Algo pasó ayer en Barcelona y el Govern en Instagram
Seguimiento desigual de la manifestación de Sociedad Civil Catalana en la prensa de papel de obediencia catalana. Los buitres fascistas. Puigdemont sube a las redes una foto del cielo
30 octubre, 2017 09:46Al parecer, hubo ayer una manifestación en Barcelona de volumen variable. Para unos, un minúsculo grupo de desnortados se dedicó a provocar lamentables incidentes, descripción que es verdad y mentira a la vez. El tratamiento gráfico en la prensa de papel es un fiable indicador editorial, el más seguro, de hecho. De un vistazo está todo dicho. Por ejemplo, el Ara reconoce que pasó algo bastante raro con un plano medio cerrado de un montón de banderas españolas. El titular principal es para otro asunto: "El soberanisme debat si concorre a les eleccions". A su vez, La Vanguardia ilustra su primera página con una gran senyera desplegada por los convocados por Sociedad Civil Catalana. Algo se intuye al fondo, parece que hay gente. Un domingo como otro en el paseo de Gracia. El asunto de la cabecera es: "PDECat y ERC asumen que deberán concurrir al 21-D".
Pues eso, que como es tradición en Barcelona, cada tres semanas hay una mani rara que acaba mal y donde gente muy mala, rayana en lo demediado, desea que envíen a la cárcel a personas políticas y se comportan, si es que no lo son, como buitres carroñeros que incluso pretenden votar, tal fue la alerta ultra en Ara de Toni Soler en su glosa dominical: "El bloc unionista s’hi abocarà com els voltors s’abraonen sobre un cadàver. Però el bloc sobiranista tindrà un seriós dubte davant seu. S’ha de ser molt ingenu per pensar que unes eleccions teledirigides pel PP, amb la coacció de la presència policial i els líders sobiranistes a la presó, són uns comicis “amb garanties”, per dir-ho en el terme de moda. Però si els sobiranistes no hi van, el bloc “ A por ellos ” cantarà victòria encara que només hagi votat el 20% del cens. I si hi van, hauran de demanar el vot desencantat d’una majoria que encara existeix, però que estarà desorientada i frustrada. Potser només un front únic amb els comuns, que tingui com a primer objectiu alliberar els presos -com el Front Popular, el 1936- tindria prou força mobilitzadora".
Magnífico aporte de Soler que subrayó oportunamente el fascista de Josep Borrell en el espeluznante akelarre rojigualdo. Como en el 36, Frente Popular. Colau, Junqueras y Puigdemont o el que le sustituya en el PDeCAT.
A todas estas, El Periódico recoge el acto de ayer con honores de doble portada y severa advertencia de su editorialista estrella, Jordi Évole, para que se vaya a votar en paz, liberen a los Jordis y volvamos a todos a nuestros quehaceres, sean sediciosos o falangistas. El Punt-Avui, por su parte, le dedica la foto al fútbol del Girona, que venció al Madrid para solaz de Puigdemont. El tilar es "A la feina". ¡Visca! A decir verdad, la prensa de Madrid tampoco se entusiasma demasiado con la manifestació del domingo, a pesar de la profusión de tomas aéreas desperciadas. Les falta "cultura" de cartel propagandístico.
Lo de Paco Frutos, aquel currante que se metió en política cuando Franco y llegó a jefe del PCE, es cosa bastante comentada. Menudo pedazo de fascista, charnego y botifler, traidor a los señoritos que toman cócteles al mediodía, traidor al estimado catalanismo, traidor a la lengua que habla con un ligero deje de cachondeo suburbial, traidor a la escola catalana y traidor a la izquierda plural del chaval de la coleta y la alcaldesa iluminada. Vaya soflama la del último fascista, recién ingresado en la academia de la caverna. Acusó a los soberanistas de "racismo identitario". Ahí lo dejó.
Arcadi Espada analiza en El Mundo la creciente popularidad del 155: "La inmensa manifestación de ayer, como la del 8 de octubre, no prueba que haya crecido exponencialmente el número de constitucionalistas catalanes ni lo pretende. Solo indica que han aumentado su movilización y su beligerancia, y esas dos condiciones, al margen de que sea o no preámbulo de un futuro incremento de votos, fracturan el ensueño de un gobierno que camina hacia Ítaca con una encendida nación detrás. El nacionalismo catalán solo da para gobernar una región autónoma española. ¡Desdichadamente no es poco! Pero no da para un paso más. Durante los últimos años la costra catalana ha ido predicando el mensaje de la independencia. Cíclicamente los órganos de gobierno de universidades, de colegios profesionales, de clubs de fútbol, de asociaciones culturales, de medios de comunicación, todos ellos dependientes del Presupuesto y exaltados por una activa pléyade de curas y campesinas, han creído y hecho creer que el pueblo elegido podía asaltar el Estado democrático. Pero como siempre ocurre con los adoquines debajo estaba la playa. Y el inexorable reflujo de las mareas".
El Govern republicano se reúne en una masía, según reporta Isabel Garcia Pagan en La Vanguardia: "Con el Govern en silencio desde el viernes por la tarde y sin consigna de respuesta unitaria a la intervención de la Generalitat, el sábado se organizó una cita en una casa rural de Vilaür, en el Alt Empordà. Entre los asistentes estarían, según fuentes conocedoras del encuentro, el editor Oriol Soler; la secretaria general de ERC y el portavoz, Marta Rovira y Sergi Sabrià, y el secretario de organización del PDECat, David Bonvehí. También participaron representantes de las entidades independentistas: el vicepresidente de la ANC, Agustí Alcoberro, y el portavoz de Òmnium, Marcel Mauri, junto a Jordi Bosch, miembro de la ejecutiva de la entidad. Según algunas fuentes, Carles Puigdemont también se acercó a última hora a la casa para participar en la reunión, que acabó sin decisiones de futuro".
Incertidumbre general en las filas republicanas. Jordi Galves pone puntos y pone íes en su artículo en El Nacional: "No t’ho acabes de creure però la independència ja és aquí, ha vingut, i encara que no sigui com l’hauríem imaginat, ni tu ni jo, és l’afirmació de sobirania del poble català més important de la nostra història contemporània. (...) ¿Heu oblidat que l’independentisme és un moviment que va de baix a dalt i no al revés? ¿Esperàveu que el president Puigdemont després de proclamar la independència tindria poders màgics per assegurar les fronteres i per fer-se obeir en tot el territori? La independència de Catalunya l’ha d’omplir de contingut el poble català sobirà que l’ha reclamada amb insistència i, en aquest sentit, tindrà la independència que es mereix, exactament la independència que s’hagi guanyat a pols. Els regals els fan els Reis Mags. Mentre sigui de manera pacífica, tots tenim la possibilitat de fer costat a la legitimitat que representa el Govern del president Puigdemont i de desobeir massivament el Govern de Rajoy. Possibilitat de fer tota mena d’actes de força que no impliquin violència, com ara exercir el dret a la vaga general i indefinida".
De momento, Puigdemont ha instagrameado una foto del cielo despejado visto desde la galería gótica del Palau de la Generalitat. Inaugura un nuevo fenómeno. Ya no hace falta irse al exilio, basta con montar un gobierno paralelo en Twitter, Instagram o Tuenti.
30 de octubre, santoral: Marcelo y Claudio de León, Eutropia y Lupercio.