El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, atiende alos meidos de comunicación en el marco del viaje institucional que el presidente Illa realiza a Japón
Illa "respetará" la sentencia de las pinturas de Sijena, pero pide que se eviten riesgos que causen daños "irreparables"
El presidente de la Generalitat aboga por "un debate técnico" con expertos que permita proteger al arte durante su traslado del MNAC a Aragón
La sentencia del Tribunal Supremo que obliga al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) ha devolver las pinturas de Sijena a Aragón ha desatado, de nuevo, la polémica. Entre las reacciones está la del presidente de la Generalitat Salvador Illa.
Desde Kobe (Japón), donde se encuentra de viaje oficial, Illa ha asegurado que se debe "respetar" la sentencia del Tribunal, pero ha hecho un llamamiento a "no correr riesgos" que puedan dañarlas. "El marco de la sentencia es el que es, lo tenemos que respetar. Pero nos preocupa que técnicamente se pueda garantizar que el cumplimiento de la sentencia no provoque un daño irreparable a estas pinturas" durante el traslado a su lugar de origen, el Monasterio de Villanueva de Sijena (Huesca), ha afirmado.
Cuestiones técnicas
En este sentido, Illa ha sostenido que deberá producirse "un debate técnico" en el que "la voz la deberán tener, sobre todo, los expertos en este tipo de pinturas", algunos de los cuales "muestran preocupación alta" y apuntan a la dificultad de moverlas "sin riesgo", lo cual "se deberá exponer".
Sentencia del Supremo
La reacción del presidente catalán llega después de que el Supremo confirmara la sentencia de la Audiencia de Huesca que ratifica la propiedad aragonesa de las valiosas pinturas murales del Monasterio de Sijena, consideradas una de las joyas del románico español, casi nueve años después de que un juzgado oscense confirmara que debían regresar al cenobio.
Pinturas de Sijena
Nunca pertenecieron al MNAC
El Supremo rechaza, asimismo, la propiedad catalana de las pinturas por usurpación, o derecho sobre una propiedad por uso continuado en el tiempo, ya que, a juicio de los magistrados, el MNAC "nunca llegó a poseer las pinturas murales como dueños".
A este respecto, la sentencia señala que la propia dirección del museo reconoce en su página web que las pinturas murales ingresaron en la institución mediante depósito, subrayando que el supuesto contrato privado suscrito por la Generalitat con la priora de Valdoreix en 1992 no llegó a ser acreditado durante el proceso.