Las cruces en las playas de la Costa Brava se acabarán cuando lleguen los turistas, que son más de clavar sombrillas que palitroques amarillos o de tostarse vuelta y vuelta. Los inmigrantes ahogados en los estrechos no salen a flote en las costas catalanas, de modo que las cruces no aluden a la fosa común del Mediterráneo sino que son una muestra de "solidaridad pasiva" con presidiarios y prófugos. "Las playas serán siempre suyas", avisa Ramón de España.
La performance de convertir los arenales en camposantos no gusta a todo el mundo y genera ásperos debates. Los Comités de Defensa de la República (CDR) de Palafrugell, Cadaqués y Canet no dan un palmo de playa por perdido. Total, que el arranque de la temporada de baños viene preñado de altercados in the beach y de medusas del tamaño de las orcas.
Esto es que lo normal no es agarrar una insolación o cagarrinas por comer tortilla en la playa, sino asistir o participar, según gustos, a unas broncas de órdago, gritos, insultos, empujones y esa costumbre tan en boga de ir con el móvil en ristre y en plan tu me grabas quitando lazos, yo te grabo grabándome.
A ver quién se graba más mientras Puigdemont difunde en su Twitter la matrícula de un hombre que retiró una señal republicana y su jefe de prensa, Joan Maria Piqué, se jacta de las "buenas relaciones" con el Ministerio del Interior belga para amenazar a cinco mujeres que trataron, al parecer, de arrancar un letrero de la fachada de la delegación de la Generalitat en Bruselas.
Tiempos aquellos en los que se negaba la fractura social en el oasis. La gente ya llega a las manos. Es la bronca amarilla (Crónica Global), el señalamiento de "unionistas" en el "rerepaís", el marcaje al vecino "español". La prensa secesionista se queja de que un grupo de encapuchados (en realidad embozados) causó tres heridos leves en una refriega en Canet. Se trataría de un "escamot" particularmente activo de los Grupos de Defensa y Resistencia (GDR) que se oponen a los CDR.
La ideología Torra escandaliza a Europa, refiere El Mundo, que considera que el fondo supremacista del procés ha quedado retratado en la UE. Así arranca la crónica del diario de Unedisa: "'Durante mucho tiempo era como ir a medio gas. Teníamos el argumento legal de nuestra parte, y eso lo respeta todo el mundo aquí, pero no basta contra un relato sobre la lucha por la libertad, opresión y derecho al voto. Gracias a esos artículos [de Quim Torra] muchos colegas, por fin, empiezan a ver que la historia no es como se la pintaban'. Un alto funcionario español explica estos días en Bruselas su alivio".
22 de mayo, santoral: Ausonio de Angulema, Joaquina de Vedruna y Rita de Casia.