se refiere no solo a los Presupuestos para 2021 sino también a la llamada mesa de diálogo sobre Cataluña, sobre la que no ve posible avanzar'".
Cataluña. La Razón alerta del éxodo judicial debido al proceso independentista. Escribe Javier Gallego: "El clima político y social que ha creado el separatismo ha empujado en los últimos años a numerosos magistrados a huir hacia otros puntos de España: tanto es así que la autonomía concentra el 59% de las vacantes de jueces que hay en todo el país -de las 83 que hay en estos momentos, 49 corresponden a Cataluña-, según datos a los que ha tenido acceso este diario".
Sigue la pieza: "El goteo de marchas se ha hecho imparable en los últimos años. 2019 concluyó con la salida de 38 jueces y en este 2020, condicionado por la pandemia, ha habido un único concurso y se han contabilizado 8 bajas ya. En total, más de un centenar de jueces se han marchado de Cataluña en los últimos tres años -que coinciden con los más agitados del 'procés'-. La autonomía dispone de 829 jueces de los 5.593 que hay en toda España -el 14,8%- y tiene la segunda ratio de jueces más baja del país -9,6 por cada 100.000 habitantes-. Todo ello justo en un momento en que amenaza una avalancha de casos judiciales fruto de la crisis del coronavirus: existe, de hecho, un serio riesgo de colapso. En este sentido, se han suspendido en Cataluña alrededor de 75.000 vistas durante la pandemia que se deben de reubicar, mientras que la previsión es que la entrada de asuntos en juzgados de determinadas jurisdicciones –principalmente, social y mercantil, relacionadas con los efectos económicos que se pueden derivar de la emergencia sanitaria- se multipliquen".
Planeta Puigdemont. La prensa barcelonesa de papel anticipa que el residente en Waterloo está a punto de crear un nuevo a fin y efecto de tener el control absoluto de la maquinaria. El PDeCAT ya no es una opción. En La Vanguardia se ocupan de las maniobras del prófugo Àlex Tort y Josep Gisbert: "El proceso de ordenamiento de todo el espacio postconvergente podría empezar a resolverse, por lo menos en parte, este mismo mes de julio. Carles Puigdemont, la Crida Nacional y el PDECat no avanzan hasta ahora en una fórmula que les permita dejar de una vez por todas la atomización que sufren. El expresidente de la Generalitat tiene prisa para sacar adelante su proyecto, que pasa por unificar el mundo postconvergente bajo una sola marca: Junts per Catalunya (JxCat). Y sin esperar a lo que acabe decidiendo el PDeCat y su jefe de filas, David Bonvehí, según ha podido saber La Vanguardia, Puigdemont ya tendría una fecha prevista para la asamblea constituyente de su nuevo proyecto: el sábado, 25 de julio".
Continúa el texto: "La intención sería que en esta asamblea constituyente se escogieran la presidencia, las vicepresidencias y la dirección de la nueva formación, sin dejar de lado el nombramiento de un secretario general y de las secretarías de organización, de finanzas, de comunicación, de estrategia política, entre otros. Una vez elegida la ejecutiva del partido, esta tendría que definir la creación de un consejo nacional y los mecanismos de toma de decisiones. También se prevería la aprobación de un manifiesto fundacional, que incida en “la inclusividad” o “la radicalidad democrática” y que proyecte el “mandato del 1-O”, y que se habría hecho público días antes para generar adhesiones".
En El Nacional, Oriol March cuenta que "el PDECat es planteja utilitzar la marca electoral de JxCat si Puigdemont crea un nou partit", de modo que el expresidente se tendrá que sacar del magín otro nombre pues del JxCat está pillado legalmente por Bonvehí.
Por cierto, el 25 de julio, la fecha que baraja Puigdemont según La Vanguardia, es el día de Santiago, patrón de España, y fue también el día escogido por Jordi Pujol hace seis años para confesar que era un corrupto.
2 de julio, santoral: Aristón mártir, Bernardino Realino, Cresceniano mártir, Felicísimo mártir, Félix de la Campania mártir, Liberato abad y compañeros, Lídano de Sezze, Marcía mártir, Martiniano mártir, Monegunda de Tours, Otón de Bamberg, Proceso mártir, Sinforosa mártir, Suituno de Winchester, Urbano mártir y Vidal mártir.