La alcaldesa de Sitges aterriza en la polémica por la contratación de Òscar Camps

El Ayuntamiento de Sitges, en la diana. La alcaldesa de la localidad, Aurora Carbonell (ERC) se sitúa en el disparadero por la contratación de emergencia del empresario y activista Òscar Camps. El encargo, "necesario para la seguridad de las playas" al vencer el anterior y empezar el siguiente en pocos días, no traspasa la línea de la ilegalidad, aunque ha provocado alguna crítica interna y externa.

Joan Carles ‘El Texas’: el empresario que ha hecho caer al Ayuntamiento de Sitges

El año pasado finalizó el contrato con la empresa Pro-activa Serveis Aquàtics de Camps, encargada de los servicios de vigilancia, salvamento y socorrismo en las playas de Sitges. Por ello, al inicio de esta temporada veraniega, las playas de la localidad aún no contaban con un contrato que asegurara la supervisión de la costa.

Ante esta situación, el equipo de Carbonell autorizó la tramitación de emergencia de un contrato puente para garantizar la seguridad en las playas a partir del 6 de junio, hasta que el contrato de licitación se hiciera efectivo.

Mal hecho

Sin embargo, según consta en la diligencia de la secretaria municipal incluida en el mismo documento que aprueba la resolución, este procedimiento se considera incorrecto, ya que las circunstancias que lo motivaron no justifican dicha vía de actuación.

Hay, pues, una salvedad de la funcionaria de habilitación estatal. 

Tramitación de emergencia

La tramitación de emergencia solo puede aplicarse en casos en los que sea imprescindible garantizar el servicio o cuando la urgencia impida seguir un procedimiento ordinario, que requiere más tiempo. Si bien, los servicios requeridos eran de vital importancia, la diligencia destaca que con mayor planificación de la organización se podría haber evitado.

Según detalla el documento, las causas de esta contratación no encajan con ninguna de las razones que justifican este tipo de procedimiento: “El presente contrato no responde a necesidades producidas por causas imprevisibles o de fuerza mayor, sino por el retraso en la licitación del servicio”.

El hijo del 'Texas de Sitges', implicado en una macro investigación de narcotráfico

El informe concluye con una valoración desfavorable, al señalar que “la situación de emergencia podría haberse evitado mediante una actuación diligente del órgano de contratación”.

Ayuntamiento: "Necesario hasta el contrato siguiente"

Desde el ayuntamiento mantienen que no han actuado de forma irregular. El organismo público asegura que se llevó a cabo el correspondiente procedimiento de licitación; sin embargo, ante la imposibilidad de formalizar el contrato antes de junio y con el objetivo de no poner en riesgo la seguridad de los bañistas, la alcaldía optó por suscribir un contrato de emergencia con la misma empresa ganadora de la licitación. Fue, pues, para pocos días y hasta el inicio del contrato siguiente, que sí fue licitado de forma abierta. 

El equipo de gobierno recuerda  que el servicio no se ha adjudicado de forma directa ni discrecional y que, en el procedimiento, se ha garantizado la libre concurrencia.

Sitges / Wikimedia

"Jurídicamente correcto y al pleno"

Asimismo, desde el gabinete de la munícipe republicana recuerdan que el encargo contó con el plácet del área jurídica del consistorio. Pese a la salvedad introducida por la secretaria, servicios juridicos lo avaló. 

Tras ello, el contrato, pensado para "unos pocos días" hasta el arranque de la adjudicación abierta, se elevó a pleno, y se aprobó por los representantes municipales. 

El PSC discrepa

Desde el PSC, uno de los partidos de la oposición en Sitges, su portavoz Luis Miguel García discrepa y considera que "dada la gravedad y las posibles consecuencias de no disponer de un contrato de salvamento con la temporada ya iniciada, la alcaldía hizo lo que pudo para salvar los muebles, pero no de la mejor manera”.

El portavoz socialista agrega que “una vez más, queda patente la falta de planificación y criterio del gobierno municipal. Este nuevo episodio se suma a una larga lista de despropósitos que reflejan la ausencia de dedicación y diligencia en la gestión de Aurora Carbonell, David Martínez y Carme Gasulla”.

Por parte de la empresa, Pro-activa Serveis Aquàtics, beneficiaria de la contratación, Crónica Global no ha recibido respuestas a sus preguntas.

Òscar Camps, fundador de Pro Activa y de Open Arms, con el logo de la oenegé Cedida / Agencias