Junts ejecuta su primera maniobra exitosa contra Aliança y torpedea la alcaldía soñada de Orriols

Una maniobra neoconvergente torpedea el asalto soñado de Sílvia Orriols a la alcaldía de Manresa. El concejal ultra Sergi Perramon, pretendido por Junts y por el que hubiesen pasado gran parte de las opciones de Aliança Catalana en la capital del Bages, concurrirá en las elecciones municipales de 2027 bajo su propia marca.

La presentación pública de su propuesta es inminente, antes de que acabe el otoño. Y aunque con ella pretenda crear un espacio de entendimiento de los partidos que defienden el "catalanismo de orden", los contactos del entorno juntaire han permitido sellar la rivalidad entre Orriols y Perramon cuando se pongan las urnas.

Operación de calado

La operación la han ejecutado Artur Mas y Jaume Clotet. El concejal se reunió con el expresident en un encuentro en el que hablaron de tejer "sinergias" para fortalecer el universo convergente; de él, reconoce, "pondera muy bien las cosas". Y con el periodista, comparte una afinidad personal, por lo que mantienen el contacto de manera habitual.

Y si bien nunca ha existido una oferta formal para el fichaje de Perramon como cabeza de lista para Junts --aunque sí mensajes informales--, se ha recibido con gusto su entusiasmo por reconstruir el espacio desde siglas distintas que permita posibles acuerdos. 

Primer golpe

El avance de la alcaldesa le invitaba a soñar con convertir Manresa en su nuevo feudo. En esta ciudad de 80.000 vecinos --ocho veces más que Ripoll-- el discurso antiinmigración tiene premio, y prueba de ello son los dos concejales de la lista del Front Nacional de Catalunya que obtuvieron representación en 2023; uno de ellos, el propio Perramon, aunque después se desvinculara por discrepancias.

De esta manera, que el joven concejal emprenda su aventura en solitario supone el primer golpe certero contra Aliança Catalana después de que esta le haya comido la tostada a Junts en las encuestas.

Tumbos

Orriols infunde terror en Waterloo, desde donde Carles Puigdemont trata de contrarrestar el golpe tanto a nivel municipal como en el Parlament, en el que la última encuesta le reserva hasta 19 diputados, solo dos menos que Junts. Marca la agenda y, de paso, empuja a los alcaldes neoconvergentes a presionar a la dirección para atajar la multirreincidencia y aumentar la sensación de seguridad en sus calles. 

Resultado de ello es su fallida apuesta por intentar arrancar del Gobierno una cesión de competencias en inmigración, bajando al barro de un debate monopolizado por la ultra. También su intento por elevar a 10 años la residencia mínima de los extranjeros para optar a vivienda protegida en Cataluña.

El presidente de Junts, Carles Puigdemont, durante una rueda de prensa en Perpiñán Glòria Sánchez Europa Press

Aliança, aletargada

No obstante, Aliança sigue aletargada, sin haber confeccionado estrategia alguna de cara a las municipales de 2027; no ha creado secciones locales, ni determinado en qué poblaciones se presentará, y mucho menos con qué cabezas de cartel. Tampoco en Manresa, cosa que dificulta a Perramon la comunicación con este partido para la construcción de las "sinergias" que pretende crear.

El también secretario general del Cercle Català de Negocis ya se reunió con Orriols, pero siempre ha descartado integrarse en su partido, así como en el de Junts. Prefiere ir por su cuenta y levantar una suerte de coalición en la que se sientan representados los votantes del partido ultra, de Junts y del PDeCAT; también del Front Nacional, del que no solo salió él, sino también la ripollesa.