Este lunes se ha firmado el tercer suplemento de crédito que da aire al Govern para llevar a cabo políticas públicas. Con esta última inyección de dinero, de casi 500 millones de euros, el Ejecutivo catalán contará con cerca de 4.000 millones de euros extra que se añadirán a las cuentas catalanas, prorrogadas desde 2023. Un acuerdo alcanzado con ERC y los Comuns, que también ha contado con el apoyo de sindicatos y patronales.
Los agentes sociales valoran "positivamente" el tercer suplemento, pero emplazan a tener presupuestos en 2026: "Nos hubiese gustado firmar un acuerdo de presupuestos, no unas modificaciones de crédito. Aunque da la sensación de que estamos haciendo un presupuesto a trozos", han sostenido los representantes de UGT y CCOO.
Sin presupuestos "no hay estabilidad política y económica"
Una opinión que también comparten desde el sector empresarial. "Una empresa sin presupuestos no funciona, y un país tampoco. El año pasado se fracasó en este sentido. La demanda de un presupuesto sigue viva", ha asegurado el presidente de Pimec, Antoni Cañete.
(i-d) Antoni Cañete (Pimec), Josep Sánchez Llibre (Foment del Treball), Salvador Illa, Belén López (CC.OO. De Catalunya) y Camil Ros (UGT de Catalunya)
Desde Foment del Treball, Josep Sánchez-Llibre ha defendido su apoyo a este suplemento de crédito por la "estabilidad política y económica, necesarias para que un país funcione". En su intervención tras la firma, el presidente de Foment ha reivindicado la implicación de los agentes sociales en este tipo de acuerdos: "Todo lo que representa consenso entre sindicatos, patronales, empresarios y trabajadores es positivo, y ojalá este tipo de acuerdos se puedan extrapolar", ha señalado.
Precisamente esta falta de consenso es lo que llevó al Govern a prorrogar los presupuestos de 2023. Según Sánchez-Llibre, "no hay estabilidad política ni económica sin presupuestos".
Críticas en materia de fiscalidad y vivienda
Aunque Foment ha firmado el acuerdo por "responsabilidad", el presidente de la patronal no ha perdido la ocasión para lanzar un toque de atención a Illa sobre sus políticas en fiscalidad y vivienda: "Hay acuerdos fiscales que afectan a la economía productiva y que van en detrimento de la libertad de mercado y la propiedad privada", ha lamentado Sánchez-Llibre. Aunque no se ha referido explícitamente, el de Foment hablaba sobre las distintas regulaciones --como es la del alquiler temporal-- acordadas con los Comuns y ERC sobre vivienda.
No obstante, a pesar de este planteamiento crítico, ha vinculado su apoyo al hecho de que Foment "son gente seria a la que le gusta, ante todo, el consenso".