Ada Colau podría dejar la seguridad del paseo del Puerto de Barcelona en manos de compañías privadas. Fuentes policiales aseguran que el Ayuntamiento de Barcelona y la autoridad portuaria se encuentran en plenas negociaciones para sustituir el dispositivo de vigilancia contra el top manta del paseo Juan de Borbón por vigilantes de seguridad.
En la actualidad, este dispositivo contra los manteros cuenta con agentes de la Guardia Urbana de la ciudad, Mossos d'Esquadra y policía portuaria. Ello requiere, pues, que varios agentes locales se mantengan de forma permanente y estática en la zona, lo que resta personal a un cuerpo que denuncia falta de efectivos desde hace años. Esta es la razón, según las fuentes consultadas, que motivaría la contratación de personal privado.
Falta de competencias
Interpelado sobre esta posibilidad, el CSIF, sindicato con mayor representatividad en la Guardia Urbana de Barcelona (GUB), asegura que esta actuación sería --si se lleva a cabo-- una "clara vulneración" de la ley que regula la actividad de las empresas de seguridad privada, y argumenta que se trataría de una invasión del trabajo que desarrolla el cuerpo de seguridad local.
Eugenio Zambrano, representante del sindicato, asegura que es "preocupante" e "intolerable" que Colau esté valorando esta opción, ya que "los vigilantes de seguridad no tienen ni la autoridad ni las competencias" necesarias para gestionar las intervenciones contra el top manta. "Ni siquiera pueden pedir la documentación a un ciudadano, ¿qué quieren que hagan, entonces, con los manteros?", se pregunta.
Colau quiere "forzar la ley"
Otras fuentes del colectivo policial apuntan que esta actuación llevaría al consistorio a "forzar la ley" que permite la contratación de seguridad privada. "El ayuntamiento puede contratar vigilantes privados siempre que sea para la vigilancia de una zona delimitada y por un tiempo concreto", detallan, "no pueden patrullar las calles como se tiene que hacer en el puerto". Asimismo, ponen la alerta no solo sobre la seguridad ciudadana, sino también sobre la de los propios profesionales contratados. "Si los manteros son capaces de enfrentarse a los guardias urbanos, que son la autoridad en las calles de Barcelona, ¿qué no harán con los trabajadores de una empresa privada?".
Por su parte, desde el CSIF piden a la primera edil que deje de lado la idea de la contratación de vigilantes y "dote a la Guardia Urbana de materiales y de recursos humanos" para poder hacer frente a la crisis de inseguridad que azota Barcelona. Y, sobre todo, que "dé apoyo institucional" a las actuaciones de los agentes. "La actitud de Colau con la Guardia Urbana todos estos años ha debilitado al cuerpo", critica. "Necesitamos que tenga un discurso de apoyo hacia la GUB y que no solo sean palabras, también actos", añade.
Faltan más de 1.500 agentes
Zambrano asegura que en las filas de la Guardia Urbana "faltan más de 1.500 agentes", y lamenta que Colau "saque pecho" con la inclusión de 300 policías urbanos dada a conocer a principios del verano. "Estos agentes no amplían la plantilla, porque son lo que se llama personal de reposición, es decir, los que sustituyen las bajas por jubilación, excedencias, fallecimientos, etcétera que ha habido en el cuerpo". Y señala, además, que "ni siquiera esas bajas se cubren" con los efectivos agregados en el último año.
El sindicalista opina que "la dejadez y el abandono de la seguridad" ha sido la tónica imperante en el primer mandato de la edil de Barcelona en Comú, y "ello ha generado el escenario que se está dando ahora". "Ante la grave crisis de inseguridad en Barcelona se requiere una solución en el tiempo inmediato", indican desde el CSIF. Y señalan como propuestas el aumento de policía, cambios legislativos y agilidad judicial.
Piden una reunión urgente
Zambrano ha especificado a este medio que cuentan con una reunión con Albert Batlle, teniente de alcalde de Prevención y Seguridad del consistorio barcelonés, el próximo 25 de septiembre pero que, al conocer estas informaciones, han intentado adelantar el encuentro. No han tenido éxito, ya que aseguran que "no nos contestan".
Preguntado por la posibilidad de la contratación de vigilantes privados para la zona del Port Vell, el Ayuntamiento de Barcelona ha comentado que los dispositivos "continúan siendo" conjuntos entre las fuerzas policiales locales, autonómicas y portuarias. Desde el Port de Barcelona declaran que "no nos hemos planteado cambiar la seguridad portuaria en la zona por una privada", y que "la idea es que siga siendo así, siempre que haya acuerdo con la Guardia Urbana y los Mossos".