¿Artadi? Grandes elogios y finos perfiles. Instruida en las mejores escuelas y universidades, imagen jovial y actual, yogi de Harvard, abrigo michelín de mil pavos y entusiasmo amarillo. Nuevo cuño. Sus partidarios ignoran o desdeñan que su patrocinada aparece en la abundante correspondencia de los promotores del golpe y pudiera pasar por Llarena en calidad de investigada. Que Elsa estaba en el ajo se lo decía Salvadó a Jové y los dos republicanos intentaban disimular ante la enviada de Puigdemont que la hacienda catalana y toda la vaina estructural estaba en mantillas.
La ponderación de una candidatura que no responde a la "lógica" de Puigdemont o Puigdemont es bienvenida por el Gobierno de don Mariano, que está dispuesto a hacer la vista gorda en los homenajes al paisano de Waterloo. Miquel Noguer y Anabel Díaz firman la apertura de El País: "El Ejecutivo ignorará todos los nombramientos honoríficos que el expresidente fugado en Bélgica pueda tener si se quedan meramente en eso. “Si no hay reconocimiento administrativo ni económico, a cargo del erario público, pueden nombrarle y reconocerle cuantos títulos y honores quieran”, señalan fuentes gubernamentales. No se puede recurrir al Tribunal Constitucional que se efectúen nombramientos honoríficos sobre una persona en un lugar privado, señalan esas fuentes, aludiendo al marco en el que el secesionismo podría satisfacer las ansias de Puigdemont. Lo que el Gobierno no permitirá es lo que el expresidente quiere: que el Parlament apruebe una resolución en la que se aluda a él como presidente legítimo. "Eso sí sería recurrible ante el Constitucional, por si incurriera en alguna ilegalidad".
Luz verde, pues, al club de fans de Puigdemont. Enric Juliana suscribe un análisis en La Vanguardia en el que muestra el camino para ungir a Puigdemont como "líder moral" y atribuye a Artadi el "gen convergente": "El soberanismo ha de recomponer sus grupos dirigentes bajo el paraguas del legitimismo, garantía de movilización electoral. Carles Puigdemont en Bruselas como líder moral de la Catalunya independentista y una presidencia ejecutiva en Barcelona para asegurar el levantamiento del 155. El nombre de Elsa Artadi parece ganar fuerza. Dispone de la confianza de Puigdemont y conoce la sala de máquinas de la Generalitat, institución cuyo membrete aparece en las nóminas de más de 200.000 funcionarios y empleados públicos. Si la candidatura de Artadi prosperase, se confirmaría que la tecnoestructura de la Generalitat es capaz de generar nuevos dirigentes. El ascenso de Artur Mas ya fue un ejemplo de ello. Cuadros de la administración, horneados en buenas universidades, que en un momento dado pueden asumir funciones de dirección política. Elsa Artadi es una genuina expresión del gen convergente, aunque nunca haya tenido en su bolsillo el carnet de la vieja CDC. Una nueva clase dirigente está despuntando".
Al tratarse de Cataluña, todo es susceptible de no ser lo que parece, como apuntan Toni Bolaño y Javier Gallego en La Razón. Vislumbran las candidaturas de dos alcaldes tapados: "La incógnita es Junts per Catalunya. La filtración en RAC1 no gustó en los sectores más cercanos a Puigdemont que ven cómo Artadi "empieza a pensar más en sí misma que en el proyecto". Estos sectores empezaron a lanzar otra idea: los tapados. "Al president, le gustaría que el presidente electo por el Parlament fuera un alcalde", deslizaban con toda intencionalidad. Se apuntaron dos nombres, dos diputados que además son alcaldes. Albert Batet, alcalde de Valls, y Marc Solsona, alcalde de Mollerusa. El primero tiene una buena relación con el president que se acentuó tras las actuaciones de la Guardia Civil en su ciudad con motivo del 1-0 --las papeletas se imprimieron en el diario El Vallenc-- y el segundo fue el primer alcalde llamado a declarar con motivo del referéndum ilegal".
Los audios del Supremo en La Vanguardia dejan en muy mal lugar a Joaquim Forn, los Jordis y ahora a Carme Forcadell. Las preguntas de la fiscal Consuelo Madrigal son demoledoras y las respuestas reflejan a una mujer abrumada ante la que se le puede venir encima, hundida, apagada y cansada. Escribe Carlota Guindal: "Las líneas de defensa de Forcadell a lo largo de todo el interrogatorio fueron, primero que ella como presidenta de la Mesa del Parlament tramitaba todos los escritos y resoluciones que se le presentaba “siempre que estuviera bien de forma”, desvinculándose absolutamente del contenido de las mismas. Así, llega a decir que el contenido de las resoluciones de la ley del referéndum, transitoriedad o la propia declaración de independencia las tramitó sin leer su contenido".
Descalabros bursátiles por el arrastre del Dow Jones. Los valores caen, rebotan y vuelven a caer. Hay quien avizora otro estallido burbujil en medio de la volatilidad asiática.
9 de febrero, santoral: Apolonia de Alejandría, Marón, Rainaldo y Sabino.