La politóloga danesa Marlene Wind le metió un chorreo de órdago a Puigdemont en la Universidad de Copenhague del que todavía debe estar recuperándose el "legítimo". Andaba el hombre más contento que un ciclista en el velódromo de la Diagonal en la idea de que es genio de la política cuando la profesora decidió bajar al expresidente de su pedestal y someterlo a un tercer grado que dejó a la vista las miserias e inconsistencias del discurso del candidato a la investidura.
En El Español subrayan algunas de las incisivas cuestiones que puso sobre la mesa Wind: "Cataluña es la región más rica de España y España es un país más descentralizado, incluso, que Alemania. ¿Esto no puede ser interpretado como que quieren quitarse de encima a los pobres? ¿Están intentando hacer una limpieza étnica y crear un Estado limpio? ¿De dónde viene este ansia separatista?".
El separatismo ha quedado retratado en Europa. Puigdemont es un misil extraviado, una bala perdida, un caso de manual de populismo demagógico e identitario, lo que viene siendo un problema en todas sus acepciones.
Exponiéndose al ridículo ridiculiza al Estado y deja en bragas a la diplomacia española, si es que tal cosa existe. En El Mundo, Arcadi Espada se muestra especialmente duro en su pieza sobre la reacción de Rajoy y del juez del Supremo Pablo Llarena. Escribe Espada: "En la política el fracaso es absoluto: las andanzas del prófugo por Europa devuelven una patética imagen de la influencia y hasta de la dignidad exterior de España. El desvarío de la Justicia es similar: a partir de que el caso llegara al Supremo la Justicia empezó a calcular políticamente sus movimientos. El último resultado, por el momento, es este insólito auto en el que el juez Llarena explica sus decisiones, no ya por las sutilezas del código penal danés, que desconoce y que reprocha al fiscal que desconozca, sino por las consecuencias estrictamente políticas que comportarán. Este grave problema de los jueces mundanos que han invertido el sentido y la costumbre del lema kantiano y que hoy claman: "¡Hágase el mundo y que la Justicia perezca!"".
De otro tenor son las consideraciones de María Peral en una encuesta con juristas para El Español. Destaca el texto seis aciertos del magistrado respecto al caso Puigdemont: "La gran ventaja de la decisión de Llarena, opinan las fuentes jurídicas consultadas, es que no cierra la puerta a cursar la euroorden. La resolución habla de "posponer" la orden de detención a un momento, "no necesariamente lejano", en el que "el orden constitucional y el normal funcionamiento parlamentario no se encuentren en riesgo por una detención que -como el Ministerio Fiscal defiende- sería lógica en otro contexto". Por si acaso, el instructor ha empezado a allanar el camino aclarando que la retirada de la euroorden enviada a Bruselas "no descansa en una desconfianza" hacia las autoridades belgas sino que se debió a las "lógicas divergencias" que pueden existir en los ordenamientos de Estados diferentes cuando los delitos son complejos y cuando, además, no se conocen "los detalles de la actuación de los encausados"".
Aún más engrescado y jolgorioso se manifiesta Vicent Partal en su texto de Vilaweb: "Calia que el president assumís el risc de viatjar a Dinamarca. Probablement ell, Carles Puigdemont, és més conscient que ningú que la gent reclamava acció i se la mereixia; que es mereix aquests gests que recuperen el to vital i carreguen les piles, que indiquen que continuem en rumb de col·lisió. Anar a Dinamarca amenaçat de detenció. Anar-hi com una persona amenaçada i anar-hi sabent que és molt difícil que Espanya complesca l’amenaça, que fanfarronegen perquè no tenen les eines per a anar de debò. Anar a Copenhaguen sobreposant-se als comunicats de la fiscalia, als avisos del govern espanyol, a les amenaces dels ministres, a la sobredosi d’adjectius dels diaris monàrquics. (...) volant com una papallona i picant com una abella".
Eso último es lo que se decía del boxeo de Mohamed Alí y lo que le faltaba a Puigdemont para creerse el rey del mambo en los días previos a una investidura que el presidente del Parlament, el dialogante (según Moncloa) Torrent, pretende llevar a buen término a despecho de los recursos que la oposición pueda presentar en el Tribunal Constitucional.
Noticia de alcance. Colau pretende relanzar la imagen de Barcelona a partir del Mobile World Congress (MWC) de febrero. Tras ciscarse en la marca de la ciudad, en el turismo, los bares y los hoteles, entre otros sectores económicos, la alcaldesa se nos pone pija y anuncia que quiere "captar talento e inversiones". Casi tres años le ha costado entender que el capital es malo malísimo, pero necesario y que los antojos de los okupas no valen como programa de gobierno.
El impacto económico del proceso se nota también las previsiones para el conjunto de España, según la noticia de Alicia González en El País: "La incertidumbre política en España, agravada en los últimos meses por el proceso de independencia de Cataluña, ha acabado afectando a las perspectivas de crecimiento de la economía. España crecerá este año el 2,4%, una décima menos de lo previsto en octubre, frente a los renovados bríos de la economía global, que crecerá el 3,9%, dos décimas más de lo estimado tres meses atrás, según las nuevas previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero el Fondo avisa: las actuales condiciones no son la nueva normalidad y hay que aprovecharlas para hacer reformas".
23 de enero, santoral: Agatángelo, Clemente, Emerenciana e Ildefonso.