Ignacio Garriga, líder de Vox en Cataluña, y Sílvia Orriols, de Aliança Catalana
Temor en Vox ante el auge de Aliança Catalana
El crecimiento de Sílvia Orriols destierra a Ignacio Garriga como única opción para los catalanes que priorizan la cuestión migratoria
La cúpula del partido españolista niega inquietud alguna, celebra la posición que le reserva el CEO y dice que su "rival" es el PSC
Más información: La inmigración escala a segundo problema e impulsa a Aliança Catalana, pero castiga a Junts
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El primer barómetro del año del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) abona el terreno del temor en Vox. La formación de Ignacio Garriga --en la que impera la intranquilidad desde la irrupción de Aliança Catalana en el Parlament según fuentes conocedoras-- ha encajado una mala noticia con la última encuesta de la Generalitat, publicada esta semana.
La extrema derecha española en Cataluña ve hoy cómo debe disputarse la quinta fuerza del Parlament con la alcaldesa islamófoba de Ripoll, Sílvia Orriols.
La dirección de Vox niega la mayor. En declaraciones a Crónica Global, el presidente en Barcelona, Joan Garriga, rechaza temor alguno, celebra la "consolidación del resultado histórico" de los pasados comicios y asevera que su rival es el Partit Socialista (PSC). También que centran su acción política en la seguridad, la vivienda y el trabajo, entre otras cuestiones, de los barrios obreros para disputarle los votos.
Ignacio Garriga, presidente de Vox en Cataluña, y Joan Garriga, portavoz en el Parlament
Sin rédito del auge de la inmigración como "problema"
La celebración de unas elecciones autonómicas hoy mantendría la representación de Vox con una horquilla de 10 a 12 diputados, frente a los 11 actuales. La gran ganadora es Aliança, que podría multiplicar por cinco su número de escaños: tiene dos y alcanzaría entre ocho y 10 representantes.
Así, los de Garriga no sacarían rédito alguno del auge de la inmigración, que ha escalado de séptimo a segundo "problema de Cataluña" para la ciudadanía. Ello, a pesar de sus esfuerzos por monopolizar conflictos latentes como el que se vive en Salt (Girona), municipio en el que el 37% de la población es nacida en el extranjero.
Disputa
El crecimiento de Aliança destierra a Vox como única opción política para un sector de los catalanes atraídos por falsas promesas, tales como la deportación masiva de extranjeros, entre otras.
"Vox se puede disputar con Aliança el electorado que priorice la cuestión de la inmigración y la necesidad de un líder autoritario que haga cumplir la ley, y no tanto la dimensión identitaria", analiza a este medio Carlos Pablos, autor de La derecha radical populista en España (2019-2024): estudio de caso del discurso de Vox.
Tanto es así que un 4% de sus votantes apoyarían ahora a Aliança, siempre según el barómetro catalán. En el sentido contrario, ninguno de los encuestados que depositaron su confianza en la candidatura de Orriols el 12 de mayo de 2024 optarían hoy por la papeleta que encabeza Garriga.
La campaña publicitaria de Vox en Terrassa
"Aliança, opción lejana"
Preguntado por la fuga de votos, el diputado Joan Garriga recuerda que el barómetro recoge que la segunda opción de sus votantes es el PP de Alejandro Fernández: "Para los nuestros, Aliança es una opción bastante lejana".
Asimismo, el también presidente del partido en Barcelona confía en que la verdadera pugna se esté dando entre partidos independentistas, a la luz de la sangría de Junts. Y argumenta: "Nosotros jugamos nuestra propia liga y nos votan todo tipo de personas no independentistas, por lo que somos espacios diferentes".
Sílvia Orriols, líder parlamentaria de Aliança Catalana, en el Parlament
Temor
Pero fuentes cercanas señalan la intranquilidad de la cúpula de la formación españolista. Señalan la "incomodidad" que genera la coexistencia de un contrincante como Aliança, cuyo discurso es calcado en lo relativo a la extranjería. Cómo hacerle frente es un tema que, de manera tímida, ha aparecido en las reuniones de la dirección.
Tampoco cayó en gracia que algunos de sus miembros salieran en defensa de la formación de Orriols tras el ataque de plataformas independentistas a una carpa en el distrito barcelonés de Les Corts del pasado enero. Las expresiones públicas de apoyo a la formación de la alcaldesa de Ripoll provocaron las "reticencias" de algunos dirigentes.
Guiños
En este contexto, no han pasado desapercibidos algunos guiños de Vox al catalanismo que, para el investigador del Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) Pau Torres tienen sentido, atendiendo a los datos expuestos.
"En Vox, hay muchos catalanes solo porque son más de derechas que catalanes, y ahora ven que por aquí les pueden comer el pastel", describe el politólogo, advirtiendo que "parte del votante de Aliança, excitado, puede rebotar y acabar votando a Garriga".
Varias personas contrarias a un mitin de VOX en Reus (Tarragona)
Más catalán y 'senyeres'
Más allá de una mayor movilización de senyeres en sus actos de campaña por los últimos comicios autonómicos (los mismos en los que Orriols desembarcó en el Parlament), la lengua catalana goza hoy de mayor presencia en sus intervenciones en el hemiciclo.
Aunque Joan Garriga ha utilizado el idioma de Pompeu Fabra desde que aterrizara en el Parlament hace cuatro años, la llegada de la joven diputada Júlia Calvet ha extendido su uso en el grupo parlamentario. También adoptan dicha lengua la diputada maratonense Mónica Lora así como el gerundense Alberto Tarradas; este en menor medida.
Aun así, la extrema derecha española no da "el brazo a torcer" --en palabras de Joan Garriga-- y mantiene el castellano en sus preguntas de control y otros textos dirigidos a la Mesa. Motivo por el que Aliança Catalana les enmienda permanentemente, recuerda.
