Carles Puigdemont defendió el martes la importancia de su acuerdo con el PSOE sobre inmigración

Carles Puigdemont defendió el martes la importancia de su acuerdo con el PSOE sobre inmigración ALBERTO PAREDES / EUROPA PRESS

Política

Silencio atronador de Junts ante el regreso del grupo La Caixa a Barcelona

El independentismo encaja mal la noticia de la vuelta por las connotaciones de triunfo que supone para el Gobierno del PSOE

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El silencio de Junts tras el anuncio de la vuelta de las sedes sociales más importantes del grupo La Caixa a Cataluña es más que elocuente del significado político de la decisión, que ayer fue celebrada tanto por las patronales locales como los Gobiernos de Pedro Sánchez y de Salvador Illa.

Carles Puigdemont también parece interpretar el regreso como un espaldarazo a la política de pacificación de Pedro Sánchez en Cataluña. Y, aunque él mismo es partícipe y colaborador de esa estrategia, su relato de triunfador en solitario de todos los avances le impide reconocer este porque no se lo puede atribuir.

Al contrario, su escasa incidencia en la política real devuelve la seguridad jurídica que las empresas echaban de menos durante su presidencia. De hecho, las continuas amenazas a la estabilidad política que aún lanza desde el exterior no hacen sino consolidar su imagen y la de su partido en el activismo más que en el parlamentarismo institucional.

Junqueras no se muerde la lengua

Algo semejante le ha pasado a ERC. Su presidente sí dio ayer el paso de celebrar la vuelta del primer grupo inversor español a Barcelona porque en el fondo ha contribuido a ello más que el de Waterloo, que siempre le ha recriminado precisamente esa colaboración. Sin embargo, Oriol Junqueras sabe que la gloria del regreso del grupo que dirige Isidro Fainé es para Sánchez en exclusiva.

Frente a la versión grandilocuente de Puigdemont sobre cada acuerdo alcanzado con el PSOE, como ha hecho estos días con el pacto sobre la delegación de funciones en materia de inmigración, con la noticia de ayer --con hechos-- Sánchez tapa la boca a quienes le acusan de partir España, de regalar Cataluña a los independentistas.

Isidro Fainé, presidente de la Fundación La Caixa y Criteria

Isidro Fainé, presidente de la Fundación La Caixa y Criteria Europa Press

Una reacción negativa al 'procés'

Es el gran beneficiado de la decisión del patronato de la Fundación La Caixa porque su política de normalización la ha hecho posible.

El propio Junqueras no se privó ayer de echar en cara a los responsables de La Caixa que en 2017 dieran la espalda al procés. “El pasado, el presente y el futuro de esta entidad financiera es inseparable de la realidad económica catalana. Y nadie debería haberlo olvidado nunca”, rezaba la segunda parte del breve tuit que lanzó.

De alguna forma, la decisión adoptada por el grupo bancario industrial confirma la lectura del republicano. Tanto la marcha como el regreso son una respuesta al procés.

El silencio de la CUP y otros grupúsculos del independentismo van en la misma línea de considerar que se trata de una mala noticia para ellos porque confirma que el país recupera un orden que nunca debió perder.

Otra cosa es la actitud del PP, pero que en esta cuestión hace la misma lectura que los independentistas. Es un triunfo de los socialistas, que además les llega en un momento muy oportuno, asediados por las reacciones a su último acuerdo con Junts.

El silencio del PP madrileño es coherente con los ataques desatados tras el pacto de la inmigración, pero su organización catalana pierde pie en un ambiente tan crispado cuando lo que pesan son las buenas noticias; sobre todo, para la economía catalana.

Normalización política

La decisión de La Caixa también pone de manifiesto que el clima de normalización política que caracteriza el mandato de Salvador Illa como presidente de la Generalitat también se extiende ahora de lleno al panorama empresarial catalán.

A diferencia de los anteriores Ejecutivos catalanes, Illa y su Govern han evitado en todo momento hacer apelaciones públicas al retorno de las grandes empresas, y han optado por un trabajo discreto en uno de sus grandes retos de legislatura.

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo.

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo. Generalitat de Cataluña

Todos en la misma dirección

En estos siete primeros meses de mandato ya han regresado varias de ellas, como Cementos Molins, Sabadell y La Caixa. Y el mismo conseller de Empresa, Miquel Sàmper, deslizó en una entrevista reciente con Crónica Global que habría más.

Es el mismo discurso que viene manteniendo el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, quien, sin ir más lejos, y en coincidencia con el regreso del Sabadell, se aventuró a decir hace unas semanas que habría más retornos antes del verano.

Pero incluso fue más allá y avanzó que había pedido a Illa que usara su complicidad con el Gobierno para tratar de que empresas estatales “estratégicas” como la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) u otras con participación estatal, como Red Eléctrica --ahora integrada en Redeia-- trasladaran su sede a Barcelona.

Habrá más regresos

En este escenario, las empresas participadas por Criteria no tardarán en seguir sus pasos y los de la Fundación La Caixa para devolver su sede a Barcelona. Caixabank regresará de Valencia pese a las respuestas negativas que se han oído estos días, como Naturgy, Colonial y Abertis lo harán desde Madrid.

Todo el mundo ha entendido que la seguridad jurídica ha vuelto a Cataluña y que las Administraciones se centran en el trabajo y la gestión de los intereses de los ciudadanos, dejando de lado los anhelos independentistas.

Tras estos pasos, aún quedarán grandes empresas pendientes de volver, como Planeta, Hotusa y Codorniu. En el sector asegurador, Occident, Allianz, Axa y Zúrich también mantienen sus sedes fuera de Cataluña. En algunos casos, como el de Axa, el retorno será muy difícil tras haber diversificado parte del negocio en otras ciudades españolas más allá de Madrid.