La batalla por el poder en ERC no ha surgido de la noche a la mañana. Se remonta a 2018, poco después de que el entonces líder moral de la formación, Oriol Junqueras, ingresase en prisión por su participación en el referéndum ilegal del 1-O. Desde entonces, las decisiones del partido se han tomado en un órgano paralelo al de la Ejecutiva, liderado por Marta Rovira.
Según ha avanzado Rac1, ACN y Ràdio 4, cada viernes se celebraban reuniones al margen de la dirección. Según el entorno de la secretaria general, los encuentros se llevaban a cabo porque Junqueras hacía dejadez de funciones, mientras que el entorno del expresidente cree que se le ha dejado al margen de manera deliberada.
Un núcleo reducido
Las mismas informaciones apuntan a que, este núcleo, estaba formado por Jordi Bacardit, quien entonces ejercía de mano derecha de la política de Vic; el jefe de Relevance –la empresa que organizaba las contracampañas polémicas-, Bernat Aubia, y Sergi Sabrià. Este último dimitió hace unos días como viceconsejero de Estrategia y Comunicación del Govern tras conocerse que él sabía que los carteles contra los hermanos Maragall salían de las filas de Esquerra Republicana.
La estructura paralela fue ganando peso en el momento en que Junqueras ingresó en la cárcel y Rovira huyó a Suiza. Ahora, el sector afín al expresidente de ERC acusa a sus rivales de querer dejarlos de lado y arrinconarlo. Eso es, precisamente, lo que le ha llevado a presentarse al congreso del 30 de noviembre, en el que busca ser reelegido.
Junqueras intentó que Aragonès no fuese el candidato
Pero el gran choque, según los mismos medios, llega en otoño de 2023, cuando Junqueras quería relevar a Pere Aragonès al frente de la candidatura para las elecciones autonómicas. La tensión entre ambos sectores fue in crescendo, especialmente tras el batacazo del partido en las elecciones municipales y generales de ese mismo año.
Para Junqueras, las debacles electorales eran motivo más que suficiente para situarse como candidato, mientras que Rovira apostaba por renovar los liderazgos. Ante el temor de que la secretaria general acabase ganando la batalla, el también exvicepresidente del Govern se blindó. Colocó a los suyos como asesores en la Diputación de Barcelona, entre los cuales Pau Morales y Oriol López. Desde ahí, deberían preparar el pulso interno.
Con todo, el enfrentamiento entre los dos sectores está lejos de acabar. Más aun, ante el inminente regreso de Marta Rovira. La secretaria general de ERC anunció su intención de regresar en los próximos días a Cataluña, después de que la Audiencia Nacional archivase la causa del Tsunami Democràtic. Las fuentes consultadas aseguran que, in situ, luchará con más fuerza contra su rival.