El candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona, Jaume Collboni, junto a Laia Bonet / EFE

El candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona, Jaume Collboni, junto a Laia Bonet / EFE

Política

¿Qué fue de la generación BlackBerry de PSC y CDC?

La marca canadiense que hoy desaparece dio nombre a una remesa de jóvenes políticos llamados a liderar sus respectivos partidos: sus destinos han sido muy dispares

4 enero, 2022 12:33

Ya es oficial. Los teléfonos BlackBerry dejan de funcionar a partir de hoy. La marca canadiense dio nombre en Cataluña a toda una generación de jóvenes políticos de PSC, pero también de CDC, llamados a coger las riendas de sus respectivos partidos. Sus destinos han sido muy dispares: ninguno ha logrado alcanzar el liderazgo, algunos desaparecieron de la vida pública, otros ocupan cargos institucionales importantes o  pasaron a la empresa privada por la puerta grande.

El cambio de milenio dio lugar a los inicios de ese grupo de políticos auspiciados, en el caso del PSC, por la formación del gobierno tripartito. Jaume Collboni y Laia Bonet sobreviven en primera línea política, aunque ninguno de los dos se ha convertido en la gran promesa de los socialistas catalanas. Collboni es teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Barcelona y acaba de ser ungido por Salvador Illa como miembro de la nueva ejecutiva del PSC, candidato in pectore (de nuevo) a la municipales de 2023. Bonet, por su parte, también es teniente de alcalde, y el pasado mes de septiembre vio incrementadas sus competencias al asumir movilidad y la presidencia de TMB. También pertenecen a esa generación BlackBerry la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), Núria Parlon –fallido intento de relevo generacional al frente del PSC--, Marc Murtra; presidente de Indra; Meritxell Batet, presidenta del Congreso; Francesc Vallès, actual secretario de Estado de Comunicación del Gobierno; Carles Martí, miembro de la nueva ejecutiva de Illa y exsecretario general de la federación de Barcelona, o la díscola Rocío Martínez-Sampere, recuperada por el partido como directora de la Fundación Felipe González a pesar de haber sido miembro del sector crítico del PSC.

La convulsa trayectoria convergente

En CDC, esa generación prometedora –procedente en su mayoría de la Joventut Nacionalista de Catalunya-- a duras penas ha sobrevivido al cambio de siglas, la deriva independentista y las luchas cainitas entre neoconvergentes. Jordi Cuminal, exdirector de Comunicación y exmano derecha de Artur Mas, no se recupero de su fracada propuesta de cambio de nombre en el congreso de refundación de Convergència en julio de 2016. Más suerte tuvo Miquel Buch, que llegó a ser consejero de Interior, aunque fue cesado por un Quim Torra entregado a la causa de los CDR. Albert Batalla fue alcalde de La Seu d’Urgell, pero no pasó de ahí. Marta Pascal llegó a liderar PDECat, partido que abandonó en plena lucha con el sector de Carles Puigdemont para fundar el Partit Nacionalista de Catalunya (PNC), que no logró representación en las elecciones autonómicas de 2021.

Mercè Homs, hermana del exconsejero Quico Homs, también vivió sus minutos de gloria como alcaldable por Barcelona, pero ese relevo nunca se produjo. Marc Castells sí ocupó varios cargos institucionales: alcalde de Igualada, presidente efímero de la Diputación de Barcelona y, sobre todo, resistente hasta ahora del intento de OPA de Puigdemont a los alcaldes de PDECat. Asimismo, Joan Vidal de Siurana, que había sido jefe de gabinete de Artur Mas y mediador en el sottogobierno de Carles Puigdemont entre Junts y ERC, abandonó la primera línea política.