El Gobierno de Pedro Sánchez es un prodigio viscoelástico. Dúctil, flexible, adaptable y alternativo de sí mismo, el presidente es Bruce Lee: "Be water, my friend". A principios de la semana, deslizaba el Ejecutivo la cancelación del envío a la Arabia Saudita de cuatrocientas bombas con rayo láser ante la aguda sospecha de que no iban a servir de adorno sino para bombardear el Yemen. Con un par. Arrebato de ética marcando paquete pacifista. Fabricamos armas, pero tenemos conciencia.
Ayer trascendió la tremenda envainada. El reino de Riad amenaza con cancelar un contrato de más de 1.800 millones de euros con Navantia para la construcción de cinco fragatas. Evacuadas las pertinentes consultas, las bombas españolas partirán para el desierto de inmediato, cagando leches y en posición de firmes. ¿A quién coño le importan los niños yemenitas? Hay seis mil puestos de trabajo en juego en Cádiz y el alcalde Kichi, que va a ser padre (El Confidencial), ha proferido que entre comerse los mocos o fabricar armas (El diario) es preferible lo segundo. Así es que Podemos bendice la construcción de fragatas acorazadas y artilladas para los saudíes y para la armada privada de Trump si hace falta.
¿Baño de realidad? No, esto es que la realidad te aplasta y te obliga a meterte el pacifismo de boquilla por el orto duodenal. ¿No, Kichi? La ministra de Defensa, Margarita Robles, es la principal perjudicada política del enésimo evento rectificatorio. Bueno, ella, y los rebeldes yemenitas (France 24). Con lo bien que había quedado el Gobierno diciendo que el contrato lo había firmado Morenés, al que esta misma semana han despachado de la embajada de Washington. A Dastis, en cambio, le han mandado de embajador a Roma.
En El País abordan el expediente de los barcos sin honra de manera un tanto más ortodoxa: "Las autoridades saudíes están molestas por este anuncio del departamento que dirige Margarita Robles, y el Gobierno apunta que se está replanteando ese anuncio. Eso supondría una clara desautorización de la ministra, pero sobre todo implicaría entregar las bombas de precisión a Arabia Saudí sabiendo que casi con seguridad serán utilizadas contra la población en el conflicto de Yemen.
El dilema para el Ejecutivo es complejo, pero el Gobierno insiste en que es "prioritario" el contrato de Navantia, que garantiza unos 6.000 empleos en Cádiz. El Gobierno busca una solución intermedia, pero en ningún caso se plantea poner en riesgo ese contrato de los astilleros españoles, por lo que es probable que la ministra tenga que enmendar su decisión, que ahora en La Moncloa rebajan como una simple "declaración de intenciones"".
Política catalana. Entrevista a Junqueras en El Periódico. Un aforismo del líder de ERC preso en Lledoners ilustra la primera del diario del grupo Zeta: "La política de frentes alimenta el frentismo". Ahí queda eso. Ni Wittgenstein lo habría dicho mejor. También sostiene que el Estado, la Corona, el Gobierno y la Ramoneta "nos empujaron a la unilateralidad". Evidente. Todo el mundo recuerda como el Govern quiso negociar hasta el último segundo el referéndum o referéndum. Por ese mismo afán de negociar aprobaron la ley del referéndum y la de transitoriedad jurídica para pasar de reino a república en el mismo pleno, sin esperar siquiera a celebrar el simulacro y contar los votos. Lo típico. Montas una consulta y al mismo tiempo ya vas preparando las consecuencias de la consulta porque no contemplas perder. Muy dialogante, sí. Y superdemocrático.
Albert Rivera se ha sacado la chorra en misa o algo peor a tenor de las reacciones en la prensa adicta al proceso. Pues no le dice a Lidia Heredia, directora y presentadora de "Els Matins", que TV3 miente, manipula, insulta y es un "aparato de propaganda separatista". Así, de buena mañana. Pim, pam, desayunando periodistas.
Los profesionales de TV3 se han pillado un rebote del quince con el demonio naranja. Había que ver al guapo de Carles Costa, presentador del 3/24, con aquel cartelón detrás: "Sense llibertat d'expressió no hi ha democràcia". Gallina de piel en Nació Digital. Qué infamia la de Rivera, ¿no? Y esos luchadores por la verdad, los periodistas de TV3, mal pagados, acosados por las turbas unionistas, amenazados y obligados por su compromiso con la información ecuánime a trabajar en peores condiciones que Radio Sarajevo durante el asedio.
En El món recogen la reacción del comité profesional, el de empresa y la dirección ante las "calumnias constantes" del fascista riverista, pero hay otra visión de la jugada, según el E-notícies. El mentado digital remite a una curiosa web que documenta las acusaciones de Rivera contra la "Corpo". A modo de ejemplo, pues las entrevistas laudatorias al asesino de Bultó, los fusilamientos virtuales del graciosísimo Jair Domínguez, las coplillas de Toni Albà sobre "Malaputa" Arrimadas, las hogueras de Empar Moliner o las exhibiciones cotidianas de buen rollo con los no nacionalistas de la siempre ponderada Pilar Rahola.
Maltrato infantil. La princesa Leonor es objeto de mobbing mediático. La criatura debuta en Asturias y por razones que escapan al discernimiento racional La Razón ejecuta una especie de "recreación" tipo así será Leonor cuando tenga cuarenta años. El retrato es espeluznante, horrible, atroz y monstruoso, pero no más que la fotografía que utiliza El Nacional para hacer burla, befa y mofa de una niña de doce años.