La campaña de los carteles que se burlaban del alzhéimer de Pasqual Maragall --hermano de Ernest Margall, candidato a los comicios municipales de 2023--, no es la única que salió de las filas de ERC. En 2019 el partido ideó otro ataque de falsa bandera que tenía que ver con un muñeco colgado con la cara de Oriol Junqueras, en un puente de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona), su municipio.
Ocurrió el 24 de mayo, tan solo dos días antes de las elecciones europeas de ese año a las que él mismo se presentaba como candidato desde prisión. El muñeco llevaba escritas las siglas de ERC y un mensaje en la pared: "Púdrete en la cárcel".
Según ha avanzado Rac1, este ataque salió de las filas del propio partido, sin embargo debe desvincularse de la batalla entre Oriol Junqueras y Marta Rovira por hacerse con el poder de la formación. La relación entre ambos era buena por aquel entonces.
Junqueras le quitó hierro
Uno de los primeros dirigentes en reaccionar a la iniciativa fue el líder en el Congreso, Gabriel Rufián. “Así se ha despertado una de las calles del pueblo de Oriol Junqueras. Calles por las que pasan cada día sus hijos cuando van al colegio. Lo pongo aquí porque, quizás, se olviden de contártelo mientras que, si fueran otros, lo pondrían incluso en el teletexto”, expresó en redes sociales.
El propio Junqueras reaccionó desde la cárcel, aunque quitándole hierro: “Esto no tendría que haber pasado nunca, pero está. Nosotros somos valientes y con nosotros ganará el conjunto de la sociedad, incluso los que cuelgan muñecos con mi nombre, que seguro que nadie querría que su hijo viese esta imagen”, manifestó en los micrófonos de la misma emisora.
Dimisión de Sabrià y baja de Maragall
Así pues, la de los carteles contra los hermanos Maragall no es la única maniobra que se llevó a cabo desde la sede de ERC para hacer daño. Esa crisis se ha cobrado la dimisión de un peso pesado del Govern, como es el exviceconsejero de Estrategia y Comunicación, Sergi Sabrià; pero también la baja del propio Ernest Maragall como afiliado de la formación.
Por su parte, el exdirector de comunicación de ERC, Tolo Moya, expedientado por este caso, ha acusado al partido de usarle de "cabeza de turco", puesto que su actividad con los republicanos comenzó en el 2021 y el incidente del muñeco colgado en Sant Vicenç dels Horts fue en 2019.
"Esto demuestra, una vez más, cómo ERC me ha querido utilizar como cabeza de turco desde el primer día para proteger a otras personas que ya llevaban tiempo actuando así", ha escrito en la red social X.