Nueva pasada de rosca de Lluís Llach. El presidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), que ayer firmó la Diada más floja desde el inicio del procés con tan solo 70.000 movilizados en toda Cataluña, ha atacado por enésima vez al nuevo president Salvador Illa.
El dirigente de la entidad independentista ha calificado al socialista de "pseudofranquista". Una asociación a la que ya había recurrido con anterioridad.
"Pseudofranquista"
"Lo considero una persona tenebrosa, parafascista", ha dicho Llach en una entrevista en Catalunya Ràdio. Acto seguido, ha agregado que "quizás debería decir pseudofranquista". Para justificarse, el presidente de la ANC ha aseverado que "es un señor" que osaba pedir que se "aplicara el artículo 155 cuando nadie se había saltado una sola ley del Parlament ni del Congreso".
Cabe recordar que los descalificativos del cantautor contra el primer secretario del PSC son recurrentes. Anteriormente, ya le llamó "fascista" y luego matizó para tacharlo de "parafascista".
Sin autocrítica
Durante la misma entrevista, Llach ha evitado hacer autocrítica tras el pinchazo de la ANC a la hora de movilizar al independentismo en las calles durante el 11-S. En este sentido, ha diferenciado entre el "independentismo institucional", que considera tocado, y el "social", que según él "está mucho más indemne de lo que la gente se piensa".
Además, el cantautor no ha dudado en echar balones fuera sobre su responsabilidad individual en el fracaso: "Solo soy presidente desde hace tres meses".
Sin cifras
También ha defendido no haber dado cifras de la asistencia a la manifestación para combatir el baile de cifras entre las de las entidades independentistas y las que da la Guardia Urbana de Barcelona. "Queríamos acabar con este tipo de exageraciones de un bando y del otro", ha dicho, curiosamente cuando las cifras no le benefician.
Aún así, ha cuestionado los datos ofrecidos por la Guardia Urbana con un comentario irónico sobre el concejal de Seguridad de Barcelona: "El señor Batlle algún día dirá que somos un rebaño de 300 corderos que hacemos beee".
Llach también ha lamentado que "la desconexión entre independentismo institucional y social es muy grande", y ha abogado por "una renovación" a la que "las entidades seguramente" deban sumarse.
Sin embargo, la ANC actualizará su hoja de ruta en otoño, siendo este el único punto en el orden del día de la futura asamblea general.
A vueltas con Sílvia Orriols
En la previa de la Diada, Llach invitó a los seguidores de la siempre incómoda compañera de viaje Sílvia Orriols. Tras la avalancha de críticas por una parte del independentismo, Llach rectificó y marcó distancias con el partido ultraderechista Aliança Catalana.
Esta mañana también ha aprovechado para alejarse de Orriols, al señalar su formación como un partido demagogo. Asimismo, ha reprochado a "los partidos de izquierda" que no haya llevado la voz cantante en materia de inmigración para que Cataluña siga siendo "país de acogida".