Primera fase, todos somos Barcelona. Los Mossos desalojan los locales de las Ramblas. Gente con las manos en la cabeza. Información contradictoria, confusa, sin sustancia. Cuando el consejero de Interior, Joaquim Forn, confirmaba sólo una víctima mortal, en su departamento daban la cifra de trece muertos. No hubo rehenes, pero habría más muerte. De madrugada, un tiroteo en Cambrils se saldaba con cinco supuestos terroristas abatidos. Intentaron un atropello similar al de Barcelona. Infoconfusión viral.



El mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, participaba junto a Forn en una rueda de prensa sobre las once de la noche. El extraño suceso de la salida de la Diagonal y la detención de un individuo en Ripoll quedaban en segundo plano ante el nexo de la explosión en un chalet de Alcanar la noche antes y la matanza de las Ramblas y la constatación de que el asesino de la furgoneta había logrado escapar.



Portada de 'El País' del 18 de agosto de 2017 / CG

Portada de 'El País' del 18 de agosto de 2017 / CG

Ingente despliegue institucional, gabinete de crisis y apariencia de unidad. Que no se diga.



En La Vanguardia reportan los instantes previos a la tragedia en una casa de Cadaqués: "La reunión de amigos debía repetirse ayer. Hubo paella, pero no sobremesa. Las trágicas informaciones del ataque terrorista en Barcelona hicieron que los planes de los convocados saltaran por los aires. Comenzando por los del presidente de la Generalitat, que suspendió sus vacaciones y volvió a Barcelona para ponerse al frente del gabinete de crisis puesto en marcha en el Palau de la Generalitat".



A las dos horas del ataque, todo el mundo estaba donde se suponía que tiene que estar. Fuera del perímetro de las Ramblas, los viandantes, turistas o paisanos seguían sus rutinas. El entorno de la Sagrada Familia mostraba la vitalidad habitual, según el reportaje de Joaquín Luna en La Vanguardia. Remata así la pieza: "Ayer fue un día histórico para Barcelona: los turistas no matan Barcelona, mueren por ella".



En El País, Lluís Bassets firma una nota en la que introduce el factor de la turismofobia: "El terrorismo de masas, dirigido a erosionar los valores y la convivencia, se está convirtiendo en rutina en las sociedades europeas. La época de la frivolidad ha terminado. Ahora sí que nos mira el mundo entero, para saber qué haremos de esa Barcelona dolorida por ese ataque salvaje, que quiere empobrecerla y destruirla como ciudad solidaria, abierta y libre. ¿Dejaremos que los terroristas interfieran y condicionen el debate sobre Barcelona, sobre su seguridad y su turismo?"



En abstracto, Barcelona no tiene miedo, sino una dilatada experiencia anterior incluso a la matanza de Hipercor. España lleva décadas de adelanto en forjar uniones y desuniones en torno al terrorismo, sufriéndolo sus gentes con estoicismo. De primeras no se cita Madrid, salvo contadas excepciones. En Crónica Global aborda el escamoteado referente el director, Xavier Salvador, quien escribe: "Barcelona era objetivo del terrorismo yihadista, lo sabíamos y gracias a las fuerzas policiales se ha retrasado mucho tiempo el triste acontecimiento vivido en Las Ramblas. Lo fue Madrid en su día y otras capitales europeas en los últimos tiempos demostraron la fragilidad de las grandes ciudades y se convirtieron en diana de quienes de forma cobarde utilizan el terror para imponer sus ideas. En España, palabra que no salió de la boca del presidente o la alcaldesa, tenemos una larga y desgraciada experiencia de cómo la violencia con motivaciones políticas ha turbado nuestra convivencia".



Así es que se veía venir. Cae con estrépito la teoría de que los autodenominados "soldados" del califato se abstenían de cometer atentados en Al-Andalus para preservar su condición de puente y santuario. Cobra certeza que Cataluña es un nido de víboras salafistas con células organizadas.



En El Periódico, firma un texto Antonio Baquero sobre un aviso de la CIA a los Mossos: "La capital catalana era uno de los objetivos del yihadismo desde hacía un tiempo. Tras los atentados perpetrados en grandes ciudades europeas como París, Londres o Berlín, Barcelona estaba en el punto de mira de los terroristas y así se lo había advertido la CIA a los Mossos d'Esquadra. Hace dos meses, la agencia central de inteligencia estadounidense trasladó su aviso a la policía autonómica catalana, según ha podido saber este diario. Incluso alertó del riesgo en las Ramblas, donde este jueves ha tenido lugar el atentado masivo con una furgoneta".



"Sangre para los coquetos" es el título del artículo de Arcadi Espada en El Mundo que versa sobre una variedad de actitudes frente al terrorismo: "A mí me importan los más irresponsables de mis colegas, que traen al prime time la violenta novedad de un memo y la convierten en meme. Y a mí me importan, porque aún saludo a alguno, los cobardes. Toda esta gentecilla, entreverada de gentuza, lleva años coqueteando por activa o pasiva con la violencia: desobedeciendo, desacatando, chuleando la paz, que es la ley. Si el Cuerpo Nacional de Policía lo permite, quiero compartir los 13 muertos y 80 heridos con todos y cada uno de esos intolerables coquetos, por si hay modo de que la sangre rinda a otro fin que la torva gloria de dios".



Las imágenes de la matanza en las Ramblas fueron la onda expansiva del atropello. La directora de Público, Ana Pardo de Vera, firma una rectificación compungida: "En los primeros minutos del atentado, este diario publicó de forma indiscriminada las imágenes del atropello terrorista en Barcelona sin tener en cuenta si las fotografías mostraban el rostro o la identidad de las víctimas. Como directora de Público, quiero pedir perdón en nombre de todo el equipo a nuestros lectores, seguidores en redes y a todos/as aquellos que hayan podido ver reflejada de forma innecesaria toda la crueldad de este asesinato en los primeros minutos de nuestra web y su difusión en redes".



Son daños colaterales del 17-A en Barcelona, primer atentado viral en España trece años después del 11-M en Madrid. Twitter surgió en 2006. 



18 de agosto, santoral: Agapito y Elena.