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Junts echa un cable a las energéticas y tumba el impuestazo. El intento del Gobierno de España de convertir en permanente el impuesto temporal a las grandes energéticas descabalga tras la negativa del partido de Carles Puigdemont.

La amenaza de Repsol ha sido clave. La petrolera comprometió un desembolso de 1.100 millones de euros en la petroquímica de Tarragona, pero, de seguir vigente el impuestazo, lo trasladaría a otro país. "No pondremos en riesgo las inversiones en Cataluña. El mensaje es muy claro", ha advertido Míriam Nogueras, líder de Junts en el Congreso, en una entrevista en TV3Sin embargo, la neoconvergente ha precisado que su decisión no quedará fijada hasta que no conozcan la posición exacta del Gobierno. 

Tarragona también alza la voz

El portavoz del partido en Tarragona, Jordi Sendra, ha recordado que Junts "está absolutamente en contra de castigar a las empresas que generan economía y ocupación, y que ya pagan impuestos", a la vez que recuerda que "no se puede permitir la deslocalización: la inversión se hará, y si no se lleva a cabo en Tarragona, se hará en Portugal o Francia".

Repsol ha prometido una inversión de 1.100 millones de euros en el polígono petroquímico de Tarragona, el mayor complejo industrial de Cataluña. Los proyectos incluyen una ecoplanta valorada en 800 millones y un electrolizador de hidrógeno verde de 300 millones. 

Esta semana, Crónica Global avanzó que el sector más liberal de Junts presionaba para que el partido se opusiera a los planes de Sánchez para consolidar el gravamen. Mientras, otras voces de la formación muestran su preocupación por cómo esta oposición puede afectar su imagen ante sectores más progresistas de la sociedad catalana.

Duelo dialéctico entre los socios de Sánchez

Los nacionalistas vascos del PNV, tradicionales aliados del PSOE en temas fiscales, también han expresado su desacuerdo con el gravamen y buscan un encaje propio. Para apoyar a Sánchez, de entrada, le pide que el impuesto a las energéticas se incluya dentro del concierto vasco.

En cambio, el resto de socios ofrece su apoyo a la tasa. Desde Sumar insisten en su pretensión de mantener ese impuesto sobre banca y energéticas que, según sus datos, el pasado año "recaudó 2.900 millones de euros más". El portavoz del partido, Íñigo Errejón, considera que "los banqueros y los dueños de las energéticas son un pequeñito oligopolio" que "se está forrando" y puede contribuir más a la riqueza nacional, porque los trabajadores, las pymes y la clase media ya pagan suficiente.