Pirueta de Pedro Sánchez. En menos de 24 horas es capaz de pactar con Bildu, pactar con Ciudadanos y despactar con ERC y con Bildu otra vez. El presidente del Gobierno se mueve como pez en el agua en la incertidumbre, es un escurridizo charlie a las tres en el arrozal, un gobernante creativo al que la geometría variable le queda pequeña, muy pequeña. Los periódicos flipan con el último movimiento del líder socialista. En algunas portadas no se recoge la rectificación sobre la bocina, de modo que se quedan con la copla de que el PSOE pactó con Bildu la derogación integral de la reforma laboral del PP del año 2012. Pues no, eso era las once de la noche, pero una hora después sólo se iba a cancelar una parte de dicha reforma.
El sanchismo está provocando extrañas alineaciones planetarias. Ciudadanos vota con Bildu y ERC con Vox y el PP. El Congreso es un gallinero. Sea como fuere, Sánchez logró otra prórroga del estado de alarma haciendo el pino sin manos, doble mortal con tirabuzón que le salió por los pelos. Nada nuevo en la trayectoria del presidente, acostumbrado a currarse los apoyos en maratonianas sesiones de comida de oreja. España está en hibernación relativa hasta el 7 de junio. Luego ya se verá porque cada día tiene su afán y el Gobierno ni siquiera vive al día, sino al minuto.
En El Confidencial censuran la hiperactividad negociadora y pactista del presidente. La crónica corre a cargo de Javier G. Jorrín: "La política del Gobierno, lejos de ser meditada y relajada, responde a improvisaciones y giros inesperados, como bien quedó de manifiesto el miércoles. En un solo día, el Ejecutivo pactó la prórroga del estado de alarma con PNV y Ciudadanos rompiendo el bloque de la investidura, acordó con Bildu derogar íntegramente la reforma laboral de espaldas a los agentes sociales y, finalmente, rompió el pacto con Bildu y obligó a la formación vasca a aceptar un nuevo pacto que contempla solo cambios parciales en la reforma laboral. Un día de locos donde los haya".
Sigue la nota: "El acuerdo inicial del Grupo Socialista con Bildu, firmado por la portavoz socialista, Adriana Lastra, contemplaba la derogación total de la reforma laboral. Bildu celebró el acuerdo y sus líderes, como Arnaldo Otegi, celebraron públicamente el logro arrancado por la formación al Ejecutivo. "Cuando Bildu es decisivo, mejora la vida de la gente", tuiteó Otegi. La alegría duró bien poco, apenas tres horas, cuando el PSOE envió un comunicado de rectificación en el que modificaba íntegramente el texto del acuerdo y lo sustituía por el pacto de gobierno de Sánchez e Iglesias. El nuevo acuerdo con Bildu, a la espera de la reacción de la formación vasca, es una copia, palabra por palabra, del acuerdo de investidura firmado hace unos meses por el PSOE y Unidas Podemos".
Las idas y venidas y los pactos no pactos provocaron tal confusión en el Congreso que Adriana Lastra, firmante socialista del ¿acuerdo? con Bildu, se abstuvo en la votación del estado de alarma y dos diputados de Vox votaron a favor de Sánchez, según explican J. Guirado y S. Sanz en Ok Diario: "La portavoz del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados, Adriana Lastra, se ha confundido este miércoles en la votación de la quinta prórroga del estado de alarma y se ha abstenido cuando el resto de sus compañeros han votado a favor, según ha podido saber Ok Diario de fuentes parlamentarias socialistas. Una equivocación --así lo reconocen tales fuentes de su partido-- que resulta sorprendente cuando ella es la portavoz del grupo y quien ha defendido la postura del principal partido que sustenta al Gobierno durante el debate parlamentario. Fuentes próximas a Lastra aseguran, sin embargo, que no se trató de un error sino que no le funcionó el sistema pese a que ella se encontraba en el escaño para hacerlo de forma presencial".
Continúa la pieza: "De hecho, en la misma votación ha habido otros dos errores, en este caso de dos diputados de Vox, pero en ambos casos estos parlamentarios, José María Figaredo y Rubén Darío Vega, no se encontraban el hemiciclo y habían emitido su voto telemáticamente. Por su parte, Joan Josep Nuet, del grupo de ERC, ha vuelto a votar abstención, como ya hizo en la anterior prórroga, mientras que el resto de sus compañeros lo han hecho en contra, como avanzó su portavoz, Gabriel Rufián".
En El Diario Irene Castro resume la situación política al cabo de tan eléctrica jornada: "Entre el 18 de marzo y el 20 de mayo, además de dos meses, casi diez semanas de confinamiento, hay dos marcos políticos muy distintos. De un lado, el de la cooperación y la solidaridad resumidos en la unidad de acción en torno a un objetivo común que se visualizó el día que Pedro Sánchez acudió al Congreso en sesión informativa para pedir la ayuda de la oposición, de todas las fuerzas políticas, del mundo económico y de la ciudadanía para sumar esfuerzos frente a la pandemia. Y de otro, el del disenso, la bronca y la ruptura que deja la última sesión celebrada en el Parlamento. De fondo, en ambos está el combate contra la Covid-19 y sus consecuencias y el decretado estado de alarma con el que coordinar las respuestas socio-sanitarias. Las posiciones en el Congreso han ido virando desde el primer decreto que impuso el confinamiento. De tal modo que las sucesivas votaciones para las prórrogas se han convertido en un goteo constante de pérdida de apoyos para el Gobierno y en la ruptura de los bloques construidos en torno a la investidura de Pedro Sánchez".
Prosigue el texto un párrafo después: "Vienen curvas para Sánchez que, a tenor de las advertencias y el resultado de la votación, tendrá que tejer nuevas complicidades para reconstruir la confianza perdida. Hoy solo cuenta con los 155 votos que suman PSOE y Unidas Podemos, más los 10 Ciudadanos, 6 del PNV, 2 de Más País, 1 de CC, 1 de PRC y el de Teruel Existe. Y es que ERC, junto a Compromís, se sumó al 'no' de PP, Vox, JxCat y la CUP en un bloque heterogéneo que suma 165 actas. Por resumir las cuentas, le faltan 21 escaños para la mayoría absoluta. Y si quiere ganar votaciones para sacar adelante los presupuestos, que el Gobierno insiste en denominar de la reconstrucción, tiene que convencer a al menos seis diputados para que pasen del no al sí".
"El retraso en el pago de los ERTE pone contra las cuerdas a miles de familias" titula El País un suelto en el esquinazo inferior de su portada. La ministra de Trabajo, Yolanda Díez, presume de que todo el mundo ha cobrado, pero eso dista de ser cierto. Escribe Gorka R. Pérez: "Cuando se avista ya el tercer mes del estado de alarma por el coronavirus, el daño a los bolsillos de cientos de miles de trabajadores es más y más sangrante. La presentación de cerca de medio millón de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por toda España ha aliviado la situación de muchos de ellos, pero también ha generado problemas en la tramitación. Pese a los intentos por aligerar la carga de trabajo, muchos afectados siguen cobrar la ayuda. Casos como el de Sara, trabajadora de un bingo de Xirivella (Valencia) que se ha acogido a un ERTE y que lleva batallando por recibir su prestación desde el 14 de marzo, ponen de manifiesto las dramáticas consecuencias del atasco".
Sigue la pieza: "La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, aseguró el viernes pasado que el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ya ha reconocido y pagado en 33 días a 3,3 millones de beneficiarios de prestaciones por desempleo, y que quedaban por resolver 46.000 expedientes que se resolverían en los próximos días. 'No es cierto que se vaya a retrasar los pagos al 10 de junio por falta de liquidez', apostilló ayer o en el Congreso. (...) El relato del Gobierno contrasta con el de organismos como el Consejo General de los Colegios de Gestores Administrativos. Según una encuesta publicada ayer, este organismo estima que más de 900.000 trabajadores incluidos en un ERTE no habían cobrado la prestación por desempleo a mediados de mayo".
Crispación en las calles. Primer herido en un enfrentamiento entre contrarios y partidarios del Gobierno. De la nota de Luis F. Durán en El Mundo: "Un hombre de 34 años que protestaba contra el Gobierno de Pedro Sánchez ha resultado herido esta noche en el barrio de Moratalaz de Madrid, tras ser atacado a las 21.20 horas por varias personas de ideología contraria en el número 181 de la Avenida de Moratalaz. La víctima ha recibido un golpe en la cabeza con un objeto contundente durante una pelea y ha sido trasladada con pronóstico reservado por el Samur al Hospital Gregorio Marañón, según ha confirmado Emergencias Madrid".
Gustavo Eustache, presidente el foro de inmigración del PP de Madrid y emigrante venezolano recoge en su tuit precisas imágenes del disturbio que acabó con al menos ese herido.
Las protestas contra el Gobierno han llegado a Barcelona, según anota el ABC con el grandilocuente titular "El 'espíritu Núñez de Balboa' cuaja en Barcelona". Escribe Miquel Vera: "Una semana después de que los vecinos del madrileño barrio de Salamanca empezaran a salir a la calle para protestar contra el Gobierno, su causa ha llegado a Barcelona. Ayer unas doscientas personas se concentraron en el Paseo de la Bonanova, también con un elevado nivel de renta, para protestar contra el confinamiento. Muchos portaban cacerolas y banderas españolas".
Sigue el texto: "A escasos metros de quienes clamaban contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez, se reunió también un grupo autodenominado antifascista para increparles. Ambos colectivos quedaron separados por una veintena de agentes de los Mossos d'Esquadra. En algunos momentos la cacerolada y su contramarcha iniciaron breves escaladas verbales: los gritos de 'fuera fascistas de nuestros barrios' eran contestados con cánticos como 'yo soy español español'. La escena recordaba, en algunos momentos, las contracciones típicas del procés, ahora solapado con el confinamiento y el estado de alarma".
21 de mayo, santoral: Cristóbal Magallanes y compañeros, Hospicio de Niza, Mancio, Polieucto y Timoteo de Mauritania.