Primeras planas

Pablo Iglesias odia a los gacetilleros y el debate menstrual

Arremetida del Lenin de Vallecas contra un periodista en una charla con estudiantes en la Complutense. La prensa carroñera se defiende. La CUP de Manresa lo peta con la higiene íntima femenina

22 abril, 2016 09:05
ABC:Los candidatos ya no quieren negociar

El Mundo: El juez quiere que Barberá y el PP declaren por blanqueo

El País: El poder judicial justifica que los jueces cobren de Ausbanc

La Razón: El TS no decidirá si imputa a Barberá antes de las elecciones

Ara: Junqueras busca 1.000 milions

El Periódico: El pacto que tejen Podemos e IU habría sacudido el 20-D

El Punt Avui: Front comú contra l'ofec al transport públic

La Vanguardia: Rajoy no llamará a Sánchez ni intentará ser investido

Pablo Iglesias padece el síndrome de la alcachofa, como Tata Golosa y su hit de los micrófonos. Dice que dice su madre que se la ha puesto cara de presidente. Sí, de Montepinar. Odia a los periodistas. ¿Y quién no? Sin embargo, Iglesias no tiene empacho en señalar, apuntar, censurar y amenazar al gremio de los plumillas, unos muertos de hambre, aceituneros altivos (de los canapés), gacetilleros de mierda.

Iglesias parece Luis Enrique, el entrenador del Barça, en una rueda de prensa tras perder con el Valencia. Inmune a la crítica e insensible a la prudencia, el Lenin de Vallecas se marcó una conferencia en la Complutense de la que se deduce que los pelotudos periodistas serán enviados a Siberia en la España de Iglesias. Y se cebó especialmente con Álvaro Carvajal, de El Mundo.

En ese periódico da cuenta de la información Roberto Benito: "El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha atacado públicamente este jueves al periodista de El Mundo Álvaro Carvajal, que está dedicado a la cobertura de la información de Podemos. En una intervención en la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid, con motivo de la presentación de un libro, Iglesias ha citado de forma reiterada a Carvajal, se ha mofado de su persona con la complicidad de gran parte del público asistente y ha acusado a los periodistas, y al redactor de El Mundo en particular, de publicar noticias falsas para medrar en su trabajo. El secretario general de Podemos ha arrancado así su intervención: "Tengo que evitar que Álvaro Carvajal, que tiene aspecto de epistemólogo pero es un periodista de El Mundo, me saque el titular 'Vamos a hacer que España se masturbe'". Y así todo el rato, que si Carvajal tiene que criticar a Podemos para medrar en el periódico, que si Carvajal tal cual y la prensa buitre y carroñera.

Notable artículo al respecto de Victoria Prego en calidad de columnista de El Mundo y presidenta de la Asociación de la Prensa: "No ha sido una anécdota de mal gusto aderezada con procacidades para mayor vulgaridad del argumento. Lo que Pablo Iglesias hizo ayer -deliberadamente y actuando ante un público incapaz de calibrar la gravedad de lo que estaba sucediendo allí, sino, al contrario, aplaudiendo gozoso la aberración democrática que se estaba perpetrando ante sus ojos y abucheando a la periodista que se atrevió a levantarse para defender la libertad de información y, con ella, la dignidad de la profesión- es enseñar la auténtica materia de la que está hecho. Una materia que había exhibido sin pudor tiempo atrás, cuando las circunstancias políticas no le habían aconsejado aún que moderara su genuina ideología".

Notable

Y añade: "Ayer circularon por las redes algunos vídeos en los que el señor Iglesias explicaba cómo los medios debían estar controlados por el Estado y cómo le resultaba aberrante que la información estuviera canalizada también por medios privados. «La información es un derecho», argumentaba, siguiendo una doctrina esencialmente totalitaria, «y por lo tanto, tiene que estar en manos del pueblo, representado por el Estado». En una palabra, el señor Iglesias sueña con instaurar en nuestro país el Ministerio de la Verdad".

Más política. Ya casi nadie confía en un acuerdo de última hora para formar gobierno. La "solución Monti" de Rivera ha sido descartada en plan "full". Podemos e Izquierda Unida urden un pacto para el 26-J y Rita Barberá ahí está, que si la imputan o la indagan.

El Confidencial ha dejado de abrir con los papeles de Panamá, pero aún se esperan truculentas nuevas del mundo "offshore", una revisión de "La escopeta nacional". El País sigue con la vida de Luis Pineda Salido, el baranda de Ausbanc, y la derivada de sus untes a los jueces, que se han mostrado en general abochornados pero comprensivos con sus charlistas captados por Pineda.

La CUP de Manresa ha triunfado. La Vanguardia le dedica una doble página al debate sobre los tampones y las esponjas vaginales. Cristina Sen apunta: "Hay un nuevo mandamiento no escrito que prescribe a las mujeres el retorno a la madre naturaleza, un imperativo que sobrevuela desde una supuesta superioridad moral? Copas menstruales, esponjas marinas, compresas de tela, sangrado libre, parto natural, crianza con apego, lactancia prolongada... El debate está servido y, cómo no, el cuerpo de la mujer vuelve a ser el centro de la batalla. La propuesta que llevó el miércoles la CUP al pleno del Ayuntamiento de Manresa para fomentar entre las adolescentes los métodos alternativos de recogida de sangrado de la menstruación y los miles de comentarios generados son sólo una pequeña muestra de una discusión más amplia. Lo natural está de moda, sin duda, y es lógico que en estos largos años de crisis y con el planeta sobreexplotado se haya convertido en una forma de buscar un sentido de la vida. (...) Pero a partir de aquí desde el mismo feminismo hace ya un tiempo que se ha lanzado la voz de alarma sobre este regreso al naturalismo, sobre las filosofías de la crianza con apego y maternidad intensiva al entender que pueden dejar a las mujeres atrapadas en casa, juzgadas en función de sus órganos reproductivos, centrando el valor en sus cuerpos".

22 de abril, santoral: Santa María Virgen, Madre de la Compañía de Jesús, Cayo, León de Sens, Miles, Oportuna, Parmenio y Sotero.