
La historia detrás del cartel de Sant Jordi 2025 de Barcelona
Cataluña celebra el Sant Jordi más plural y menos polarizado en una década
El lema de este año es una muestra de que el Govern busca dejar atrás una festividad marcada por los intentos de apropiación por parte del independentismo
El Ejecutivo de Illa apuesta por celebrar la Diada también en Madrid en su afán de tejer relaciones entre los catalanes y el resto de los españoles
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El primer Sant Jordi del Salvador Illa como president pasará a la historia como el menos polarizado de los últimos años. Es la primera Diada sin líderes independentistas al frente de la Generalitat en más de una década. Para muchos, se dejará atrás una jornada marcada por los intentos fallidos de apropiación partidista de una festividad que debería ser, ante todo, cultural.
Es por esto que el lema elegido este año por la Generalitat no es baladí: Sant Jordi és de tothom. Es un golpe sobre la mesa, con un objetivo claro. El actual Ejecutivo catalán busca devolver a la jornada su carácter original en lo que durante años se ha convertido en terreno de batalla simbólica del independentismo.
Una fiesta más abierta, también fuera de Cataluña
En este contexto, y por primera vez, Sant Jordi romperá sus fronteras naturales y se celebrará en Madrid. Para algunos, una idea nefasta. Para tantos otros, una iniciativa que pretende llevar el espíritu de la Diada a otras latitudes. ¿Acaso no se celebra la Feria de Abril en Cataluña?
En su afán por tejer relaciones entre los catalanes y el resto de los españoles, Illa lo ve como una posibilidad de reconstruir los puentes resquebrajados por el procés. La gran lona colocada en la Gran Vía de la capital es una clara declaración de sus intenciones.

La Gran Vía madrileña luce desde el mediodía de este martes una lona gigante que promociona las actividades culturales de Sant Jordi en la ciudad, una de las iniciativas de la Generalitat con el fin de "fortalecer los vínculos entre Cataluña y Madrid". Así lo ha trasladado el Govern a los periodistas, junto a una imagen de dicha lona en la que se puede leer "Drac Llibre Rosa" en catalán y "Dragón Libro Rosa", en castellano
Bajo el eslogan Celebra Sant Jordi en Madrid, la Delegación del Govern catalán ha organizado 16 actividades entre el 23 y el 26 de abril en espacios tan emblemáticos como la Librería Blanquerna, el Círculo de Bellas Artes y los jardines del edificio Zúrich.
Esta iniciativa, sin embargo, no ha sido bien recibida por ciertos sectores del independentismo, que interpretan este gesto como una forma de “españolizar” una celebración que consideran parte de su identidad política. Para ellos, Sant Jordi sigue siendo —y debe seguir siendo— un espacio de reivindicación nacionalista.
El catalán como eje de la movilización independentista
Cierto es que Sant Jordi siempre ha sido como un pequeño paréntesis en el conflicto catalán, en el que miles de personas disfrutan de uno de los días más bonitos de Cataluña. El independentismo no consiguió hacer suya la festividad, pese a sus intentos.
Prueba de ello fueron los discursos de los anteriores presidentes de la Generalitat. En 2022, Pere Aragonès tiró de tópicos nacionalistas en su parlamento previo a la festividad. El republicano ensalzó "el alma de la nación catalana" porque fortalece vínculos comunitarios.

Sant Jordi 2024 Barcelona
Lo mismo ocurrió en 2023 bajo la presidencia de Quim Torra. Los dirigentes independentistas en prisión se convirtieron en el tema central de su mensaje. El expresidente exigió a los catalanes que recordasen "que existen presos políticos y exiliados" y les pidió que les "hagan llegar su calor".
Todavía hoy quedan sectores del independentismo que quieren tener su cuota de protagonismo. Una treintena de entidades agrupadas bajo la plataforma Sant Jordi per la Llengua ha convocado una manifestación para este miércoles a las siete de la tarde en Barcelona. La marcha partirá de la plaza Universitat y terminará en la plaza Sant Jaume, frente al Palau de la Generalitat.
Según su manifiesto, las políticas lingüísticas de las últimas décadas no han sido suficientes para frenar el retroceso del catalán en ámbitos como la educación, el audiovisual o el comercio. Critican que el Pacte Nacional per la Llengua se ha quedado a medias y reclaman medidas más contundentes para garantizar el uso social del idioma.
El gesto de Cercas: símbolo de una nueva etapa
La charla entre el presidente Illa y el escritor Javier Cercas en la víspera de Sant Jordi acrecentó este malestar independentista, que lo consideró un acto de provocación.
Sin embargo, no fue nada más que un diálogo llevado al terreno espiritual tras el reciente fallecimiento del papa Francisco.
Qué más da si se trata de uno de los escritores catalanes más prestigiosos del mundo. Cercas se ha manifestado en varias ocasiones contra el procés, lo que le ha valido muchas críticas por parte del nacionalismo catalán.
El diputado de Junts Francesc de Dalmases acusó públicamente a Cercas de “revisionista defensor del franquismo y del fascismo”, y consideró su presencia como “una afrenta a todo lo que representa Sant Jordi: catalanidad, cultura y defensa de las letras libres”.
El comentario fue ampliamente compartido entre el núcleo duro del independentismo, aunque también criticado por otros sectores que ven en la figura de Cercas un exponente legítimo de la pluralidad intelectual catalana.
Una nueva normalidad (no exenta de conflicto)
Más allá de los gestos simbólicos y la intención de generar polémicas, lo cierto es que el Govern de Salvador Illa ha querido dejar claro el tipo de Sant Jordi por el que apuesta: plural. Una festividad en la que cabe tanto la defensa del catalán como la literatura en castellano.
Pero esta voluntad de despolitizar la cultura —o, al menos, de separarla de los pulsos identitarios— no será fácil. El legado del procés sigue presente en buena parte de la sociedad catalana, también en sus expresiones culturales. Y mientras unos ven con buenos ojos este viraje hacia el entendimiento, otros temen que se diluya lo que consideran una lucha legítima por la identidad y la lengua.