Los medios solazan este sábado a sus lectores con las increíbles aventuras del barón de Puigdemont y su lugarteniente Víctor Terradellas, estratega de la república catalana, muñidor internacional, conseguidor infalible y prohombre de la independencia que no cesa en las entrañas de la causa. La documentación incautada por orden judicial revela las peculiares andanzas del entorno de Puigdemont antes, durante y después de la proclamación de lo que se proclamó el 27 de octubre de 2017, fuera república o gatillazo.
Abracadabrantes testimonios, tremendas escuchas, delirantes libretas y un sinfín de pruebas sobre las características de la república de la señorita Pepis, Mas y Puigdemont. El procés es una mina, una comedia bufa, un quiero y no puedo plagado de personajes marginales que por ignotas razones manejaban desde las sombras y la incompetencia los hilos del independentismo, alucinados altos cargos que en un momento dado se creyeron Napoleón.
En El Confidencial cuenta Marcos Lamelas las conversaciones entre el mentado Terradellas y un colega de Puigdemont que había estado en Terra Lliure y se había reciclado en colaborador del sanedrín del estado mayor de la cosa o así. Escribe Lamelas: ""Puigdemont, que quiere seguir viviendo en Bruselas de diputado e ir haciendo dinero, seguramente acabará en un piso. De dinero les dije, ¿es verdad esto? Y me dijeron, no, pero no hay mucho". Quien explica esto es Miquel Casals, un exmiembro de Terra Lliure que habla a finales de junio de este año con un antiguo colega del MDT, ahora convertido en consejero de Carles Puigdemont, Víctor Terradellas, investigado por un presunto desvío de fondos de ayuda internacional para el procés. Las conversaciones entre ambos que aparecen en el sumario no solo reflejan el desencanto de dos hombres que creyeron que en octubre de 2017 lograrían la independencia de Cataluña. También muestran la carencia de fondos con la que sobrevive el Consell per la República.
Sigue la pieza: "El entorno que describen los dos hombres en sus conversaciones es deprimente. Puigdemont está preparando un libro para explicar su verdad sobre el procés. Lo va a escribir Xavi Xirgu, el director de El Punt Avui, que aparece en el sumario como un colaborador estrecho de Puigdemont, en un entorno donde periodistas y políticos se mezclan sin que se sepa dónde acaba la política y dónde empieza el periodismo para ninguno de los implicados. De hecho, Casals presume en las conversaciones de haber cenado "con Xirgu y Matamala", por Josep Maria Matamala, candidato al Senado y empresario convertido en la mano derecha de Puigdemont".
Luego Terradellas se ríe del libro y Casals concluye que el procés está cocido: "Vivimos de que hay... de una simbología, de que uno está en el exilio y otro está en prisión. Pero los de la prisión están locos por salir y el del exilio está loco porque le den un sueldo".
Hay otro personaje destacado en este sainete crepuscular, Gerard Figueras, secretario del deporte catalán y sobrino del gran Toni Albà. Figueras, detenido esta semana por las subvenciones de la Diputación a la fundación de Terradellas, es protagonista de una nota de Oriol Solé Altimira en El Diario: ""¿No habéis pagado, no?", pregunta Terradellas el 11 de enero. Figueras pone como excusa para no abonar las subvenciones que hay "un técnico" que no da su visto bueno al proyecto porque falta documentación. "Es un hdp [siglas de hijo de puta, fdp en el original catalán] y no me puedo saltar su firma", apostilla Figueras, que tilda de "pesadilla" la situación pero asegura que solo falta "un cojones de ficha técnica" para desbloquearla".
Continúa la crónica: ""Tengo el dinero desde diciembre, cualquier viernes puedo hacer el pago", agrega Figueras, a lo que Terradellas insiste para que sea el próximo viernes. "Ojalá pueda, estoy extorsionando a este cabrón tanto como puedo", zanja Figueras en referencia al técnico, al que posteriormente insulta: "Es un desgraciado, resentido, malnacido, antipolíticos, anti hacer nada que le venga ordenado, pero tiene la plaza en propiedad. Hay que cambiar al 100% la administración"".
Sí, señor, menudo cachondeo. No puede ser que un funcionario se cargue la república con sus puñetas de funcionario. Más de Terradellas en El Periódico. J. G. Albalat y Daniel G. Sastre firman una entrega sobre el mal ambiente en el Govern de Puigdemont. El ministre de Exteriores Raül Romeva le ocultaba información a Puigdemont, según el inefable Terradellas: "El presidente de la fundación soberanista CatMón y exsecretario de relaciones internacionales de CDC, Víctor Terradellas, envió en junio del 2016 una carta al entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y a su antecesor, Artur Mas, en la que les informaba del "desbarajuste" en que se había convertido la Conselleria d'Acció Exterior que dirigía Raül Romeva,. Terradellas acusaba al entonces conseller de ocultar información al jefe del Ejecutivo catalán y de tener una visión "poco nacional del trabajo, priorizando la relación entre ciudades y no entre naciones"".
Sigue la noticia: "La misiva fue hallada en el registro practicado en mayo del 2018 en la sede de la entidad, en la calle Fonollar de Barcelona, y ha sido incluida en la causa que instruye el juez Joaquín Aguirre por presunta malversación de fondos y tráfico de influencias. Terradellas, que permanece imputado, asegura que Jan Hartman, que había sido cónsul de Estados Unidos, le había contactado para ponerle en alerta sobre el desorden que reinaba en el departamento de Romeva. "De todo lo que me explicó, preocupa, sobre todo, el hecho de que se esconde información al MHP [Molt Honorable President] Puigdemont", una práctica "continuada" en esa conselleria y que "responde a directrices específicas"".
Mientras tanto, los gloriosos comités de defensa de la república (CDR) continúan implacables su vibrante avance hacia la brillante república con el heroico corte diario de la Meridiana, epopeya que es la sustancia de la crónica de apertura de Quico Sallés en El Món: "Els veïns que cada dia tallen la Meridiana a l’alçada de Fabra i Puig celebren avui que fa un mes que es troben cada dia en el matiex punt i pel mateix motiu. Una protesta diària, persistent i nombrosa arran de la sentència del Procés. Aquest divendres però, hi havia més expectativa. Diversos CDR de barris havien avançat que el cantautor Cesk Freixas i la Colla de Diables de Sant Andreu es deixarien caure per la concentració".
"Efectivament, força puntual, Freixas s'hi ha presentat i ha cantat Al Vent, de Raimon, una versió de A desalambrar, de Víctor Jara, i, en un dels moments més àlgids, Què volen aquesta gent?, de Maria del Mar Bonet. Una gentada ha seguit l'actuació. La convocatòria dels CDR per aconseguir el “bloqueig total de la ciutat” demà a les 11 del matí també atorgava al tall de la Meridiana cert caire de preàmbul".
Magnífica propuesta, bloquear las estaciones de tren, tal vez, según cuenta Sallés, una añagaza en la línea de las astucias independentistas para despistar a los Mossos y liarla parda en otro lado. Un mes más de iniciativas de esta índole y Madrid tirará la toalla fijo. Qué tremendos estos CDR, el mundo les contempla y flipa, a la libertad por el corte de la Meridiana a la altura de Fabra i Puig. Brutal.
En cuanto al PP, Casado sigue en el "no es no" a Pedro Sánchez aunque rompa con Pablo Iglesias, hipótesis que corre por Madrid como el Pisuerga por Valladolid. Escribe al respecto y en La Razón Carmen Morodo: "En Génova confirman que no hay cambio en la posición de Casado con respecto a la que fijó el lunes tras conocerse el principio de acuerdo entre el PSOE y Podemos. Y éste es el mensaje que se está trasladando internamente al partido. Alegan la falta total de confianza de Casado en Sánchez. «No es una persona de fiar. Dice una cosa y la contraria. No tiene sentido plantearle honestamente una negociación cuando ha demostrado que no tiene escrúpulos por decir una cosa y la contraria para sostenerse en el poder», apuntan las fuentes consultadas".
16 de noviembre, santoral: Inés de Asis, Margarita de Escocia y Roque González y compañeros.