Esquerra Republicana concluirá el viernes su investigación interna por el escándalo de los carteles que se burlaban del alzhéimer que sufre Pasqual Maragall, hermano del candidato en las elecciones municipales de 2023, Ernest Maragall. El informe final, que se ha llevado a cabo de forma "independiente", se entregará a la dirección liderada por Marta Rovira en unos días, tal y como ha anunciado la portavoz del partido, Raquel Sans.

El presidente de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès; la secretaria general de ERC Marta Rovira y el expresidente del partido Oriol Junqueras (i-d) EUROPA PRESS

Ese mismo día, ERC reunirá a su Ejecutiva nacional a las 15 horas, y al Consell Nacional a las 18 horas. En ese cónclave se valorará la información recopilada y se valorará qué decisiones adoptar en cuanto a las responsabilidades. Pueden llegar a la expulsión de miembros del partido.

Salió de las filas del partido

El inicio de la crisis se remonta a las elecciones municipales de 2023, cuando varias sedes de ERC aparecieron empapeladas con carteles en los que se podía leer fuera el alzhéimer de la ciudad. Más de un año más tarde, el Ara desveló que la campaña salió de las filas republicanas. Apuntaba a que el vicesecretario de Comunicación de ERC, Marc Colomer, y el viceconsejero de Estrategia, Sergi Sabrià, eran conocedores del asunto, pero se lo escondieron a Maragall.

Estas informaciones no hicieron más que acrecentar la batalla entre los afines a Marta Rovira y los partidarios de Oriol Junqueras. Están enfrentados por la estrategia a seguir de cara a los próximos meses, cuando el partido debe decidir si apoya la investidura de Salvador Illa o si, por el contrario, opta por el bloqueo y por la repetición electoral. Esto último supondría un tiro en el pie para unos republicanos que ya han sido apeados por Junts de la hegemonía independentista y hundidos a los 20 escaños.

Sergi Sabrià (ERC), durante su anuncio de dimisión EFE/Quique Garcia

La crisis de los carteles se ha saldado con su primera víctima política. Sabrià precipitó la semana pasada su dimisión, si bien reconoció no sentirse responsable. La idea no fue suya, pero sí admitió que tuvo conocimiento: "Como muchas otras veces, me tocó hacer de bombero y afrontar este incendio. Cuando lo supe, lo puse en conocimiento del partido y de sus máximos responsables", manifestó en una rueda de prensa en la que anunció que daba un paso al lado entre críticas a Junqueras, a quien acusó de llevar a cabo "acusaciones falsas" para controlar la organización.

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