Un comité federal del PSOE no es como una asamblea de la CUP, pero es inevitable comparar la cabeza en bandeja de plata de Artur Mas con la investidura gratis et amore de Mariano Rajoy. Los medios de Cataluña subrayan que la abstención no tendrá contrapartidas, como si evitar el previsible descalabro electoral en unos terceros comicios no fuera suficiente recompensa para un partido roto por Pedro Sánchez y sus delirios decorativos para la Moncloa.
El socialismo bellotero y pata negra de Felipe y Rubalcaba ha superado un trance, la dolorosa decisión de propiciar con su abstención que gobierne la lista más votada. Si Sánchez no hubiera sido tan ambicioso, llevaría tiempo instalado en una cómoda oposición, atizando estopa a diestro y siniestro y paseando el palmito playero frente a un Gobierno desgastado por sí mismo. Pero lo quiso todo de golpe y se quedó en nada, al punto de emitir mensajes de mal perdedor en la red séptica de Twitter: "Pronto llegará el momento en que la militancia recupere y reconstruya su PSOE. Un PSOE autónomo, alejado del PP, donde la base decida. Fuerza".
¿Fuerza? ¿Qué fuerza? Que la fuerza te acompañe, nen. El guaperas del barrio de Tetuán afila la navaja, mango de cuerno de cabra y siete muelles. Espera su oportunidad en el congreso que debe celebrar en breve el partido. El riesgo de destrucción del PSOE es alto, a pesar de la resiliencia del partido ante las grandes adversidades. Si sobrevivió a Zapatero, no hay razón para pensar que no consiga cerrar las heridas y encontrar un sustituto al que no se le vaya la pinza con consignas tipo "no es no".
El País, el diario, vuelve a estar de lado del socialismo y le atribuye unos méritos que no le corresponden. Así titula su portada: "El PSOE logra sacar a España del bloqueo y evita otras elecciones". Dos por uno, salvando España y evitando los terceros comicios en un año. También valdría titular que el PSOE se deja de leches, se toma la cicuta y aterriza.
Anabel Díaz suscribe la información en el diario de Prisa: "El “no es no” a que gobierne Rajoy en el que se apoyaron Sánchez y sus partidarios fue vencido sin alharacas por 139 votos a favor y 96 en contra; un 60% frente a un 40%. En el anterior comité la propuesta que llevó al abandono de Sánchez se saldó con 132 a 107. La división es un hecho en el comité federal socialista aunque los partidarios de la abstención estiman que esa proporción de 60 a 40 no es preocupante en exceso si se tiene en cuenta que durante mucho tiempo el “no es no” apenas ha tenido réplica ni argumentos en contra".
En El Confidencial, Juanma Romero e Isabel Morillo se encargan de la crónica del sustancial comité: "Habrá Gobierno de Mariano Rajoy, habrá legislatura, y no más bloqueo, y no nuevas elecciones generales, las terceras en un año, en diciembre. Se dice pronto. Pero la decisión del comité federal del PSOE, quizá la más difícil y envenenada que haya tenido que tomar en años, inédita desde la Transición —jamás un partido había entregado las llaves de La Moncloa a su adversario natural—, no será ni gratuita ni sanará de pronto todos los males de una formación fracturada, por arriba, entre la dirigencia y con el PSC, y por abajo, con las bases. El tortuoso camino hacia la abstención de los socialistas en la investidura del presidente del PP, aunque producto de un debate sereno y no guerracivilista como el que acabó tumbando a Pedro Sánchez hace solo tres semanas, se ha recorrido muy rápido por la premura de los tiempos, pero a partir de ahora arranca una fase desconocida, y solo el transcurso de los meses dirá si el realojo de Rajoy en el Gobierno es comprendido o penalizado por sus votantes. En cualquier caso, el reloj se pone en marcha de nuevo, y ya sin el dimitido secretario general en el primer plano, al que ni los suyos mentaron ni defendieron largamente durante la reunión del máximo órgano de poder del PSOE".
De momento, los 22 diputados del no se mantienen firmes. En Ok Diario, Luz Sela aporta la relación de díscolos, con Margarita Robles, Odón Elorza y Meritxell Batet entre los destacados.
¿Y qué pasa con el PSC? Lo aclara María Jesús Cañizares en su texto de CRÓNICA GLOBAL: "En 2013, 14 diputados del PSC en el Congreso fueron multados con 600 euros por votar diferente al resto de sus compañeros y apoyar las propuestas de CiU e ICV sobre una consulta soberanista legal y pactada. A consecuencia de ello, el veterano José Zaragoza dimitió como secretario general adjunto del grupo parlamentario. Pero la sangre no llegó al río y no hubo escisión del PSC (...). El martes, los socialistas catalanes convocarán a las bases para confirmar su decisión de votar "no" al líder del PP. Pero ni PSOE ni PSC conciben una ruptura, que conllevaría el paso de los socialistas catalanes al Grupo Mixto, esto es, compartir bancada con los independentistas de CDC que tanto critica Susana Díaz".
A todas estas, José Alejandro Vara, en Voz Populi, descubre que el Rey emérito le pasaba información fetén a su hijo, Felipe VI, del estado de la cuestión en el PSOE. Siempre se ha dicho que las relaciones entre don Juan Carlos y los dirigentes socialistas no sólo han sido fluidas sino también muy cordiales. Con quien no se llevaba ni se lleva es con el PP. Cuestión de química.
Afirma Vara: "En la Casa Real se ha manejado información de primera mano sobre el devenir de los acontecimientos, tanto por el partido en el Gobierno, como desde un sector del la principal fuerza de la oposición. Ahí entra en juego la figura de la presidenta de la Junta de Andalucía, pendiente siempre de mantener estrechos lazos con la Jefatura del Estado. La fluida relación de Susana Díaz con el Rey emérito no era secreto alguno. En 2014, para sorpresa de algunos, fue recibida en Palacio dos veces en menos de seis meses. Don Juan Carlos y la lideresa andaluza "se entendían muy bien, había sintonía, el Rey la apreciaba", según fuentes del Ejecutivo andaluz".
24 de octubre, santoral: Antonio María Claret, Fromundo, Proclo y Senoco.