Josep Costa, Laura Borràs y Quim Torra, fieles a Carles Puigdemont, en el Parlament / CG

Josep Costa, Laura Borràs y Quim Torra, fieles a Carles Puigdemont, en el Parlament / CG

Política

Los duros de Puigdemont se preparan para el 'postprocés'

Dirigentes como Colomines, Costa o Borràs no renuncian a la unilateralidad y se rearman junto a Torra contra la nueva etapa de diálogo con el Gobierno

24 diciembre, 2018 00:00

El procés ha caído por su propio peso. El que tiene un grupo de ideólogos muy influyentes en Carles Puigdemont y que el pasado jueves recibieron un baño de realidad. La reunión entre Quim Torra y Pedro Sánchez constató que la salida al conflicto político solo pasa por diálogo y amplias mayorías. El encuentro entre ambos presidentes puso fin a la unilateralidad que defiende el independentismo más irredento y saludó a otras vías de solución. Sin embargo, la radicalidad se ha convertido en un modus vivendi de dirigentes que se resisten a abandonar el discurso de la implementación de la república. Quieren rearmarse, solos o en compañía de la CUP y la Assemblea Nacional de Catalunya (ANC). Y amagan con cisma.

Los duros de Puigdenont / Farruqo

Los duros de Puigdenont / Farruqo

Puigdemont intenta 'calmar' el 'procés' / CG

Entre estos defensores de la república catalana sin condiciones, cuya postura demuestra que algo está cambiando, se encuentran el historiador Agustí Colomines, un habitual de los conciliábulos previos a la declaración unilateral de independencia (DUI) que ha hecho extensiva su fidelidad a Puigdemont hasta Torra. Comparte con el president la peligrosa idea de que algunas causas justifican la violencia. Así, mientras el “presidente por accidente” abrazó la vía eslovena --luego matizó, algo habitual en el él--, el exdirector de la Escuela de Administración Pública de Cataluña --cargo que no ha recuperado debido a su radicalidad-- dijo que con muertos se aceleran las revoluciones.

El secesionismo más bizarro

Secunda ese grupo de resistentes Josep Costa, vicepresidente primero del Parlament, que se ha revelado como uno de los independentistas más bizarros. También se ha unido a ellos Laura Borràs, consejera de Cultura. Todo ellos son incondicionales de Torra, cada vez más solo en Palau. Tal como explicó Crónica Global, los amagos de motín en Presidencia, así como entre cargos responsables de comunicación, son cada vez más frecuentes.

Agustí Colomines, ideólogo independentista e historiador, durante una entrevista / CG

Agustí Colomines, ideólogo independentista e historiador, durante una entrevista / CG

Agustí Colomines, ideólogo independentista e historiador, durante una entrevista

Las intervenciones públicas de Torra --vía eslovena, purga de Mossos, apoyo a los Comités de Defensa de la República (CDR)…-- más próximas a la CUP que a su condición de presidente, le aleja cada vez más no solo de sus socios de ERC, sino de otros dirigentes como la consejera de Presidencia, Elsa Artadi, pieza clave de las negociaciones con el Gobierno español. La imagen de normalidad y diálogo que salió de la reunión entre presidentes el pasado jueves no agradó a determinados dirigentes que, como Colomines, Costa o Borràs, se sienten cómodos en el conflicto. Se agarraron al hecho de que en comunicado conjunto de los dos gobiernos no hubiera referencias a la Constitución. Pero ello no impidió que el encuentro evidenciara el principio del fin del procés.

Nuevas siglas

Pero los duros de Puigdemont/Torra no quieren apearse de su radicalidad. Estos dirigentes se agruparon hace unos meses bajo unas nuevas siglas --flaco favor al confuso votante postconvergente--, Junts per la República, que --con motivo de la reunión del Consejo de Ministros celebrada el viernes-- emitió un comunicado en el que cierran filas entorno a Torra. El tono es muy superior al que el mismo president utilizó en su reunión con Sánchez. Pero el procesismo sigue viviendo de esas soflamas. Recuerdan que el 21D se celebró el primer aniversario de la "victoria soberanista" y denuncian la "acción represora y antidemocrática del Estado" que impidió a Carles Puigdemont ser investido.

Avisan de que el camino hacia la independencia es difícil y advierten de "violencia, mentiras, descalificación y falta de respeto institucional a la democracia" por parte del Estado. Reivindican que Torra "es nuestro presidente" y avisan de que no tolerarán que el Gobierno "viole ilegalmente el derecho fundamental del pueblo de Cataluña a defender la independencia del país y la creación de su propio Estado".