Sube de volumen la bronca en España a causa del coronavirus. La pandemia es pasto de insidias, navajazos y zancadillas, la tradicional guerra política pero elevada al cubo. Juego de tahúres con cartas marcadas, ases en la manga y cuchillos en la caña de las botas. Eso tan cursi de la "conversación pública" es en la piel de toro una refriega con cachiporras, sálvese quien pueda.
En este contexto y a pesar de todo hay quien cumple con su deber y no sólo hace lo que puede sino también lo que debe. Hay gente pa to, que dijo Rafael el Gallo. Es el caso, por ejemplo, de Nerea, la enfermera de cuidados intensivos del Hospital del Bellvitge que participa en el emocionante y duro vídeo que muestra el testimonio de tres profesionales de la medicina en la lucha contra el coronavirus. En el vídeo se muestran las costuras rotas del sistema sanitario y se admite que hay descartes de enfermos.
Política. José Manuel Santiago, general jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil: "Estamos trabajando con nuestros especialistas en dos direcciones. Una pues a través de la jefatura de información con el objetivo de evitar el estrés social que producen toda esta serie de bulos y otra de las líneas de trabajo es también minimizar ese clima contrario a la gestión de crisis por parte del Gobierno".
Estas palabras han desatado una fabulosa tormenta. La oposición exige explicaciones, aclaraciones y las dimisiones del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y del propio general. El ministro dice que se trató de un "lapsus" y la Guardia Civil ha salido al paso con una nota que dice así: "En relación con las declaraciones realizadas por el general Santiago en la mañana de este domingo la Guardia Civil aclara: La labor de monitorización que realizan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y en las que participa la Guardia Civil, está destinada exclusivamente a detectar aquellos bulos y desinformaciones que generan un gran nivel de estrés y alarma social, especialmente en temas de salud. Se hace siempre con escrupuloso respeto al derecho a la libertad de expresión y a la crítica. Se monitorizan los bulos que pretenden generar alarma social, nunca la libertad de expresión. La Guardia Civil es uno de los principales garantes de la libertad de expresión".
Dadas las circunstancias, el Gobierno se plantea cancelar las ruedas de prensa con uniformados, según la nota Patricia Ortega Dolz en El País: "La Moncloa ya planea reestructurar las ruedas de prensa posteriores al Comité Técnico del Coronavirus y prescindir de los responsables de las Fuerzas Armadas, la Policía y la Guardia Civil en su comparecencia telemática ante los medios de comunicación en La Moncloa, según fuentes gubernamentales, informa Miguel González. El argumento para realizar esta reestructuración, decidida según las mismas fuentes antes de las polémicas declaraciones del jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, era la crisis actual tiene un carácter cada vez más sanitario mientras que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y las Fuerzas Armadas van perdiendo protagonismo. Las fuentes consultadas no aclaran si La Moncloa seguirá adelante con este plan o lo pospondrá para evitar que la sospecha de que se “censura” a los mandos policiales y militares".
En El Confidencial apuntan al hilo que "El debate de los bulos le estalla a Sánchez". Escribe José María Olmo: "La crisis del coronavirus ha disparado la circulación de mensajes virales, pero ninguno había alcanzado hasta ahora la dimensión del que estalló este domingo, a las 12:37, en la rueda de prensa que ofrecen diariamente en Moncloa los miembros del comité de expertos del Covid-19. El representante de la Guardia Civil, el general Santiago, explicó cómo combatía su cuerpo la proliferación de 'fake news'. (...) Tres horas después, el responsable de Interior, Fernando Grande-Marlaska, desmintió que la Guardia Civil estuviera contrarrestando las informaciones críticas con su Gobierno y dijo que el general había cometido un lapsus, pero ya había un incendio en las redes sociales y los partidos de la oposición no tardaron en pedir aclaraciones en sede parlamentaria. Por la noche, el ministro abundó en la tesis del equívoco, acusó a PP y Vox de utilizar la Guardia Civil para atacarle y admitió que, de existir esa orden, sería “ilegal”".
Podemos, por su parte, reacción a través del portavoz Pablo Echenique, cuya respuesta es noticia destacada en Ok Diario. Echenique le dio la vuelta a la tortilla a martillazos y replicó a la oposición con el siguiente tuit: "Resumen. La Guardia Civil persigue los bulos, porque algunos incurren en delitos. El Jefe del Estado Mayor se equivoca (es obvio) en la rueda de prensa. Se empieza a difundir, entre alaridos, que la Guardia Civil persigue las opiniones contrarias al Gobierno. No. Es un bulo". Así pues, ahora es Echenique quien decide lo que es bulo y lo que no y lo de Santiago, aunque leído, es un bulo. No hay más que hablar.
Encuestas. En El Mundo sirven una segunda entrega del trabajo de Sigma Dos en el que se subraya que un tercio de la población española carece aún de mascarillas. Escribe Manuel Marraco: "Casi un tercio de los españoles no cuenta aún con las mascarillas que el Gobierno ve ahora indispensables para que los españoles puedan salir del confinamiento tras cinco semanas de estado de alarma. Una cuarta parte, de hecho, afirma que ni siquiera tiene guantes de protección. (...) Material aparte, la encuesta revela que los ciudadanos sobrellevan razonablemente bien el confinamiento. El 69,3% dice estar llevando 'bien' y hasta 'muy bien' la limitación de movimientos. En el lado contrario, el 17,1% de los ciudadanos responde que el primer mes de confinamiento lo ha pasado 'mal' (12,8%) o 'muy mal' (4,3%). Un porcentaje mucho más pequeño, pero que aun así representa a muchos millones de españoles. En tierra de nadie queda un 13%, que explica que el encierro no lo lleva "ni bien ni mal"".
En ABC, "dos de cada tres españoles reclaman a Sánchez que decrete luto oficial" y "el 42 por ciento de los votantes socialistas creen que Pablo Iglesias intenta obtener rédito político en la crisis del coronavirus".
Otro caso de adaptación de la sociología a las pretensiones editoriales viene en Público, que solaza a sus lectores con un sondeo electoral de Key Data con los siguientes resultados en escaños: PSOE, 124 (120); PP, 95 (89); Vox, 47 (52); Podemos, 33 (35); ERC, 13 (13); Cs, 9 (10); JxCat 7 (8); PNV (6) 6. La entradilla ratifica los apriorismos del medio: "La campaña de bulos y acusaciones delirantes del partido ultra de Abascal, intentado sacar partido de la emergencia del acoronavirus, ha puesto fin a meses de carrera alcista de Vox en las encuestas y ha favorecido el PP, que recupera votos y escaños. Mientras tanto, el PSOE obtiene sus mejores datos desde el 10-N".
Economía. El batacazo del sector turístico será de proporciones colosales, según la información que firma David Page en El Independiente: "Exceltur (el lobby de los grandes del turismo) alerta de que de mantenerse estas restricciones como anticipa el Gobierno, el escenario que maneja actualmente podría empeorar aún más, 'con una indeseable caída de actividad hasta los 124.000 millones de euros'. Ello supondría perder hasta un 81,4% en 2020 de la actividad turística, cifra que ningún sector económico podría resistir, sin verse arrasado antes por el camino”. El peor de los escenarios que implicaría que no habría actividad turística hasta fin de año y que en verano los desplazamientos fueran sólo en vehículo propio y a segundas residencias".
Un titular de El País apuntala los malos presagios: "España saldrá de la crisis más rezagada que el resto de la UE". Escribe Antonio Maqueda: "Europa saldrá con menos empuje de la crisis infligida por el coronavirus. Ha inyectado menos estímulos que Estados Unidos, depende más de las exportaciones, tiene menos espacio para fomentar la demanda con una población envejecida, y ha presentado una respuesta política y fiscal menos intensa y más fragmentada por países. En ese escenario, los expertos coinciden en que España corre el riesgo de salir otra vez más rezagada respecto al resto de economías europeas, debido sobre todo a una estructura productiva más sensible a esta crisis y a una posición de deuda y déficits públicos mucho peor".
Sigue el texto: "España se ha visto más golpeada por la pandemia y tiene un tejido productivo más atomizado y menos sólido, con una elevada proporción de pymes y temporales, que aguantan peor los vendavales. Además, 'nuestra economía se nutre en mayor medida de la globalización de las personas', señala Fernando Fernández, profesor de IE Business School. Y eso es justo lo que se va a replegar".
Fuera de la Europa continental hacen las cosas a su manera, como es el caso del Reino Unido, donde el confinamiento es sui generis. Una nota de Rafael Ramos en La Vanguardia revela el peculiar 'british style': "No está permitido ir a visitar a un amigo para socializar, pero sí para recoger comida que a él le sobra. No está permitido salir a comprar pintura o brochas para decorar la cocina de casa, pero sí para adquirir herramientas con las que reparar una verja dañada por la lluvia y el mal tiempo. No está permitido ir de puerta en puerta ofreciendo hacer tareas domésticas en negro, ni trabajar con el ordenador en un espacio público cuando se puede hacer en casa, ni ir al veterinario para pedir una receta que se puede obtener electrónicamente. Pero sí lo está ir a cuidar y regar el huerto o trasladarse unos días a casa de un familiar o colega después de una discusión doméstica con la pareja. Así de detallada es la lista oficial de excusas 'razonables' y 'no razonables'".
Continúa la nota párrafos después: "Se ha popularizado el término 'covidiotas' –candidata a nueva palabra del año– para referirse a quienes se pasan por el forro las normas del distanciamiento social, los repartidores de comida a domicilio que van con sus motos como si fueran Marc Márquez, los joggers que se echan jadeantes encima de la gente para no alterar su ruta ni un centímetro, los ciclistas que se creen los amos del universo, las familias con niños que ocupan toda la acera y les trae al pario mantener los dos metros reglamentarios de distancia, los domingueros que hacen asados en los parques, los treintañeros malcriados que montan fiestas en los jardines de sus mansiones, los dueños de pubs que abren para clientes especiales...".
20 de abril, santoral: Anastasio de Antioquía, Crisóforo, Inés de Montepulciano, Marciano de Auxerre, Secundino de Córdoba y Teodoro Triquino.