El colíder de ICV Joan Herrera, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y el candidato de Catalunya sí que es pot, Lluís Rabell, en un acto electoral.

El colíder de ICV Joan Herrera, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y el candidato de Catalunya sí que es pot, Lluís Rabell, en un acto electoral.

Política

Iglesias, muy lejos del 'sorpasso' al que aspiraba

Podemos no consigue desbancar a los socialistas como principal fuerza de la izquierda de ámbito español en Cataluña. Tampoco se separa del PP, y C's le dobla con creces

29 septiembre, 2015 00:00

El mal resultado en las elecciones catalanas de Catalunya sí que es pot, la lista de ICV-EUiA y Podemos, es un duro golpe a las aspiraciones del líder de la formación morada, Pablo Iglesias, de cara a las próximas generales. Iglesias planteó en buena parte estos comicios como unas primarias del 20D, consciente del peso decisivo que, tradicionalmente, ha representado Cataluña para la izquierda en el reparto de poder en el Congreso. Y ha visto como no ha sobrepasado a ninguno de sus potenciales rivales para el 20D.

Podemos ha dedicado una intensa energía a estos comicios, con presencia destacada del propio Iglesias -que en sus mitines ha hablado casi más en clave de elecciones generales que otra cosa- y del número dos, Íñigo Errejón. Sus aspiraciones, avaladas por las primeras encuestas, pasaban por superar a los socialistas como fuerza hegemónica de la izquierda de ámbito español en Cataluña. No solo para situarse simbólicamente como voto útil progresista de cara al 20D, sino también para hacerse con el diferencial respecto al PP que los socialistas siempre han cosechado en las generales en Cataluña. Y que ha sido decisivo en algunos comicios para el PSOE, como los de 2004.

Por detrás de socialistas y C's, y sin desmarcarse del peor PP

La lista participada por Podemos no solo no ha logrado su objetivo, al quedar cinco escaños por debajo de un resistente PSC, sino que sólo han aventajado en un diputado a un PP en horas bajísimas. Y, también muy significativo, se han visto más que doblados en votos y escaños por C's. Con lo cual el partido naranja se apunta una clara victoria simbólica ante sus principales rivales en la carrera por liderar la nueva política ante el bipartidismo de PP y PSOE.

El propio Iglesias ha admitido tácitamente las consecuencias de su "decepcionante" resultado el 27S. Aun matizando que la política catalana tiene unas particularidades que no permiten "preestablecer" lo que ocurrirá en las generales, sí ha reconocido que ahora Podemos parte "en tercera posición" para la carrera a la Moncloa. No ha especificado quien considera que está en cuarta posición.