La sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha fijado para los próximos días 21 y 22 de noviembre el juicio contra el que fue conseller de Cultura durante el mandato de Carles Puigdemont, Lluís Puig, acusado de un presunto delito de desobediencia en relación con el caso de las obras de arte de Sijena (Huelva).

La cédula de citación recoge que la comparecencia de Puig se realizará mediante videoconferencia, puesto que sigue fugado en Bélgica, y que en caso de incomparecencia el juicio podría celebrarse en ausencia del acusado.

A Puig lo juzgará el TSJC por su condición de aforado --tiene escaño en el Parlament por Junts, a pesar de que reside en Bruselas-- mientras que a Santi Vila, su predecesor al frente de la Conselleria lo enjuiciará un juzgado penal de Barcelona, puesto que ahora ya no está aforado. 

Delito de desobediencia 

La Fiscalía atribuye a los dos exconsellers un presunto delito de desobediencia a resoluciones judiciales, y a Santi Vila, además, también lo considera responsable de un presunto delito de usurpación de atribuciones judiciales.

Ambos políticos no habrían atendido e incluso habrían llegado a obstaculizar la decisión de traslado que tomó el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Huesca cuando los dos formaban parte del Ejecutivo de Carles Puigdemont.

Imagen los bienes artístico del Monasterio de Sijena / EP

Según sostiene el ministerio público en su escrito de acusación, Vila fue notificado para trasladar al Monasterio de Sijena una serie de bienes artísticos --que se encontraban una parte en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC), y la otra en el Museu de Lleida--, y que trasladó los bienes del MNAC, pero no las 44 piezas que estaban expuestas en el museo leridano.

Puig tampoco los entregó 

Así, fue requerido para entregarlos, pero según el fiscal se negó y, posteriormente, se notificó a Puig, que acababa de suceder a Vila al frente de la Conselleria, sin que entregara los bienes en el "corto tiempo en que ejerció su cargo".

La Fiscalía y la acusación particular consideran que los hechos que se atribuyen a Puig y Vila son "hechos conexos", por lo que querían que se les juzgara juntos; sin embargo, el tribunal optó por separar las causas.

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