Ángel Hernández, nuevo líder de la muerte digna, en una imagen de archivo

Ángel Hernández, nuevo líder de la muerte digna, en una imagen de archivo

Política

Los juzgados de violencia de género rechazan investigar al hombre que ayudó a morir a su mujer

La magistrada rehúsa en un auto investigar el caso de Ángel Hernández por entender que su actuación no está contemplada en la ley contra la violencia de género

24 abril, 2019 19:22

La magistrada del juzgado de violencia número 5 de Madrid rechaza investigar a Ángel Hernández por delitos relativos a la violencia de género en un auto. Ahora, la titular del órgano decidirá si debe remitir la causa al juez de instrucción o elevar una cuestión de competencia ante la Audiencia Provincial de Madrid.

La juez entiende que la inhibición del juzgado de instrucción no es procedente, porque la voluntad de la mujer de Hernández para poner fin a su vida, expresada de forma inequívoca, conlleva que la práctica eutanásica no puede equipararse a las conductas contempladas en la ley como violencia de género.

Reclama más debate

Ángel Hernández ha indicado que, al conocer la noticia por los medios, se ha alegrado ya que “una institución como es el Juzgado de Violencia, y que es tan necesaria para luchar contra la violencia machista, no se podía mezclar con lo mío porque sería un desprestigio para ella".

En relación los dos debates televisados con vistas a las elecciones del próximo domingo, Hernández ha echado en falta que no se haya mencionado el tema. Sin embargo, confía en que se apruebe la ley de eutanasia en la próxima legislatura.

Coloquio sobre la eutanasia

Este miércoles ha tenido lugar un coloquio, moderado por Jordi Évole, sobre la eutanasia en el Teatro del Barrio y Producciones del Barrio. En el evento han participado la asociación Derecho a Morir Dignamente y el primer médico condenado por una práctica eutanásica en España, Marcos Hourmann.

Los participantes han estado de acuerdo en la necesidad de promover iniciativas legislativas que regularicen la eutanasia. Consideran que la sociedad ya está preparada y, por lo tanto, ahora es el turno de las fuerzas políticas y de la iglesia para “estar a la altura”.