La Oficina Antifrau de Cataluña

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Política

Illa busca su azote de la corrupción para Cataluña

El mandato del actual director de la Oficina Antifrau de Cataluña caduca este 2025 después de nueve años en el cargo

Más información: El Parlament da el 'sí' a Miguel Ángel Gimeno para Antifraude

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Se busca el nuevo azote para la corrupción en Cataluña. El Govern de Salvador Illa deberá ponerse manos a la obra para encontrar al nuevo director de la Oficina Antifrau (OAC), el organismo clave en la fiscalización de las administraciones públicas y la lucha contra la corrupción.

El mandato del actual director, Miguel Ángel Gimeno, caducará a finales de año después de ocupar el cargo desde 2016, y no puede ser reelegido.

El sustituto de Gimeno será propuesto por el presidente de la Generalitat, quien deberá someter el nombre al Parlament para su aprobación. Esta decisión, marcada por equilibrios políticos, exigirá un candidato independiente y con la capacidad de obtener apoyos de las diferentes formaciones.

Sueldo anual

El director de la OAC ostenta uno de los salarios más elevados del sector público catalán, con una retribución anual de 157.765 euros (11.269 euros al mes).

Este nivel salarial refleja la importancia del puesto en el organigrama de la institución, que depende del Parlament.

Mandato reducido de nueve años a seis

Según establece la Ley 14/2008 de la Oficina Antifraude de Cataluña, el mandato de su director inicialmente estaba fijado en nueve años.

Sin embargo, en abril de 2022, el Govern de ERC y Junts, con el respaldo del PSC, aprobó una reforma que reducía de nueve a seis la duración de los mandatos del director de la OAC, el Síndic de Greuges y el Consejo de Garantías Estatutarias.

A pesar de este cambio, Gimeno cumplirá nueve años en el cargo porque su nombramiento es anterior a dicha modificación.

'Amigo' de Puigdemont

Gimeno asumió la dirección de la OAC en un momento crítico para la institución. Fue designado por el expresidente Carles Puigdemont con el objetivo de revitalizar una entidad que atravesaba un periodo de descrédito.

La llegada del magistrado se produjo tras el cese de Daniel de Alfonso, destituido en 2016 por el Parlament después de las filtraciones de unas grabaciones en las que, junto al entonces ministro del Interior Jorge Fernández Díaz (PP), discutía posibles investigaciones a líderes independentistas.

Años después, una auditoría de la Sindicatura de Cuentas reveló que de Alfonso habría percibido indebidamente cerca de 300.000 euros durante su etapa como director.

Juez progresista

La elección de Gimeno no quedó exenta de polémica. Se trata de un juez de perfil progresista vinculado a Jueces para la Democracia y considerado cercano a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC).

Fue responsable de iniciar la instrucción de la querella contra Artur Mas y otros miembros del Govern por la consulta del 9N, lo que le valió acusaciones de falta de diligencia en la investigación.

Además, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) de mayoría conservadora decidió no renovarlo como presidente del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC).