Terminó la etapa de Eduard Sallent como comisario jefe de Mossos d’Esquadra. La nueva consellera de Interior y Seguridad Pública, Núria Parlon, le agradece los servicios prestados estos años, pero lo aparta de la cúpula del cuerpo. No solo eso, sino que promociona a tres de sus principales oponentes: el mayor, José Luis Trapero, y los comisarios Miquel Esquius y Alicia Moriana.
Parlon se está rodeando de su núcleo de confianza en el Departamento de Interior. En apenas dos semanas desde su nombramiento, la exalcaldesa de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) ha incorporado a otros cuatro colomenses a su equipo.
Se trata del mencionado Trapero, que será director general de Mossos; de Tomás Carrión, que será secretario general de la consejería tras ser director de servicios de seguridad ciudadana, espacio público y medioambiente; del jefe de gabinete, Esteve Serrano, exteniente de alcalde de Santa Coloma; y de la jefa de protocolo, Goyi Salgado, que había sido coordinadora del gabinete de alcaldía.
Esquius, el elegido
No obstante, los relevos más llamativos se han producido en Mossos, por lo que implican más allá de la valía de los elegidos. Parlon fue elegantemente clara en este sentido cuando anunció los cambios: el cuerpo necesita “nuevos liderazgos, nuevas formas y maneras de organizar” y “un liderazgo conciliador e integrador”. Es decir, algo radicalmente opuesto a lo que representaba la dupla Pere Ferrer (director general)-Eduard Sallent (comisario jefe). Serán Trapero y el traperista Miquel Esquius, como comisario jefe tras ser responsable de la Región Policial Metropolitana Sur, los encargados de pilotar esta etapa.
El primero de ellos, el único mayor del cuerpo, se convierte en el director general de Mossos d’Esquadra. Conocidas son las distancias ideológicas que median entre él y Sallent, cercano a la órbita independentista; de hecho, este último movió hilos para evitar que Carles Puigdemont pusiera a Trapero al frente de la policía bajo el argumento de que no sería el más indicado para dirigir el cuerpo llegado el momento del envite secesionista, referéndum mediante. No lo logró.
La polémica convocatoria a 'major'
Sin embargo, estas maquinaciones llegaron a oídos de Trapero, y comenzó una etapa de desconfianzas mutuas que se mantiene. De hecho, cuando el anterior conseller de Interior, Joan Ignasi Elena (ERC), destituyó al mayor –y apartó a los traperistas, Esquius entre ellos– en busca de una cúpula más “coral” y un “relevo generacional” para afrontar los nuevos retos, lo que ocultaba era un movimiento de purga de díscolos con la politización policial. Asimismo, en cuanto Sallent fue nombrado, desterró a Trapero a la comisaría de Les Corts.
En cuanto a la comisaria Moriana, hasta ahora jefa de la Región Central, será la número dos de Esquius. Fue la primera mujer que pasó directamente del grado de subinspectora al de intendente y también la primera que dirigió la Escuela de Policía de Cataluña, y su nombre había vuelto a aparecer en los titulares a raíz de la reciente convocatoria a major que preparó el Govern de ERC una vez anunciadas las elecciones catalanas del pasado 12 de mayo.
En los tribunales
Aquella convocatoria a mayor, hoy paralizada en los tribunales, presentaba algunas irregularidades, como explicó este medio. Por los tiempos y por las formas. Los sindicatos denunciaron la opacidad del proceso, que entendían como una manera de blindar a Sallent, pues aseguraban que era una convocatoria creada ad hoc por ERC, con el objetivo de mantener cierto control de la policía en caso de perder el control de Interior pasadas las elecciones.
En este contexto, Moriana opositó a última hora a major para rivalizar con Sallent, impugnar las bases del concurso y mostrar su disconformidad con el proceso. Ahora, tanto ella como Trapero y Esquius se encargarán de liderar la nueva etapa, en la que priorizarán la seguridad ciudadana, buscarán recuperar la estabilidad perdida y tratarán de pasar página cuanto antes al desastroso operativo montado para detener al prófugo Puigdemont, que entró y salió de España sin que nadie le diera el alto aunque hay una orden de detención nacional y Mossos estaba al tanto de su performance el 8 de agosto.