La última maniobra de la defensa del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol ha hecho zozobrar la macrocausa, que arrancará el lunes. La estrategia de exonerar al expresident por razones de salud desinflará el procedimiento, según cree el equipo legal de la familia. Por lo pronto, ya han conseguido dos victorias previas: que el acusado declare por videoconferencia, y que los forenses le declaren injuzgable.
Lo detallan varias fuentes judiciales consultadas por Crónica Global recordando que el expolítico catalán, para quien la Fiscalía pide nueve años de prisión, es la pieza clave del caso, cuya vista se iniciará el lunes, 24 de noviembre.
Si el tribunal que le juzga, la sección Segunda de la Sala Penal de la Audiencia Nacional, lo declara incapaz de sentarse en el banquillo, el juicio continuará, pero "con mucha menos fuerza y dimensión".
Deterioro cognitivo
La clave es su estado de salud. Por lo pronto, los forenses del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses han corroborado que el investigado "carece de capacidad procesal" para defenderse.
Por si fuera poco, Pujol permanece ingresado en la Clínica Sagrada Familia de Barcelona --propiedad de Grupo Echevarne-- recuperándose de una neumonía.
Se le dará el alta médica hoy mismo, aunque todas las miradas estarán puestas en la vista previa del lunes, cuando comparecerán por videoconferencia el propio investigado y los forenses que le evaluaron.
Tras escucharles, el tribunal decidirá si se archiva la causa o suspende el enjuiciamiento o si prosigue con el resto del asunto.
Acceso a la Clínica Sagrada Familia de Barcelona, donde se recupera Jordi Pujol
La causa pierde fuelle
Desde el entorno de la familia se confía en que se ratificará el parecer de los forenses de que el deterioro del expresident se traducirá en una exoneración casi inmediata de los delitos de asociación ilícita y blanqueo de capitales.
Es, de hecho, lo que pasó con Marta Ferrusola, malograda esposa de Pujol, cuya causa fue archivada por el juez Santiago Pedraz, instructor, debido al deterioro de su estado de salud.
Finalmente, Ferrusola fallecería en 2024.
La "red clientelar" pierde a su vértice
Si finalmente Pujol sale de la ecuación, la causa quedará profundamente magullada. Es así porque desaparecería el vértice de la "red de clientelismo" que cree probada la Fiscalía Anticorrupción.
El ministerio público sostiene que la presunta organización delictiva "se repartía cuantiosos beneficios procedentes de concursos públicos".
Pero esas tesis quedan severamente tocada si la dovela central, el presunto enlace de la trama en el Consell Executiu del Govern, no puede ser juzgado por motivos de salud.
Jordi Pujol, en septiembre
El caso sigue
Si se sustancia ese escenario, el juicio seguiría con otros 17 investigados. Pero ya sería un procedimiento de mucha menor envergadura. Participarán como acusados en las 55 sesiones del juicio los hijos del exdirigente de CDC, así como Mercè Gironès, exmujer del primogénito, Jordi Pujol Ferrusola.
Para estos dos últimos, la Fiscalía Anticorrupción solicita penas de 17 y 24 años de cárcel, respectivamente. Para el resto de acusados, a partir de 8 años.
Hay otros diez empresarios para los que se solicitan penas de cinco años de cárcel e indemnizaciones millonarias.
Errores en la instrucción
Las defensas las constituyen lo más granado de la abogacía penal barcelonesa. Se prevé un juicio "técnico", no político, a diferencia de lo que ocurrió en el último gran proceso judicial catalán en Madrid: la causa especial del procés independentista.
Los letrados confiarán en varios elementos de defensa, como los "errores de bulto" que existen en los atestados policiales. En algunos documentos se citan consellers del Govern de forma errónea, por ejemplo, explican las mismas voces.
Es uno de los agujeros legales que han hallado los abogados. También se espera en que se sostenga la legalidad de las adjudicaciones públicas concedidas desde la Generalitat. La familia pudo intervenir para acelerarlas, pero en su núcleo, los permisos fueron acordes a derecho, según se opina desde el perímetro de los Pujol.
Carles Vilarrubí al ser nombrado presidente de la Acadèmia Catalana de Gastronomia i Nutrició
Vilarrubí, el 'tapado'
En mitad del procedimiento, destacará una testud lampiña bajo gafas de presbicia: las del empresario Carles Vilarrubí, exvicepresidente del FC Barcelona y asesor de Banca Rotschild, entre otras posiciones.
Es el principal acusado fuera del círculo de la familia. Responderá junto a otros nueve empresarios, aunque el suyo es el perfil más elevado: exdirectivo de Catalunya Ràdio, exconsejero de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA), y marido con Sol Daurella, accionista principal de Coca-Cola Europacific Partners.
Durante el procés saltó a la fama por dimitir de la junta del FC Barcelona, de la que formaba parte, tras la intervención policial que desarboló el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 en Cataluña.
Después ha mantenido un perfil muy bajo, solo se deja ver como presidente de la Acadèmia Catalana de Gastronomía. Le defenderán dos de los penalistas estrella de Barcelona: Emilio Zegrí padre e hijo.