Aznar, embajador volante de Trump en Sudamérica

El discurso del Rey ha causado una profunda conmoción y malestar en medios nacionalistas, que esperaban que Felipe VI pronunciara su texto en catalán y con un polvorón en la boca. Pero el astuto monarca pasó de polvorones, mazapanes, orgullos y satisfacciones. En Podemos tampoco ha gustado el mensaje porque se han sentido aludidos en lo de agitar viejos fantasmas, abrir heridas cerradas y generar mal rollo en general. La réplica más contundente contra la Corona viene de la Asociación por la Memoria Histórica, que se ha quejado a la Defensora del Pueblo porque afirman que Felipe de Borbón atacó los derechos de las familias de los desaparecidos en la Guerra Civil. La frase que censuran es esta: "Vivimos tiempos para profundizar en una España de brazos abiertos y manos tendidas, donde nadie agite viejos rencores o abra heridas cerradas".

Así pues, a esta entidad, al señor Echenique y a los nacionalistas en bloque, lo del Rey les suena mal y no les gusta, cosa de la que se infiere el apoyo cuasi entusiasta de los no nacionalistas. En la Casa Real son expertos en quedar bien con todo el mundo, pero la gente tiene cada vez la piel más fina.

En El Mundo subrayan que no dijo "Cataluña", implícita en el contexto. Raúl Piña es el encargado de atar la mosca por el rabo del discurso en el diario que dirige Cuartango: "A buen entendedor... En el tradicional discurso de Nochebuena, el Rey no mencionó la palabra Cataluña. No la nombró de manera explícita. Pero estuvo muy presente. Mensaje directo con unos destinatarios concretos: los independentistas. Apenas 24 horas después de que el Parlament acogiese una cumbre sobre el referéndum secesionista --que evidenció la fractura del frente soberanista--, Felipe VI hizo una firme defensa de la convivencia en la unidad y desde el respeto a la ley. «Vulnerar las normas que garantizan nuestra democracia y libertad sólo lleva, primero, a tensiones y enfrentamientos estériles que no resuelven nada y, luego, al empobrecimiento moral y material de la sociedad»".

Escribe Piña que en Zarzuela "consideran que hay que ocuparse de las cosas, pero el día a día está también en otros temas como, por ejemplo, la educación. «Sucede que no hace falta explicitar y nombrar»". Ya luego los zarzuelólogos se ocupan de advertir del punto crítico o críptico a Puigdemont, Junqueras, Iglesias y a los muchachos del mechero. 

Navidad en Montjuïc. El catalanismo en pleno se cita delante de la tumba del coronel Macià, de cuyo traspaso se cumplen 83 años. Puigdemont se declara heredero del espíritu de don Francesc, que lo mismo es que se le aparece por las noches para marcarle el camino. Forcadell, sobre la tumba del prócer, dice que le gustaría que todos los catalanes tuvieran la misma libertad de expresión que el Rey, que es el español que tiene menos libertad para decir lo que de verdad se le pasa por el forro de la casaca.

Donde está el bien acecha el mal, así que en Navidad huele a azufre y no son los canelones o canalones (es como lo de las almondigas y las crocretas) de la abuela. Aznar es colega de Trump. ¡Horreur! El tío Donald y Josemari con las piernas sobre la mesa de nuevo.

Federico Castaño advierte en su texto en Voz Populi de que Aznar será embajador volante de la ensaimada capilar para llevar la democracia a Iberoamérica, literal tal cual. Escribe Castaño: "Aznar se ha desvinculado de la dirección del PP y ahora tiene las manos más libres para trabajar de manera más activa desde FAES a favor de algunos de los procesos de democratización pendientes en América Latina, aseguran fuentes cercanas al expresidente. Para ello se valdrá de su buena relación con el Partido Republicano, donde uno de sus principales enlaces es el recién reelegido senador por Florida Marco Rubio. Algunos exdirigentes del PP que le son próximos tienen claro que actuará en algunos países como “enviado especial” de la administración Trump y que no perderá tiempo en España interfiriendo en la política interna, ni mucho menos creando una nueva formación política".

Sigue un párrafo después: "Lo que sí pretende Aznar, según estas fuentes, es dedicarle más tiempo a sus contactos internacionales, algo que también algunos de sus enemigos dentro del PP interpretan como producto de su interés en alimentar sus negocios y mejorar las cuentas de resultados".

Decía Adenauer que en política hay enemigos, enemigos mortales y compañeros de partido, máxima que enlaza y hermana al PP con Podemos, de cuyo cisma se ocupa Francesco Manetto en su crónica en El País: "El sector de Podemos más próximo al líder, Pablo Iglesias, ha emprendido una campaña de desgaste contra el número dos del partido, Íñigo Errejón. Le acusan de utilizar un grupo de cargos afines para dividir a la formación, presentándole ante las bases como responsable, en última instancia, de las disputas internas. Buscan aislarle instándole a separarse de su núcleo de confianza. Y usan el argumento de la unidad para rechazar las críticas de esa corriente. El secretario de Organización, Pablo Echenique, culpó este domingo al entorno de Errejón de “poner en peligro el proyecto”".

Incluso han parido el hastag #ÍñigoAsíNo. Un caso claro de acoso escolar. ¿Y estos chicos van a cambiar España?

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