El exdirector de comunicación de Esquerra Republicana (ERC) Tolo Moya ha respondido, por medio de un comunicado, a su cese y a las acusaciones de estar detrás de la filtración de unos audios comprometidos en la guerra interna del partido por los bochornosos carteles contra los hermanos Maragall. Lo niega todo y ha puesto el caso en manos de la justicia.

En una carta de siete párrafos, Moya se presenta como víctima de la polémica, pues, en sus palabras, se le ha señalado como principal responsable de los carteles denigratorios contra Ernest y Pasqual "sin aportar ningún tipo de prueba", cuando sí las hay contra otras personas, afirma.

En manos de los abogados

Aunque acepta el cese "de manera formal", aprovecha para disparar contra los actuales dirigentes de ERC, de los que dice que no tienen moral: no se siente "identificado con la manera de hacer de la actual dirección" y añade que el despido de este miércoles "demuestra una vez más ser una medida desesperada para silenciar" a quien, desde dentro, ha "pedido" que se continúen investigando los hechos.

Por todo ello, anima a los militantes a denunciar estas "malas prácticas" mientras él, por su parte, está en manos de abogados para que "los hechos se esclarezcan, ahora por la vía judicial": "Sigo sin aceptar que me lo quieran cargar a mí".

Doble despido

ERC ha anunciado esta mañana que demandará a Moya después de que RAC1 y Ara publicaran unos audios, del pasado 8 de febrero, en los que se escucha a cargos responsables de la comunicación del partido tratar de anticiparse a la crisis de los carteles sobre los hermanos Maragall y el alzhéimer, impulsados desde las filas de la organización.

Asimismo, lo ha cesado como asesor en la Diputación de Barcelona, cargo que se le asignó cuando fue despedido como director de comunicación la pasada semana.

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