La bilateral entre la Generalitat y el Gobierno de España celebrada en Barcelona ha sentado las bases para un nuevo modelo de financiación catalana, que dependerá de una modificación de la LOFCA en el Congreso de los Diputados y será extensible al resto de las autonomías.
No se saldrá del régimen común, como temía la oposición de Pedro Sánchez, pero el Govern podrá recaudar la totalidad de los impuestos y gestionarlos, aportando una cuota de solidaridad aún sin concretar.
Principio de ordinalidad
La principal clave acordada entre los consellers de Presidencia, Albert Dalmau, y Economía, Alícia Romero, y el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, sobre este nuevo sistema es el principio de ordinalidad, que se recoge en el documento.
Así, Cataluña preservará su posición en el ranking de balanzas fiscales tras saldar su deuda con el Estado por los servicios que este presta y, además, transferirse desde Madrid una compensación por las competencias singulares que la Generalitat tiene ya asumidas y otras autonomías no.
Según han asegurado ambas partes en el Palau de la Generalitat, en la propia comisión y tras una reunión para explicar el acuerdo a los grupos parlamentarios que han querido asistir, "es un modelo bueno para Cataluña y para España".
En cualquier caso, el proyecto sigue con muchas incógnitas y también con un largo recorrido tanto político como legal, pues añaden que para poder recaudar íntegramente el IRPF en 2026, que era el plan, también hay que modificar la LOFCA (Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónmas).
La Agencia Tributaria Catalana todavía no está preparada
Asimismo, el conseller Dalmau ha asegurado que la Agencia Tributaria Catalana no está preparada todavía para asumir la totalidad del impuesto sobre la renta, que en total supone 30.000 millones de euros.
Además de una ley que transfiera capacidad normativa a la Hacienda catalana, también se trabaja en un plan director junto con Indra para dotar al organismo de capacidad técnica y más recursos humanos, sobre el que el Govern, aseguran, dará más detalles la próxima semana.
ERC, al margen de la bilateral
ERC, que ha participado en buena parte de las reuniones entre PSC y PSOE, asegura no fiarse ni del Govern ni del Gobierno. Trabaja por su parte en una modificación de la LOFCA que habilite a las autonomías para gestionar el IRPF, pero es independiente del nuevo modelo anunciado este lunes.
Los republicanos seguirán negociando, siempre con la amenaza de hacer caer a ambos Ejecutivos y desencantados, por ahora, con "la falta de plazos y cifras concretas" expuestos durante la bilateral.
Junts se desmarca por completo de los planes del Govern
Junts, que será decisivo en cuanto las propuestas pasen del folio al Congreso de los Diputados, ha quedado, por su parte, muy insatisfecho con lo que el Govern ha avanzado a las formaciones de la oposición.
"No hay ninguna singularidad en este modelo", ha advertido el diputado posconvergente Toni Castellà, añadiendo que están abiertos a llegar a acuerdos siempre que la propuesta se asemeje al concierto económico vasco o navarro, rechazando por completo el "café para todos".