Miquel Arrufat, director de Gestión del ICS, en una entrevista
Un 'jefazo' del ICS, citado a declarar en el caso de presunto sabotaje en Logaritme
Miquel Arrufat comparecerá en un juicio laboral en el que se defenderá que se vandalizó la logística por una lucha de poder interna
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Un jefazo del Instituto Catalán de Salud (ICS) ha sido citado a declarar como testigo en un pleito laboral en el que una parte defenderá que hubo un sabotaje millonario interno. Miquel Arrufat, director de Gestión, tendrá que comparecer como testigo en un juicio social en el que se evaluará si hubo vandalismo en Logaritme, la logística del ICS, a causa de una lucha interna de poder.
Es lo que deja claro un auto del juzgado de Lo Social número 32 de Barcelona al que ha accedido este medio, y que desestima el recurso de la propia Logaritme y cita como testigo a Arrufat.
Contra la resolución no cabe recurso, por lo que el veterano alto cargo, uno de los cuadros más poderosos de la empresa pública, tendrá que comparecer.
Presunto sabotaje
En la sala se confrontarán dos versiones. El trabajador, exmiembro del comité de empresa, denunciará que lo purgaron por denunciar, entre otras irregularidades, el presunto sabojate interno que comenzó cuando se degradó el jefe de Operaciones a responsable de innovación o CSIO.
El supuesto vandalismo torpedeó la logística de Logaritme y afectó a los centros sanitarios asociados, por lo que costó "mucho dinero".
Acoso
Por contra, Logaritme alegará que el exempleado y representante de la parte social cometió acoso contra dos compañeros y que, por ello, fue despedido.
Antes, la empresa logística intentó que Miquel Arrufat, presidente del consejo de administración y uno de los cargos mejor pagados de la sanidad catalana (109.000 euros más un 10% anual de incentivos en 2024), no fuera a declarar al ver inútil su presencia.
La juez Rosa Milián no se lo ha permitido, y considera que su testifical es clave para aclarar los hechos.
¿Qué pasó en 2017?
El pleito tratará de arrojar luz a lo que pasó en la empresa --participada por el ICS, Banco de Sangre y Tejidos; Consorci de Castelldefels Agents de Salut; IDI y Hospital de La Cerdanya-- en 2017.
Aquel año, hubo una zozobra en el almacén y se dejaron de servir pedidos durante meses. Se explicó públicamente por una huelga, pero el empleado tiene otra tesis: fue, según él, un sabotaje deliberado que empezó cuando se degradó al jefe de Operaciones, y finalizó cuando se repuso a éste en su cargo en el año 2019.
Denunciar los hechos, insiste, le costó su despido. Algo que la empresa rechaza, insistiendo en que hubo acoso a otros colegas.
