Imagen del acto Som 1 d'octubre en Arenys de Mar

Imagen del acto "Som 1 d'octubre" en Arenys de Mar Facebook @som1doctubre

Política

Jordi Mateu, impulsor de la fiesta independentista del 1-O: "No he estafado a nadie; desaparecí por riesgo de infarto"

  • El organizador del evento conmemorativo del referéndum ilegal en Arenys niega su responsabilidad en las deudas, y acusa a sus colaboradores de utilizarle "como chivo expiatorio"
  • Más información: Los pisos de Illa, la no moción y el timo del 1-O
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El promotor de la fiesta conmemorativa del referéndum ilegal de secesión del 1-O celebrada en Arenys de Mar el pasado 28 de septiembre, Jordi Mateu, niega haber cometido ninguna estafa. El hombre ha salido al paso de las acusaciones de haber desaparecido dejando sin pagar a empresas y artistas contratados para el evento, y después de que el ayuntamiento del municipio haya pedido a la fiscalía abrir una investigación en su contra al no haber podido contactar con él.

Mateu, que el año pasado convenció al alcalde para organizar el acto, ha intentado justificarse aduciendo, en declaraciones a La Vanguardia, que "no he estafado a nadie, he estado apartado por prescripción médica, llegué al borde del infarto y del ictus”.

Deudas

El promotor, no obstante, ha reconocido las deudas del evento, cuyo lema era "Som 1 d'octubre". Aunque, según su versión, éstas no ascienden a los 100.000 euros que calculan sus proveedores, sino que “hubo un déficit global de 39.000 euros”. En este sentido, acusa a sus compañeros de la comisión organizadora de "no hacer su trabajo y dejarme con el culo al aire cuando las cosas iban mal".

Según dicho rotativo, los colaboradores insisten en señalar a Mateu, aduciendo que ellos apoyaron la iniciativa y trabajaron para la fiesta "como hicieron partidos y entidades políticas". "Nunca supimos como estaban las finanzas”, señalan.

"No me vinieron ni a ver"

Mateu, en cambio, niega su responsabilidad, dice haber contactado "con todos los proveedores para llegar a un acuerdo", y acusa de las deudas a los colaboradores del área económica. Según su versión, "si hubieran tramitado la venta de las 3.500 camisetas" que se debía activar hace tres meses, "se hubieran cubierto todos los gastos".

"Me han querido utilizar como chivo expiatorio" y "me dejaron completamente solo", aduce, insistiendo en que estaba "enfermo" y quejándose de que "no me vinieran ni a ver".