Después de 22 meses en prisión preventiva, el expresidente del Barça, Sandro Rosell, ha sido absuelto por la Audiencia Nacional. Se le imputaban serios delitos económicos, blanqueo de capitales, comisiones ilegales y toda suerte de apaños para ocultar al fisco sus ingresos, el expediente completo. Las buenas gentes del país se llevan las manos a la cabeza. ¿Cómo es posible que se haya tenido a un mirlo casi dos años en la cárcel? Exactamente 643 días, según especifica la portada de La Vanguardia ("Sandro Rosell es declarado inocente tras 643 días de cárcel" es el titular principal). En El Periódico afinan que "es absuelto", igual que en el Ara y El Punt Avui.
La tesis dominante en la prensa de obediencia catalana es que el episodio Rosell muestra que la justicia española es un mojón, que la prisión preventiva es tortura y que el sistema se cae a pedazos. La juez Carmen Lamela, que instruyó el caso Rosell, está en la picota. Fue la que asumió en primera instancia el asunto de la proclamación de independencia, la misma que dictó prisión sin fianza para quienes ahora comparecen en el Tribunal Supremo. La coincidencia facilita las feroces críticas.
Se tiende a pasar por alto la estricta aplicación del principio "in dubio pro reo" al que alude Ramón de España en este mismo diario. Ante la duda, el tribunal ha preferido hacer justicia a salvar los muebles. En cuanto a la estancia en prisión, una nota de Beatriz Parera en El Confidencial arroja luz sobre la opinión de los magistrados: "La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional lo justifica de este modo en una sentencia de más de 60 páginas donde no se soslaya la cuestión, evidentemente delicada. Dice que pese a esa prolongada estancia en la cárcel, no se vulneró ni su derecho de defensa ni su presunción de inocencia. También explica que en el acto de la vista oral surgió una duda razonable que existía previamente. Y, ante la duda, hay que fallar a favor del reo".
También aborda la espinosa cuestión de la cárcel preventiva Jesús Cacho en Voz Populi, que recuerda a otros presos en parecida situación. Escribe Cacho: "Alguna respuesta a lo ocurrido con Rosell debería dar la “autoridad competente”, desde luego el CGPJ y tal vez el ministro del ramo. Las similitudes de este caso con el que actualmente afecta al ex ministro Eduardo Zaplana son notables. La juez Isabel Rodríguez lo puso en libertad el pasado febrero tras haberlo mantenido nueve meses en prisión provisional a pesar de la grave leucemia que padece, y después de haber rechazado hasta en cinco ocasiones otras tantas peticiones de libertad vigilada. La instructora le acusa de graves delitos [su última decisión consistió en bloquearle 6,3 millones de origen supuestamente delictivo y radicados en Suiza], pero el ex ministro del PP proclama su inocencia a los cuatro vientos y sus amigos, que no son pocos ni desvalidos, sostienen que Zaplana no se ha llevado un duro y que la juez no tiene ninguna prueba sólida contra él".
Y añade: "Todo lo cual nos lleva a plantear como práctica inaceptable el abuso que algunos jueces de instrucción, particularmente los del Juzgado Central de la Audiencia Nacional, alegremente cometen con la prisión provisional, una medida extremadamente severa que debería ser adoptada en aquellos casos en que existan pruebas razonables de la comisión de un delito".
Otra cuestión es que Rosell se ha convertido involuntariamente en un símbolo para el independentismo, cuyos voceros no tienen la más mínima duda de que se le han aplicado los agravantes de catalán y culé. Ya tienen otra razón más, dicen, para irse, como si no les sobraran "argumentos".
Campaña. Ciudadanos está en guerra abierta contra el PP. No parece que la intención de Rivera sea desalojar a Sánchez de la Moncloa, sino aniquilar a Casado y destruir la formación conservadora. Acaba de fichar al expresidente de la comunidad de Madrid Ángel Garrido, que iba de cuatro del PP en las europeas y ahora irá de trece de Cs en las autonómicas. Daniel Ramírez le entrevista en El Español. La pieza lleva el siguiente titular: "Con el aborto y la eutanasia no me sentía cómodo en el Partido Popular". Un progresista Garrido. Ahí van un par de preguntas y respuestas:
-"Usted es del Atleti. El taxista que me ha traído aquí, cuando ha escuchado lo suyo en la radio, ha dicho: “Éste mañana se levanta del Real Madrid”.
-No, ni mucho menos. Vengo a Ciudadanos porque es el partido que ocupa el centro político. Lo digo con toda claridad. Han aparecido extremismos a derecha e izquierda. El resto de partidos se ha reposicionado, pero Ciudadanos sigue estando en el centro. Me gusta militar en ese espacio. Empecé trabajando en el CDS. Me afilié porque sentía admiración por Adolfo Suárez.
-Es ingeniero de minas. Deja el PP colocando varios cartuchos de dinamita en Génova poco antes de las elecciones.
-Espero que nadie lo entienda así. Ha sido un proceso de reflexión y maduración importante. Llevo militando casi treinta años en el PP. Era complicado. Sinceramente, no me apetecía estar en un sitio donde no me sentía plenamente cómodo. Agradezco a Ciudadanos el enorme cariño con el que me ha recibido. No pretendo arrojar cartuchos o barrenos. Dejo muchos compañeros, pero también amigos. En lo personal, a Casado le deseo toda la suerte del mundo. Es un amigo".
El amigo de Garrido es el protagonista de la portada de El Mundo, donde dice que "Rivera no es fiable; si puede repetirá su pacto con Sánchez". En cuando al fichaje, Casado mantiene la templanza. Su estrategia es la moderación absoluta. Le interroga Juanma Lamet:
-"Ciudadanos ha fichado a Ángel Garrido a cuatro días de las elecciones, ¿qué le parece?
-Tendrán que contestar ellos, yo la verdad es que no hago valoraciones de este tipo de decisiones.
-¿No le hace repensar su relación con Cs? ¿Ve juego sucio?
-Ya lo dije en casos como el de Silvia Clemente y José Ramón Bauzá. Cada uno tiene que responder por sus decisiones.
-¿Es Ciudadanos un partido en el que usted puede confiar?
Portada de 'El Mundo' del 25 de abril de 2019
-Es verdad que los españoles recuerdan que Rivera dijo muchas veces que no pactaría con Sánchez y no sólo lo hizo sino que pidió a Pablo Iglesias que les apoyara, y al PP, que no entorpeciera esa investidura. Hizo lo mismo con Susana Díaz y gobernó con ella en el Gobierno más corrupto e ineficaz de toda España. Al final, los electores son muy inteligentes y saben qué proyecto es confiable y quién cambia de chaqueta. Mi adversario no es Albert Rivera, es Pedro Sánchez, pero tengo claro que si Sánchez y Rivera suman, van a volver a pactar. No me cabe la menor duda. Por eso apelo a que quien quiera echar a Sánchez de la Moncloa vote al PP, porque si vota a Cs a lo mejor se encuentra con otro pacto del abrazo como el de 2016".
Debate en TV3. Cayetana Álvarez de Toledo, con un jersey amarillo, le espeta a Vicent Sanchis que él mismo es una "anomalía" e Inés Arrimadas le entrega una carta de dimisión para que la firme. Sanchis, encantado, no se ha visto en otra igual, periodista objetivo de los ataques del PP y Ciudadanos.
Apunta Ferran Casas en Nació Digital que Álvarez de Toledo y Arrimadas pueden haber contribuido a la movilización en las filas opuestas: "Els independentistes que s'hagin assegut aquest dimecres a la nit desmotivats davant el televisor per veure el llarg debat de TV3 tenen alguns motius més per acostar-se al col·legi electoral el diumenge malgrat que no ha estat precisament edificant. Ni Gabriel Rufián ni Laura Borràs -que no s'han fet cap retret- han exhibit projectes il·lusionants més enllà de defensar el referèndum al Congrés, i tampoc Jaume Asens i Meritxell Batet han estat convincents amb les seves solucions. Però Inés Arrimadas i Cayetana Álvarez de Toledo han ofert, amb la seva duresa i hipèrbole espanyolista, motius de mobilització per frenar a les urnes que tant agraden als sobiranistes la dreta i la seva oferta repressiva".
No es previsible que hayan captado votos entre una audiencia mayoritariamente soberanista ni que Álvarez de Toledo logre su propósito de rescatar el color amarillo, un tono no precisamente recomendable en televisión. En ERC, por su parte, se han sumado a la petición de la cabeza de Sanchis. No ha gustado que se recordara dos veces a Rufián aquello que dijo en el 2016 de que iba al Congreso a despedirse de España. Dicen que Sanchis hizo de candidato de Junts per Catalunya (JxCat).
Mundo insólito. Los estudios más sesudos sobre fragmentación de audiencias no sólo indican que los votantes del PP y Ciudadanos no ven TV3, sino que los de Vox no suelen leer El Nacional o El Món. Si lo hicieran tal día como hoy se llevarían una sorpresa. El primer medio entrevista a Ignacio Garriga, el candidato por Barcelona de Vox, y titula con unas palabras del joven aspirante a diputado y a alcalde de Barcelona: “S’ha de suspendre l’autonomia i desmuntar el Govern de la Generalitat”. El protagonista de la cabecera de El Món es el presidente de la Fundación Francisco Franco, Juan Chicharro. El propósito del titular es identificar al dictador con Felipe VI, para lo que aprovechan unas declaraciones del general Chicharro para titular que "Quan les coses es van posar lletges a Catalunya el rei va dir que fins aquí havíem arribat".
25 de abril, santoral: Clarencio, Franca, Marcos evangelista y Pasícrates.