Educación se plantea que los institutos comiencen antes las clases y acabar con la jornada intensiva

El conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, nunca ha escondido su intención de continuar avanzando las clases y de asegurar que es una medida positiva para los alumnos y sus familias porque, a su parecer, facilita la conciliación. Por ahora, lo único que ha confirmado es que las puertas abrirán antes, pero no ha concretado fechas exactas. De hecho, en una entrevista en Cafè d'Idees de Ràdio 4 y La 2, aseguró que el próximo curso los colegios e institutos comenzarán "en fechas similares" al anterior.

Este jueves, el Consejo Escolar de Cataluña se reunirá en un pleno que arrancará a las 16:00 horas y que vendrá precedido por varios encuentros entre la consejería y agentes implicados, como la Junta de Direcciones, representantes sindicales, representantes de los alumnos y de las familias, y entidades municipalistas. Lo previsto es que la Generalitat traslade su propuesta sobre el inicio de curso 2023-24 y, a partir de ella, se inicie un debate repartido en distintas sesiones en las que los distintos sectores "expondrán su opinión", según apunta el documento al que ha tenido acceso Crónica Global, que indica que las sesiones se llevarán a cabo el 16 y 27 de febrero y el 2 de marzo.

¿Escuchará Cambray a la comunidad educativa?

Pero la experiencia no juega a favor de Cambray, "acostumbrado a imponer" sus decisiones sin consultar con la comunidad educativa --cabe recordar que la decisión de avanzar el calendario escolar fue uno de los motivos que propició las huelgas educativas--. Por eso, ni los sindicatos consultados ni las familias tienen esperanzas de que este jueves salga una propuesta que agrade a todos los implicados.

Manifestación profesores 25 de Mayo / LUIS MIGUEL AÑÓN (CG)

Aunque por el momento no hay nada escrito, desde Profesores de Secundaria, Xavier Massó lamenta que Educación se plantee que los alumnos de primaria y de secundaria comiencen el mismo día las clases. Una intención que, a su parecer, responde a la obsesión de la consejería de "infantilizar la primaria", tratando a los adolescentes como si fueran todavía niños. En este sentido, Massó ha recordado que las escuelas de primaria y los institutos funcionan diferente: "Si tradicionalmente en primaria han empezado antes, sus razones tiene que haber", ha manifestado en declaraciones a este medio.

"La secundaria no es una guardería. No está para que los padres coloquen a los hijos", ha expresado. En la misma línea se ha pronunciado el representante de Ustec, Xavier Díaz, que considera que empezar las clases el 4 de septiembre sería "inadmisible". Y es que los docentes necesitan, al menos, cinco días hábiles para preparar el curso. Además, recuerda que su imposición de obligar a preparar el curso en julio ha provocado la caída en picado de la formación del profesorado --que tradicionalmente se impartía durante ese mes--, a la vez que disminuye la ilusión por dedicarse a esta profesión. "Si vas degradando la labor del docente, acabará teniendo un problema", ha lamentado.

Los adolescentes podrán comer en el instituto

Asimismo, los distintos sindicatos esperan que el Govern haya aprendido la lección con el caos en el proceso de inscripción en la Formación Profesional (FP). En este sentido, avisan de que los grados medios y superiores deberán arrancar más tarde que el resto de etapas, pues están sometidos a un calendario de matriculación, rematriculación y repesca que necesita más margen. "Es inviable comenzar las clases antes de la tercera semana de septiembre", avisan. Si no es así, "será un desastre nuevamente", vaticinan. 

Estudiantes de Formación Profesional técnica, algunos de los centros que la imparten han sido golpeados por la crisis económica / EFE

Por otro lado, no es ningún secreto que la Consejería de Educación apuesta por acabar con la jornada intensiva en la secundaria a un medio-largo plazo. Algo que ya ocurre en algunos institutos-escuelas de Cataluña, en los que alumnos de primaria y secundaria acuden al aula en horario de mañana y de tarde. Aunque todavía no hay fecha, el Govern considera que el horario actual --de 8.30 a 14.30 h-- no funciona, por lo que hay que implantar horarios más saludables y ajustados a criterios pedagógicos. Eso pasa, por ejemplo, por habilitar una pausa en la que se permita comer en el instituto y alargar el horario de clases hasta las 16 o 16.30 horas.

Hoy por hoy es una propuesta poco concreta, pero ya ha alarmado a los sindicatos. Esperan que no se lleve a cabo porque supondría "más rechazo de los estudiantes a la escuela", un menor rendimiento académico y, además, más situaciones violentas en las aulas. Ello sumado a la "fatiga mental que acarrea estar encerrado en un centro durante tantas horas". Si finalmente sale adelante, la parte social avisa: "Será la guerra".

Las familias, partidarias de una jornada partida

La opinión de las familias dista mucho de la de sindicatos. La presidenta de las Asociaciones Federadas de Familias de Alumnos de Cataluña (Affac), Belén Tascón, ve con buenos ojos que se avance el calendario escolar, siempre y cuando se haga "en buenas condiciones". Es decir, que comiencen con la misma calidad educativa y en horario completo, a diferencia del curso anterior, cuando arrancaron a jornada intensiva. Y también avala que los institutos catalanes hagan jornada partida por los beneficios en el alumnado.

En declaraciones a este medio, Tascón defiende que, a nivel emocional, nutricional y de salud física, a los estudiantes les iría mejor: "Los expertos dicen que es más saludable hacer una comida dentro de la jornada escolar". Algo que, según dice, "también beneficiaria al alumnado más vulnerable, porque se garantizaría su derecho a la alimentación y a pasar menos tiempo solo en casa".

El Govern aprueba una subida del 10% en el menú escolar para el próximo curso / EP

Sea como sea, todas las voces consultadas esperan que haya "una verdadera negociación" sobre el calendario escolar y sobre las medidas que Cambray prevé aplicar a corto y largo plazo. Un conseller que ha debido aprender la lección y saber que, de no dialogar con la comunidad educativa, tendrá que enfrentarse a nuevas movilizaciones a pocos meses de unas elecciones municipales claves para ERC.