
Elisenda Alamany y Oriol Junqueras
Junqueras apuntala su poder en ERC con un congreso sin conflictos internos
Este sábado se celebra en Martorell la asamblea general donde se aprobarán los documentos políticos que guiarán la acción del partido en los próximos años
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Las aguas vuelven a su cauce para Oriol Junqueras. Lo que se pronosticaba como un congreso complicado con fondo de plebiscito para la nueva cúpula del partido, el encuentro de este fin de semana, será finalmente mucho más calmado. Esquerra Republicana (ERC) celebra en Martorell la asamblea general de su congreso extraordinario para decidir la estrategia a seguir en los próximos cuatro años.
Pero no sólo servirá para establecer una hoja de ruta, sino también para medir la fuerza de las corrientes internas que han surgido dentro de la formación después del congreso organizado en diciembre, en el que Junqueras revalidó su liderazgo.
El poder del tándem Junqueras-Alamany
La dirección liderada por el tándem de Junqueras y Elisenda Alamany como secretaria general parte con fuerza, porque ha logrado frenar la mayoría de las enmiendas que se oponían a sus planteamientos.
Antes de la celebración de este congreso, se han realizado 12 asambleas territoriales, que corresponden a las distintas divisiones del partido. En estos encuentros, los militantes han presentado sus propuestas, en forma de enmiendas, con el objetivo de incidir en el futuro de la formación.
Una "balsa de aceite"
Si bien el presidente de los republicanos ha frenado una gran parte de esas propuestas y apuntala su control, el ambiente sigue siendo un poco tenso. Prueba de ello son las críticas a la actitud de la nueva dirección en estas asambleas.
Alba Camps, que se presentó como candidata a secretaria general por la candidatura de Xavier Godàs (Nova Esquerra Nacional), publicó un mensaje en sus redes sociales señalando que todas sus propuestas fueron tumbadas y que “no mostraron ni un mínimo de respeto”.
A pesar de estas disidencias, lo cierto es que se prevé un cónclave tranquilo, una "balsa de aceite" como describen a Crónica Global fuentes cercanas al partido.
Enmiendas rechazadas
Un claro ejemplo de este pacifismo es que los de Nova Esquerra retiraron la propuesta que exigía hacer incompatibles cargos institucionales con cargos orgánicos a cambio de que se traten en un “debate específico” en este mandato.

Alba Camps y Xavier Godàs en la sede de ERC tras el congreso
Esta propuesta afectaría a Junqueras y a una hipotética candidatura a la presidencia de la Generalitat (está pendiente de la amnistía) y a Alamany, que aspiraría a la alcaldía de Barcelona.
Los de Godàs lograron incorporar en el texto de la ponencia política y estratégica ocho de las enmiendas que presentaron, y 26 de ellas fueron transaccionadas. Las que enfrentaban a Junqueras con los críticos quedaron aparcadas.
Además de separar responsabilidades, también se rechazó limitar los mandatos de las presidencias y las secretarías generales del partido, que pretendía impedir a Junqueras que optara a la reelección.
Desde Nova Esquerra explicaron que retiraron dichas enmiendas para evitar que un tema tan trascendente como el modelo de partido quedase salpicado por debates personales.
"Democracia interna"
Otro paso más hacia la calma es la decisión de los dirigentes de ERC de reconocer a sus corrientes internas tras cerrar un acuerdo este jueves, como avanzó El Periódico.
Hace más de una década que los republicanos eliminaron de los estatutos el reconocimiento de los críticos dentro de la formación. Ahora, este paso abre la puerta a tejer buenas relaciones con la oposición y así fomentar la "democracia interna". Aunque tiene un punto de peligroso, ya que se les da margen para actuar.
Recuperar la mayoría independentista
Hasta 1.524 militantes de ERC están inscritos para participar en el congreso: entre ellos, la exsecretaria general Marta Rovira y el expresidente de la Generalitat Pere Aragonès, ambos partidarios de la lista perdedora que encabezaba Godàs.
Las ponencias que se someterán a votación no proponen un giro importante en la dirección de ERC, aunque se ha incluido una ponencia estratégica que presenta un plan para recuperar la mayoría independentista en 2031.
Sin establecer plazos específicos para la independencia ni hacer referencia a la unilateralidad, los republicanos se enfocan en aprovechar la "influencia decisiva" que poseen tanto en el Parlament como en el Congreso, con el objetivo de avanzar en el "desmantelamiento" de las estructuras del Estado en Cataluña.
Pero en este congreso también se abordarán dos cuestiones que durante estos últimos meses han sido la piedra angular de los rifirrafes entre republicanos.
Resultados de las comisiones
Se presentarán los resultados de la Comisión de la Verdad, que investiga el caso de los carteles difamatorios sobre los hermanos Maragall y que salieron de las filas de ERC, y la Comisión de Seguimiento de los pactos con los socialistas.
Sobre la primera, se ofrecerá un relato político que no identificará a los responsables. Sólo podrá hacer “un relato de los hechos” y las “recomendaciones” que considere oportunas para evitar que se repitan episodios como ese.

Oriol Junqueras durante su discurso
Sobre la segunda, se expondrán los avances en cuestiones clave como Rodalies, el FLA o el Pacte Nacional per la Llengua, aunque habrá críticas por el ritmo del Govern en el fortalecimiento de la Agencia Tributaria Catalana para que el año que viene asuma la recaudación del IRPF.
Junqueras, fortalecido
En este congreso Junqueras llega fortalecido por los acuerdos que ha alcanzado con el Gobierno, como la condonación de 17.104 millones de euros de deuda de Cataluña con el Fondo de Liquidez Autonómica; o con la Generalitat, con la que pactaron que la empresa mixta que gestionará Rodalies esté operativa el 1 de enero de 2026.