Publicada
Actualizada

Dani Sirera se ha convertido en uno de los rostros más reconocidos de la política barcelonesa. Por su labor como líder del PP en la capital catalana, una plaza con la que duplicó la representación del partido en el ayuntamiento en 2023 y que tratará de seguir ampliando en 2027, y por ser el hombre de confianza de Alberto Núñez Feijóo en la región, de quien no se separa cada vez que viene.

Atiende a Crónica Global días después de la petición del dirigente gallego a los empresarios catalanes en Foment del Treball, buscando una moción de censura instrumental que requiere de los votos de Junts y que por ahora no parece tener éxito. También repasa la actualidad de la ciudad bajo el gobierno de un Jaume Collboni al que votó pero que, a su juicio, sigue una línea continuista de su predecesora Ada Colau. Y dice, sonriendo, que la pesadilla terminará cuando lleguen los suyos a Moncloa y el alcalde sea él.

Pregunta: Llevamos más de dos años y medio de legislatura municipal. Dos años y medio desde que el PSC pudo recuperar la alcaldía de Barcelona gracias a los votos del PP. ¿Volvería a hacerlo?
Respuesta: Fue una decisión difícil. En las mismas circunstancias que entonces sí volvería a hacerlo. En estos dos años las cosas han cambiado mucho. El partido socialista ya no es el mismo que decía que no habría amnistía o que no pactaría nunca con Bildu. Si ahora se tuviera que repetir esa votación, tendría muchos más problemas para tomar una decisión.
¿Tiene usted más cosas en común con un conservador aparentemente moderado como Xavier Trias?
Fue muy sorprendente que, necesitando los votos del PP, Trias le ofreciera un acuerdo a ERC. No sé si tengo cosas en común con él, pero priorizó un pacto entre independentistas y nos dejó de lado. 
Se lo pregunto porque desde la ruptura de Junts con el Gobierno de Pedro Sánchez se habla mucho de la posibilidad de que su partido y el de Carles Puigdemont lleguen a un acuerdo para una moción de censura. Y a Feijóo se le ve con ganas de encontrar química con los empresarios catalanes, históricamente convergentes. ¿Hay margen para que el PP y Junts puedan colaborar?
Yo no creo que Junts haya roto con Pedro Sánchez. Le siguen manteniendo en la Moncloa y no van a dejarle caer. Tienen la opción de apoyar una moción de censura y no quieren hacerlo. Van a seguir colaborando y manteniendo las políticas que van en contra de la creación de empleo, de los empresarios y de los autónomos. A mi me sorprende que alguien que vote a Junts esté cómodo con Yolanda Díaz como ministra de trabajo. Ellos deben decidir qué quieren hacer. Nosotros le hemos pedido a los empresarios y también a Junts que nos ayuden a convocar elecciones.
¿Qué le han ofrecido a Junts a cambio de su apoyo?
Junts lleva toda la vida pidiendo urnas. Nosotros ofrecemos la posibilidad de que los catalanes decidan qué Gobierno quieren para España, si quieren uno corrupto o quieren un cambio. No creo que un votante de Junts que en su día aplaudió una moción de censura contra el PP por muchísimo menos esté de acuerdo con todos los escándalos que vemos hoy alrededor de Pedro Sánchez. Que además está haciendo una política que va en contra del empleo, de los trabajadores y de los empresarios catalanes. Les ofrecemos la posibilidad de votar. De que haya elecciones y pueda haber un cambio.

Daniel Sirera SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

¿Han hablado con ellos? ¿Confían en que esto pueda suceder?
La cabra tira al monte y Junts está muy feliz con Pedro Sánchez, aunque les engañe. Van a seguir apoyando al Gobierno más corrupto de la democracia y van a mantenerle hasta el final. A ellos tampoco les interesa que hayan elecciones. El PP ya les ganó en votos en las últimas elecciones y ahora está también el factor Aliança Catalana, por lo que si hay urnas no volverán a tener la posición determinante que tienen ahora. Además, la gente es consciente de que esos siete votos no han aportado nada a Cataluña. La ejecución presupuestaria es mucho menor que cuando gobernaba Rajoy. El PP siempre ha cumplido más que el PSOE con Cataluña.
Usted pasea mucho por Barcelona. ¿Ve a los vecinos más cómodos con Collboni que con Ada Colau?
Le tengo que confesar que hablo con muchos vecinos que creen que Ada Colau todavía es alcaldesa. La gente, y yo tampoco, no hemos notado ningún cambio. Los partidos están buscando candidatos, y algunos como Junts tienen problemas para decidir a quién van a presentar, pero el mejor candidato que tienen los Comuns es Jaume Collboni. Está haciendo políticas de extrema izquierda. Es un alcalde continuista. 
¿Y a los empresarios? Esta semana hemos conocido que la feria inmobiliaria The District se marcha a Madrid.
Cuando dices que los grandes eventos no son buenos para la ciudad, que la economía productiva no es buena, que los cruceros se han de eliminar, que es bueno que no vengan turistas, que no vengan grandes ferias o que vas a poner una tasa turística de ocho euros por noche, es normal que muchas empresas quieran irse a otro lugar. Estas políticas de decrecimiento se cargan la ciudad. Prohibir todos los apartamentos turísticos, por ejemplo, es una auténtica barbaridad. Collboni se vanagloria de ser la única ciudad que lo hace. Cuando eres la única ciudad del mundo que haces algo deberías preocuparte. Él va en la dirección contraria. Y está poniendo en peligro la gallina de los huevos de oro. El 15% del PIB de Barcelona lo genera el turismo. Queremos un turismo de calidad, pero no podemos maltratar a aquellos que vienen a generar empleo, puestos de trabajo e inversiones. Queremos atraer talento y el mensaje que reciben es que aquí no son bienvenidos. De aquí a unos años lo lamentaremos. En Madrid, Valencia o Málaga hay alcaldes del PP que abren sus brazos para que las empresas se instalen allí, paguen impuestos y creen puestos de trabajo. 
El independentismo ha defendido, precisamente, que Madrid tiene una serie de privilegios frente a Barcelona. Desde la propia capitalidad hasta los incentivos fiscales de Isabel Díaz Ayuso para que las empresas se instalen allí, que el propio Govern de Salvador Illa califica de dumping. ¿Hasta qué punto comparte esta visión como barcelonés?
Lo que me pregunto es cuánto paga un catalán, cuánto paga un madrileño y qué servicios recibe cada uno. Aquí se gastan una cantidad ingente de dinero en burocracia y organismos que no sirven para nada y se pagan unos impuestos que no repercuten en la calidad de vida de la gente. El Ayuntamiento se gasta 18 millones de euros en publicidad institucional. Donde gobierna el PP se pagan menos impuestos pero hay mucha más gente que paga, y por tanto la ecuación sale positiva. Aquí se asfixia a la ciudadanía a impuestos y esto desincentiva la inversión. La gente se va a otros sitios porque aquí solo hay trabas. Eso es lo que hay que cambiar.

Daniel Sirera SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

Hay gente viene desde otros lugares de España por cuestiones de trabajo, o médicas, o de cualquier otro tipo, y lo hace con muchos prejuicios, especialmente relacionados con la inseguridad. ¿Hablar mal constantemente de Barcelona contribuye a que exista esta sensación?
Yo nunca he hablado mal de Barcelona, yo hablo mal del gobierno que tiene la ciudad. Quien hace que la gente no venga no es quien habla mal de la ciudad o señala la delincuencia. Quien hace que la gente no venga es quien permite que haya 456 personas que en un año cometen más de 9.000 delitos, que hayan sido detenidos hasta 20 veces. Lo que habla mal de la ciudad es que se encuentren 70.000 jeringuillas en la calle. Lo que no podemos es ocultar la realidad. Es la ciudad más cara de España en materia de vivienda. No se construye, no hay grúas salvo la de la Sagrada Familia y la del Camp Nou. En Madrid se hace el 53% de la vivienda social de toda España, y el resto no se hace precisamente aquí, donde sólo se han construido 31 viviendas en siete años de vigencia de esa reserva del 30%. Es una ciudad que se hace muy complicada de vivir, en general. Si Barcelona tuviera un alcalde como el que tiene Madrid, Sevilla, Valencia o Badalona, esta ciudad sería imparable. Y espero que así sea a partir de 2027.
Le preguntaba si Barcelona es una ciudad suficientemente insegura como para que no valga la pena venir.
A Barcelona siempre vale la pena venir. Y yo invito además a todo el mundo a que venga aquí. Pero insisto: 260 robos, 220 hurtos y 3 agresiones sexuales al día no ayudan a que la gente quiera venir. Y cuando vienen, vienen con miedo. Y cuando vienen y se van, explican que han tenido miedo en Barcelona.
 ¿Seguirá habiendo policías en la comisaría de Vía Laietana en 20 años?
Espero que sí. Entre otras cosas porque la Policía Nacional hace un trabajo importantísimo para garantizar nuestra seguridad. Cada vez hay más problemas con el narcotráfico o con la inmigración ilegal. Entiendo que a nivel político haya partidos que quieran expulsar a la Policía Nacional y a la Guardia Civil porque son españolas, y los socialistas les ríen las gracias. En todos los edificios han pasado cosas buenas y cosas malas. Durante la dictadura se cometieron torturas allí, y también durante la Segunda República. Pero ahora hay una policía democrática al servicio de los ciudadanos que persigue la tortura y que persigue el delito. Yo creo que deben continuar teniéndola.
La extrema derecha ve una relación entre la seguridad y la inmigración. ¿Usted comparte esta visión?
No sé si sólo es la extrema derecha quien dice eso. Los datos del ministerio dicen que el 71% de las violaciones las cometen los inmigrantes. Yo no hago esta vinculación. Pero sí que es cierto que hay un tipo de inmigración que ha venido a Cataluña en los últimos años que no puede trabajar porque no tiene papeles y tiene que robar. Lo que pedimos es que vengan de manera ordenada, con papeles y con trabajo o posibilidad de tenerlo. La inmigración se tiene que ordenar para que quien venga a delinquir se vuelva a su casa.
¿Qué puede hacer el Ayuntamiento de Barcelona en esta materia? ¿Qué competencias tiene?
Los ayuntamientos tienen competencias limitadas. Pero se pueden revisar los empadronamientos, por ejemplo, y no se hace. Hay mucha gente que se empadrona en edificios donde no viven y 1.000 personas empadronadas en el mismo edificio. Los informes de arraigo son otro ejemplo pertinente. Aquí se evalúa si se han cometido delitos o no, pero también se debería tener en cuenta el grado de civismo. Si una persona ha sido denunciada por orinar en la calle, por cortarse el pelo en la calle, por lanzar la basura por la ventana, etc. Si una persona es incívica no puede ser apta para vivir aquí. No hay nadie que lo entienda. También hemos pedido, por ejemplo, que la Guardia Urbana pueda colaborar con otros cuerpos para identificar a las personas que están aquí de forma irregular. 
¿Cómo valora el auge de Aliança Catalana en las encuestas? Los sondeos dicen que podría ser tercera fuerza en el Parlament de Cataluña pero también apuntan que entraría en el Ayuntamiento de Barcelona aún sin tener un candidato definido.
Es fruto de las malas políticas de la izquierda y de Junts durante muchos años. Esto hace que un partido como Aliança Catalana pueda tener un espacio, y lo que dicen las encuestas es que se van a desangrar hasta el punto de que podría desaparecer. Sílvia Orriols puede gustar más o menos pero habla claro y dice las cosas como son. Muchos nacionalistas encuentran ahí lo que no ven en Junts. Yo creo que Aliança Catalana es una aberración. Consideran igual de inmigrante a una persona que viene de Marruecos y a otra que viene de Cuenca. Es un partido xenófobo que quiere expulsar de Cataluña a todos los que no son catalanes. 
¿Vox también es xenófobo?
En ocasiones dice cosas que me preocupan, sí. Hay dirigentes que dicen cosas que a mi me dan miedo. 
Su partido creció en las últimas elecciones municipales en Barcelona. ¿Con qué resultado se conformaría en las de 2027?
Con ser alcalde. Estoy trabajando para serlo y estoy convencido de que las políticas que defendemos son las que mejor le pueden venir a la ciudad. Son políticas que funcionan en otras ciudades y que me gustaría que los barceloneses tuvieran la oportunidad de verlas en su ciudad. En Badalona o en Castelldefels, sin ir más lejos, cuando los vecinos han tenido la oportunidad de probar un gobierno del PP, repiten. Y la magia de la democracia es precisamente esa, que si no gusta lo que hay, se puede cambiar. También es verdad que me encuentro a mucha gente que me dice que le gusta mi proyecto pero que no puede votar al PP, y lo que les pido es que no tengan miedo.
Siempre puede poner Dani Sirera en grande y el logo del PP en pequeñito.
Todo el mundo sabe de qué partido soy, pero sí que siento que hay gente que todavía tiene temor. En Badalona hay socialistas e independentistas que votan a Xavier García Albiol porque les gusta lo que hace. Y yo voy a hacer lo mismo en Barcelona: tolerancia cero con los okupas, perseguir a los delincuentes, favorecer que la gente viva mejor… Eso es lo que quiero para mi ciudad. Barcelona tiene que volver a ser la de los Juegos Olímpicos, la que ilusionó a todo el mundo y consiguió que fuéramos todos de la mano. No puede ser que la ilusión de nuestros hijos sea irse de Barcelona. Tiene que ser al revés. Que los hijos de otras ciudades quieran venir aquí.
¿Por qué el catalán no puede ser lengua oficial en Europa?
En Europa son lenguas oficiales las lenguas oficiales de los Estados miembros, y el catalán no es una lengua oficial del conjunto de España. Es un debate falso, lo que se plantea es que los textos normativos de la Unión Europea se traduzcan a las lenguas cooficiales. Una cosa que podría hacer la Generalitat como hace la Xunta en Galicia, pero que dudo mucho que beneficie al catalán. A mi lo que me preocupa es que voy por la calle y cada vez se habla menos en catalán. En los barrios cada vez se habla menos en catalán. ¿Esto es culpa del PP o culpa de la política lingüística que durante años han hecho nacionalistas y socialistas? La lengua catalana tiene que ser una lengua que queramos utilizar porque nos da prestigio. Y han conseguido hacer del catalán una lengua incómoda, una lengua que no vale la pena utilizar. Y yo soy catalanohablante, le hablo a mis hijos en catalán. Lo que no quiero es que me impongan un idioma, yo defiendo un modelo de libertad. Que es lo contrario a perseguir un comercio porque un dependiente utiliza una lengua u otra. No es una dicotomía entre catalán y castellano, ambos pueden convivir perfectamente y además considero muy importante que las generaciones futuras hablen inglés perfectamente.

Daniel Sirera SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

¿Cuando PP y Vox gobiernen, que parece el escenario más factible tras las próximas elecciones generales, se podrá seguir hablando en catalán, gallego y euskera en el Congreso de los Diputados?
Dudo mucho que gobernemos con Vox. Lo que creo es que el PP ganará las elecciones y que si tuviéramos un PSOE decente nos dejaría gobernar. Respecto a lo que me pregunta, no lo sé. Yo lo que le pido a los políticos es que se comporten como gente normal. Cuando los dirigentes de Junts hablan con los del PNV hablan en castellano y no pasa nada. A mi que se pueda hablar en catalán en el Congreso no me parece mal, pero hacer de eso una cuestión de Estado me parece fuera de lugar. Pactar que cualquier empresa española tenga que poder atender en catalán, gallego y euskera es una auténtica barbaridad, por poner otro ejemplo. Las lenguas están para unir, no para confrontar.
¿Qué le diría a los catalanes que votarían un cambio de Gobierno en España pero tienen miedo a Vox?
Que nos den una mayoría absoluta. La única manera de alejarles del Gobierno es votando al PP y que podamos gobernar en solitario. También les digo que cuando hemos gobernado con el apoyo de Vox en algunas regiones es porque los socialistas no nos han facilitado gobernar en solitario, pero no ha habido ni un solo derecho que haya retrocedido con un gobierno del PP.