Sin palabras se han quedado los propagandistas de la injusticia española, esa que tiene encadenados a los barrotes a nueve presos independentistas y a Zaplana, la misma que le pide a Mas dos millones de euros por aquella chorrada, a decir del interesado, del 9N. Precisa y exactamente el Tribunal de Cuentas reclama ahora a la exalcaldesa de Madrid, Ana Botella, y a siete componentes de su combo, casi 26 millones de euros por haber malvendido vivienda social a fondos buitres.
Ciega, lenta, vilipendiada y colapsada, la justicia en España que deja en libertad a La Manada también libera al único sospechoso del asesinato de aquella joven pareja en el pantano de Susqueda. Es la misma justicia que avalaba los desahucios en lo más crudo de la crisis, la de los mismos jueces que ahora se lo piensan dos veces antes de echar a una familia de su casa.
El caso es que el Tribunal de Cuentas le ha metido un paquete a la esposa de Aznar que es motivo de orgullo y satisfacción en muchos medios, incluidos algunos de los que dicen que en España no hay justicia, que los jueces del procés están todo el día recibiendo "plantofadas" europeas y que llama a somatén porque la jueza del 13 de Barcelona quiere charlar con Sanchis y Gordillo, de TV3 y Catalunya Ràdio, por la propaganda que insertaron del 1-O.
El fallo de Botella sale en todas las portadas. En la de El País es el título principal del papel. De la crónica de Pablo León: "El Tribunal de Cuentas considera ilegal la venta en 2013 de 1.860 viviendas municipales a dos fondos buitre por parte del Ayuntamiento de Madrid. Y condena a los responsables de esta venta, la exalcaldesa Ana Botella (PP) y siete ex altos cargos de esa Corporación, a pagar entre todos los 25,7 millones que, a juicio del tribunal, el Ayuntamiento perdió con la operación. La sentencia del Tribunal de Cuentas considera que la venta, efectuada a dos fondos del conglomerado de Blackstone, fue llevada a cabo 'sin pliegos ni concurrencia' y a un precio 'inferior al mínimo jurídicamente exigible'. La sentencia es consecuencia de una demanda del actual equipo de gobierno municipal, liderado por la alcaldesa, Manuela Carmena. De hecho, Carmena va a tratar de recuperar las viviendas emprendiendo un proceso de nulidad a fin de revertir la operación".
La exalcaldesa ha anunciado que recurrirá, por lo que de momento se ha abstenido de montar una caja de resistencia tipo Mas. En La Razón apuntan a una supuesta amistad entre la consejera del Tribunal de Cuentas María Antonia Lozano, la autora de la sentencia, y la alcaldesa Carmena, argumento que habría esgrimido la perjudicada Botella para deslizar que el fallo es "político". Escriben en el diario de Planeta Fernando Velasco y Rocío Ruiz: "Los implicados anunciaron ayer que recurrirán la sentencia del Tribunal de Cuentas que 'no comparten'. Según explicaron en un comunicado la anterior Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid 'no intervino ni directa ni indirectamente en la operación de venta de viviendas' por la que se les condena. 'Únicamente, y en su calidad de Junta General de Accionistas de la citada mercantil, ratificó el plan de viabilidad que el Consejo de Administración de la EMVS había aprobado', añaden, en relación a la deuda de más de 600 millones de euros que tenía la empresa pública en ese momento. Del mismo modo, el PP de Madrid se manifestó ayer del lado de la Junta de Gobierno de Botella, mientras que el presidente de la Comunidad, Ángel Garrido, señaló que 'la sentencia aún no es firme', si bien consideró que 'estas ventas no deben formalizarse a fondos de esa naturaleza".
Más política nacional. Pedro Sánchez compareció al término del último Consejo de Ministros del año para relatar los logros de su fecundo Ejecutivo, un amplio listado de avances sociales, deshielos políticos y gestos augustos. Está más que satisfecho de su desempeño, aunque los barones se le suben por las paredes por los tratos con los nacionalistas, cuyo último episodio es la foto de la dirigente del PSE Idoia Mencía con Arnaldo Otegi en una cena de Nochebuena montada para la portada de El Diario Vasco. Sánchez le quita hierro y aplica pomada fría en la lacerante escena.
En El Periódico firma la crónica Iolanda Mármol: "Pedro Sánchez termina el 2018 con un balance triunfalista de sus siete meses al frente de la Moncloa y la voluntad de agotar una legislatura que depende en buena medida de si logra encauzar un diálogo con los independentistas que permita rebajar la crisis y salvar la aprobación de los Presupuestos. Nada de lo que dijo este viernes el presidente en su comparecencia tras el último Consejo de Ministros del año desvela que haya una base real para alimentar el optimismo en relación a Cataluña o un plan para sobrevivir si no salen adelante las cuentas públicas".
Continúa la pieza: "Una semana después del encuentro entre Sánchez y Quim Torra en Barcelona, parece haberse instalado, de nuevo la frialdad, con llamadas de atención y sin una fecha concreta marcada en el calendario para volver a verse (dijeron que sería en enero). En ese clima Sánchez aconsejó este viernes a Torra que vuelva espíritu del comunicado que pactaron en el Palau de Pedralbes y no vuelva a caer en la tentación de agitar el discurso radical. El presidente habló por primera vez de su reacción al recibir la lista de 21 puntos que le planteó el president. Dijo que le respondió en privado lo mismo que dice en público. A saber: 'Hay que pasar de la voluntad de diálogo al diálogo real', el único camino es el que refleja la declaración conjunta, ley y diálogo, porque 'esa es la visión y lo demás son monólogos".
Ecos de Andalucía en Cataluña. Festival de villancicos flamencos en Badalona y festival de palos a Manuel Valls, convertido en el orto de todas las patadas por el pacto tripartito de PP, Ciudadanos y los ultramontanos de Vox, esos mismos que cada vez que son mentados muere un gato y nace un facha. En Vilaweb, Pere Martí titula que Manuel Valls, touché. En el Ara, le dan cera Albert Om (Carta a Manuel Valls, un fantasma recorre Europa), el exonsejero Carles Mundó (Manuel Valls, un llop amb pell de xai) y la directora del medio, Esther Vera (Ja són aquí, sr. Valls). Antoni Bassas también escribió ayer, como José Antich, etcétera, etcétera.
Los que consideran que Otegi es un hombre de paz, los que miran para otro lado cuando la CUP señala a los medios desafectos, los campeones de la ética y la democracia, Mònica Terribas, Eduard Pujol, Gabriel Rufián, el señor Torra, Toni Soler y Toni Albà, entre otros patrones del buen gusto y la decencia, reprochan a Valls el acuerdo sevillano. Máxima presión contra el candidato hispanogalo.